un inadi aquí. Relato para el concurso de escritura

Acerca de los chinos

Por si alguien no vio nunca a un chino, no son como las fábulas insisten, gente amarilla.
Mas bien son pálidos y probablemente cetrinos, aunque no sé qué quiere decir esa
palabra. Tampoco creo que las mujeres tengan el agujero de tener hijos y hacer
porquería atravesado, fundamentalmente porque los agujeros son redondos y
no hay manera de que algo redondo sea vertical u horizontal, perdonen si me estoy
confundiendo con las japonesas, pero es sabido que chinos o japoneses son la misma
cosa, salvo que los japoneses han puesto tintorerías y los chinos ponen
supermercados.
Hablando de esto último cada vez que salgo veo como avanza el proyecto de un
supermercado chino en el barrio. Acá llegamos tarde a todo, porque sepan que mi
barrio, el barrio Esperanza, no está cerca ni del tren ni de ninguna avenida a no ser
que consideres al camino negro (correctamente llamado Camino General San Martín)
una avenida Esa lejanía hace que nos divirtamos como podemos, entre nosotros.
El camino es una autopista,difícil de cruzar por los paredones que lo cercan,  y para
llegar a él me tengo que tomar un colectivo destartalado a 7 cuadras de mi casa que
va desde Ezeiza a Puente La Noria, y solo lo hago para ir al hospital Penna que queda
en la Capital o alguna vez para ir a Lomas, pero casi nunca.
No se como pueden haber llegado chinos desde la China hasta acá, pero los pruebas
son irrefutables. Vi chinos.

Además el nombre del supermercado, un cartel grande ya está puesto,: nadie en sus
cabales le hubiera puesto a un supermercado el nombre de “Buena Felicidad”.
Es un nombre idiota. Acá todas son proveedurías en las ventanas de las casas, 
los dueños van al Macro o a un Maxi Consumo Y traen las cosas que todos
compramos: salchichas de segunda marca, calditos, fideos medios oscuros, (como si
hubiera sido hechos con harinas integrales pero no lo creo) azúcar, yerba y harina
(las tres marías), y grasa para hacer torta frita. Si necesitas algo sofisticado como
crema doble tenés que encargarlo y a la tarde te lo traen, ya dije que nos arreglamos. 

Me da mucha ilusión de que los chinos pongan un supermercado y den trabajo a las
chicas,  aunque la Dora me haya dicho que desenchufan las heladera. Como se corta
la luz cada dos por tres, la cadena de frío es tan albur como un minotauro con dos
cabezas.Ahora venga que todos nos hagamos los finos, si somos pocos y nos
conocemos mucho.

Además siempre que hay chinos hay gente que juega al poker por plata y en mi casa
se arman unas mesas de mujeres donde le damos a las cartas desde el atardecer
hasta una hora antes de que tengan que volver a la casa para preparar los chicos
para el colegio. No creo que vengan mujeres chinas, pero tal vez convencemos a
algun Juan que se sume. Nuestros maridos no creo que se opongan, porque a ninguna
de nosotras nos va a gustar un chino, y entonces no va a haber problema.
Yo se que el Horacio no me va a hacer problema. No le gusta que yo arme partidas
en casa, pero no se opone porque muchas veces gano (soy la banca) y  esa noche él
sale, a veces demasiado limpio, con colonia colbert, a veces pienso si no se me va a
bailar a esos boliches de La Noria la noche de mis partidas, pero el no me jode y yo
tampoco. Bah, nos hacemos los boludos, el viene contento y se duerme enseguida
y no me molesta y yo voy engrosando un canuto por si acaso. 

Ahora que lo pienso bien ¿por que no nos va a gustar un chino? A mi no me gustan
los chinos, tienen fama de tener un ñoqui en vez de un pene (no pasaría lo mismo
con un negro de guasap), pero sobre todo porque les imagino un olor amarillo.

Sin embargo los chinos van a ser bien recibidos, aunque no fien,
(no se quien les va a comprar entonces): Si el mercado prospera se van a
instalar exitosamente entre nosotros, no discriminamos a nadie