sábado, 28 de noviembre de 2020

Nuestro tren. Un cuento del turco Asis.

Generalmente, los que subimos en el Tigre nos conocemos; llevamos casi todos un bolsón chiquito, de esos que dicen Air France, o Alitalia, y aunque nunca hablamos una palabra, con la mirada nos saludamos. Somos morochos, leemos la Crónica, cuando llueve traemos los zapatos embarrados, venimos del Rincón de Milberg, o por ahí. Tiene que verlo al tren a esa hora. Vacío, lleno de asientos para nosotros; todos para nosotros. Fumamos, arrancamos, a lo mejor cambiamos de asientos, total. En la primera estación suben más de los nuestros: es Carupá. Imagínese, mucha gente que viene de Pacheco, de todos esos barrios nuestros que hay por ahí. Y tiene que verlos; los muchachos se acomodan, miran para abajo, fuman, cuando llueve traen los zapatos embarrados, abren las ventanillas, las bajan, acomodan los bolsones o el paquete envuelto en papel de diario. Todavía, los muchachos también pueden darse el lujo de cambiar de asientos. La próxima, como usté sabe, es San Fernando; aquí suben más nuestros todavía. Claro, no voy a negarlo, hay excepciones. Pero son eso: excepciones y nada más. Los viera: tratan de sentarse aparte: son excepciones que ni siquiera nos miran. O si nos miran es como desde un andamio. Alguna piba que trabaja por el centro y vive por acá: algún corrector, pero los cuenta con los dedos de una mano. La mayoría son como nosotros: un paquete, un Clifton, una mirada por la ventanilla. La otra estación, Virreyes, también está ocupada por nosotros, con alguna oveja blanca pero no importa: ya el tren está ocupado por nosotros. Ya tiene nuestro olor. Mire, fíjese cuántos que somos. Anímese a contar la cantidad de bolsones y de miradas por la ventanilla y de Crónicas… Y eso que todavía nos falta Victoria. Victoria, es cómo decirle, es la vencida. Es el remate: es la prueba definitiva de nuestras fuerzas. Digamos que es un ataque nuestro, un ataque frontal, una invasión ciega. Ocurre que en Victoria hay transbordo; los nuestros que vienen desde Garín, de Maquinista Souto. ¿Souto se llama? Qué sé yo. Vio, de ese tren que viene desde no sé dónde, pero sé que viene lleno de nuestros. A Victoria. Con decirle que después de Victoria ya hay nuestros que tienen que viajar parados. Algún nuestro tiene que resignarse a viajar parado, y quién sabe hasta Retiro. Son cosas de Victoria. Yo tengo suerte porque vivo en el Tigre; subo en la terminal, sin problemas, hecho un capo, con todos los asientos a mi disposición. Pero los de Victoria no. Pobres, los habrá visto, suben apurados, corren y lamentablemente no hay asientos para todos. Es la ley del ferrocarril, no hay nada que hacerle. Pero a nosotros nos da lástima, de veras. Mire a ese pobre nuestro, mírele bien la cara: se le nota el cansancio en los ojos. Qué bien le vendría un asiento: pobre, parado, y al matadero. Después viene Béccar, y cómo explicarle, Béccar es una estación más bien al cohete, indefinida, traicionera. Ni es nuestra, ni es de ellos. Más bien es un poco, muy poco, de los dos. Que es como decir que es de ellos. Hay nuestros que tienen ilusiones y pactan con los de Béccar: pero yo pienso que no: los de Béccar traicionan siempre. Nosotros ya leemos la Crónica, o dormitamos, o nos preparamos para el picnic. Miramos por la ventanilla, disimulamos, porque ahora comienza el picnic, lo lindo: en San Isidro. En San Isidro empieza a subir la gente blanca. Las mujeres se aparecen con esos anteojos grandes, de colores: con esos zapatos que tienen una suela como de quince centímetros, y hacen un ruido cómico. Con carteritas libro. Los hombres con portafolios negros, chalecos con todo eso que utilizan para diferenciarse de nosotros. Las mujeres y los hombres con esos pantalones anchos que les cubren todo el zapato. Y si están acompañados, hablan. A veces también nos miran, pero desde un andamio, como acostumbran. Pero sabe una cosa: están parados. Tiene que verles las caras blancas: ya no hay más asientos. Son nuestros: si algún asiento de a dos se desocupa, corren, le juro. Pero si es un lugar solo, para uno, y está en la ventanilla alguno de nosotros, no se sientan, seguro. Sí, es posible que exagere: tal vez se atreven a sentarse con alguno de nosotros. Pero los tiene que ver: se ponen un diario en la cara para que no se la veamos. Y La Nación es un diario muy grande, ¿vio? Es un diario tan grande que hasta los protege de nuestro olor. Por eso se lo encajan bien al lado de la cara. Se aprietan, se arrinconan en la punta del asiento, con ganas de bajarse, cierto. Y van pasando esas otras estaciones que les pertenecen: Acassuso, La Lucila, zonas también de limpios. Y Martínez. Martínez siempre me llamó la atención: es donde suben más flaquitas de pelo largo que saben hablar difícil. Bah, difícil para nosotros: es donde suben más anteojudos con barbas, o bigotes, o con La Opinión en la mano, un diario también de ellos. Son todos blancos, se agarran de las manijas para no caerse. Parece que bailaran: tratan de leer, de hablar, de mirar: parados. Parados, y muchos de ellos también van al matadero, pero con una diferencia: no lo saben. Son fruncidos: es muy divertido mirarlos, peleándose entre ellos para sostenerse. Peleándose por las manijas, por apoyarse al lado de las puertas. Hay que detenerse a contemplarlos: controlan sus relojes, comentan, hacen muecas; parados. Desean sentarse, pero nosotros bajamos la mayoría en Retiro. Aunque para nosotros el picnic, el verdadero picnic, lo hacemos cuando sube la gente de Olivos, de Vicente López. Cuando suben todos esos blancos cogotudos y miran, nos miran: tienen anteojos, portafolios, palabras, flequillos, jeans. No aguantan: es un calvario para ellos. Transpiran, se cansan, bufan. Es ahí nuestro el tren; es en ese momento cuando nosotros los miramos, nos miramos, y reímos.

Fleetwood Mac - Gypsy (Lyrics)

olor a santidad.

olor a santidad . Parece que tienen que revisar algo que hice antes de darme el pase para que entre, los de arriba. Los de abajo no tuvieron ningun interés en mi, ni se aparecieron. Deci que yo nunca me hice problema, mi familia siempre dijo que soy una colgada, pero no pensé que esto era así. Por eso me vine a casa y después fui a Lombardo Sepelios. No es que no me asignaran un lugar, donde reposar sin tener que deambular, pero no me sentía comoda. Entre arriba y abajo hay un "estar",es como un gran terminal aeroportuaria pero los portales no conducen a ningun avión.Ahi estamos los recien llegados, descarnados, un poco boludos porque no hay azafata que nos reciba, que nos diga que es por aqui, por alla. Tanta gente,y ademas la semana que murió Maradona,las victimas del COVID,las minas de los femicidios. Todos ahi,mezclados.Me dí cuenta que tenia tiempo y asi me fui -mientras me evaluaban-a verme en el velorio, a ver mi cuerpo y mis deudos. Estaba bien nutrido,me fastidiaba que contaran anecdotas medio falseadas y al final me conformé con mi nueva gracia, recién adquirida: congelar un poco el ambiente hasta lograr que alguien diga que suban el aire a 23. Bronca sentia de que hablen pelotudeces de mi, como si hubiera sido perfecta, la indiferencia de algunos, la risa de otros, la desolación de los míos, la sorpresa de casi todos ante mi suicidio, y me encanta que no me duela nada, pero nada Igual que me va a doler, asi,sin cuerpo. Entonces me puse a pensar en las cosas que me retendrían en ese purgatorio de gente esperando destino. Es verdad que ves tu vida pasar como en las peliculas,me vi afandole chocolatines al kiosko de mi infancia, me vi envidiando a otros que tenia lo que no yo. me vi lujuriosa y sin amor,me vi cruel. Pero la suma de todo eso -segun mi humilde entender- no armaba un solo pecado como la gente. En un momento deje de velar ese cuerpo que ya no soy yo, con la gotita en la boca para que no la tenga abierta con un gesto de asombro perpetuo y algodones en otros agujeros menos dignos para no chorrear liquidos,que me pusieron, como un tramite, los degenerados de la casa mortuoria.Esos que me tocaron las tetas e hicieron chistes con la cesarea. Me pregunto como te enterarás vos. Seguro que la Mirna, después de días de no verme ahi llamará a casa o tal vez mi piba que es moderna, mandará un mensaje a todos mis contactos, pero no se. Cerré mis cuentas, que se vayan a husmear a la puta que los parió. Me pregunto sobre todo si al final le dirás mi nombre a tu analista o simplemente lo pasaras por alto o será elusivo, tipo "se me murio una amiga" Yo te entiendo todo y por fin soy zen, tanto que lo intenté antes. Veo todo como si ya no me importara y tal vez extraño el odio,el estupor, esa desolacíon que era mía. ¿tengo ganas de ir arriba? Nunca pensé que existiera un arriba, ni un abajo y ahora me vengo a enterar que esos cuentos de críos tenían parte de verdad. Acá en casa me gustaría acomodar algo, pero no se puede, tarde piaste. O dejar comida hecha (comida fiambre, como decían en Casa Tomada) o ayudar con los tramites, yo que se donde están los papeles, pero solo puedo atravesar las cosas como una mujer de un cuadro de Gustav Klint, medio volando, sin peso. También podría ir a tu casa, tirarte de las patas, asustarte, ver si te pones triste, si te pones en pedo en mi honor, pero me gusta quedarme en esta, la mia,, mi lugar. no tengo ganas o deseos de nada, tampoco estoy desolada, ya no tengo que odiar mi cuerpo ,nada Al final volvi a la estación del medio.Me acomodé en un rincon, sin valija ni nada,asi pura espuma. Me pidieron que me arrepintiera, y eso me va a llevar mucho tiempo, en un lugar donde no hay tiempo. Algun día me llamaran de arriba,yo les diré que mis pecados no eran para tanto. Si vos pudieras olerme, me dirías que huelo a santidad.

jueves, 26 de noviembre de 2020

terroni

hemos ido, en mi niñez hasta la estación caraza cruzando descampados de ahí a Fiorito,nada He caminado estos años por Fiorito muchas veces, de donde me deja el 520 cruzando la via, para el lado del riachuelo muchas veces por el Lomas desangelado chicas con remeras puperas short que dejan ver piernas largas como la injusticia mocosos en patios de tierra señores viejos de mi edad, destruidos carros,cirujas, laburo,delito. Terroni, terroni, acá los llamamos cabecita Y el Diego con su mansión en Barrio Parque su casamiento en el luna park su abrigo de piel de animal su palabra aguda como un bisturí sube al cielo de los mitos sube como un barrilete cósmico dejándonos acá,mentándolo como viudas con sus delirios caprichosos de mito viviente mirándolo subir tan solos.

domingo, 22 de noviembre de 2020

Ella.

 Cuando él se levanta la caga a pedos por haber baldedado descalza.De a poco, de a escenas, separadas una por otra se va tratando de parar. Imagina que los telos y las plazas siguen estando donde estaban porque ahi se junta mucho de la pasión humana, y ve tus piernas, cada vez mas largas,en la foto que te sacaste mirando independiente con tu bajo arriba de tu short.Es que está desmayada y en ese no tiempo insiste en llegar a tiempo a dar clases y se pierde. El dedo meñique se le empieza a hinchar (no parará en dias) para terminar como el aviso de Michelin, pero morado.EL pelo se moja de agua tibia con Poet, y empezará a sentir el pantalon y la espalda mojada y tal vez -solo tal vez- un poco tibio la entrepierna, como si un chorrito de pis se le hubiera escapado por la sorpresa de la caída.  Tiene una revelación, el tiempo y el espacio no son propios de la realidad, entonces descubre que sobre la ciudad hay otra ciudad,donde se habla otro idioma,(ella cree escuchar portugues) y ahora se tiene que desplazar a 15 cuadras,pero las casas han cambiado,la geografía toda a cambiado y sus puntos de referencia no sirven. Debe llegar a dar clases pero es imposible:los remises no reconocen las avenidas que les nombra. Solo algunos lugares tienen una energía muy fuerte y se consevan tal como eran en las dos geografias, solo hay que descubrir cuales son. Y la clave es saber por que. 
 .Ella da una voltereta en el piso mojado del baldeado, patinoso como cascara de banana y se cae,medio de costado.;
Ve que su casa, despues de que vino el albañil,esta llena de polvo, se propone baldear todo
Quiere cambiar, ser mejor ama de casa, hacer lo necesario
Tira la toalla,piensa que esto ya no tiene sentido, despues se arrepiente
Toma el tren en Constitución, 
Toma el cuatro desde el bajo a constitucion
No se siente culpable,nunca.
Sale contenta.

miércoles, 18 de noviembre de 2020

 Tormenta en ciernes, todo nublado,entro los zapatones grises de él,los que usa para trabajar bruto.Suena insistente una alarma -un coche, vaya uno saber- que no para.Un biribiri constante como un insecto enloquecido que silbará hasta morir.

Aplazo mis ganas de lo que sea por adaptarme al sinsentido de una vida que se repite una y otra vez, como el sonsonete de una melodia, en un disco rayado, cada vez mas deteriorado: el disco y mi vida.

Junto vasos, pocillos de cafe y me siento en el sillón preguntandome como llegué hasta acá. He ido y venido, he fatigado trenes, aviones, subtes, colectivos para estar a 50 metros de donde empecé a vivir.

Respiro, me hago consciente de mi respiración, me parece un gesto inutil,como si estuviera por estallar el mundo y alguien se pone a respirar y a ver por donde pasa la puta respiración.

Necesito que se largue a llover.

" post data:he envidiado mucho a Lucas Carrasco,por su angel, por su pluma. Resulta que termino juzgado como machirulo y se suicido o se murio o tuvo un accidente antes de ir a la carcel o apelar.El era de Paraná y nombraba al río y a los Iracundos. Esta canción la escuche muchas veces cuando era muy chica. Carrasco y Los iracundos. Tan mal no la hiciste, gorda.

domingo, 15 de noviembre de 2020

para que sirve ir a un taller de escritura.

 el domingo pasado colgué un cuento que llevé esta semana al taller de Lamberti. Me ayudaron diciendome que parecía un esquema de un cuento, que estaba completo y que le faltaba cierta carnadura.Lo reescribí y lo pongo porque ahora es otro cuento. Le saque personajes que no aportaban demasiado y le agregué descripciones. Hasta le cambie el final. 
Un taller de escritura sirve para animarte

.

Pabellon francés

Paola se toma el colectivo hasta Constitución, se baja frente al pasillo de la feria que emula a la  Salada, lo recorre sin dejarse atrapar por la oleada peruana, venezolana, boliviana que expanden los locales, y al final sale a la calle y cruza a la estación. Amarra sus apuntes, amarra su bolso, como quien lleva un tesoro, no quiere volver a su casa, pero es tarde y no tiene otro lugar a donde ir

Su casa no es una casa, en la heladera no hay nada, y son demasiadas las botellas vacias que hay en los lugares menos pensados: en los cajones de la cocina, en el alfeizar de la ventana del patio, apiladas en cualquier lugar. Su madre no estaba enferma, como ella creía, o tal vez si, si es verdad que ser borracha es una enfermedad.  Ella odia a su madre y si no fuera porque no tiene manera de mantenerse, se hubiera ido. Sus pretendientes, a los diecinueve años,todavía no pueden ofrecerle resguardo

La madre de Paola, Karen tiene una hija que creció odiandola por tomarse hasta el agua de los floreros,pero no puede dejar de tomar. Limpia casas y a veces trae comida que sobra y solo algunas noches se toma mate con galleta. Los demás días suele poner comida en la mesa, y cuando cobra separa plata para que a Paola no le falte para los apuntes. Karen no es una mala mina, simplemente está todo el dia borracha, manteniendo solo tres mañanas por semana la compostura para no perder el trabajo en los departamentos que limpia en Villa Crespo. Hace mucha fuerza para no volverse loca, y lo logra, pero el color violeta de su piel muestra que el hígado no va a servir por mucho tiempo mas y ya no le importa. Paola está en la víspera de poder arreglarse sola.


Karen casi nunca se acuerda de su padre, algunas veces cuando está sobria y eso se arregla fácil.Su madre se había ido una noche .Su padre había sido malo con ellas: muy malo

Paola, estudiaba en Sociales y se había criado sin palabras ni muchos cuidados, y mucho menos sabiendo cosas de su estirpe, por lo tanto nada sabía de su abuelo. Esa tarde recibió en el celular, extrañada, la llamada de una trabajadora social del asilo de gerontes de una localidad al oeste del conurbano, que insistía en solicitar que alguien de la familia se hiciera presente porque un viejo que tenía el mismo apellido que su madre y su tía estaba asomandose a la muerte. Ella llevaba también ese apellido.


Asi que cuando Paola le preguntó a Karen por el nombre del abuelo, y coincidía con el que le había dado la del asilo, no hizo caso –como siempre- a los decires de su madre, y sintió que ese agujero en las narraciones familiares que era su abuelo, había una oportunidad. De ninguna manera iba a olvidar el asunto mientras miraba con repulsión que su madre,(a la que llamaba por el nombre de pila,sin decirle hace años mamá)  se servía un vaso de cerveza Quilmes tras de oro, con la excusa del calor.

Entonces, buscando un abuelo, le devuelve la llamada a la trabajadora social,confirmando su presencia para el fin de semana.

El sábado toma el tren, el subte y el otro tren  y se baja en esa localidad y llega al asilo, pobre de toda pobreza y ubica a la trabajadora social que le factura a ella el abandono del viejo.

No se si uds. conocen algún asilo. Son todos parecidos. Este era un hospital del siglo diecinueve, pabellonado francés, entre arboles muy viejos, que había sido reemplazado por otro más moderno en los sesenta, y se había convertido en un lugar para los viejos que no tenían familia que los resguardé.En realidad era una especie de depósito de viejos pobres, con residencias de estudiantes que escribían sus tesis progresistas y siempre se iban antes de que sus buenas ideas dieran paso a modificaciones concretas.

El contraste entre jóvenes pujantes y viejos decrépitos, se completaba con personal de planta descreído y cansado de ganar poco, y  en este ultimo rubro se encontraba la trabajadora social que Paola tenía que ver. La ubico rápido y la llevó por los pabellones como en volandas, porque era casi la hora de fin de su turno. El olor a las tipas, a los jacarandas en flor están corrompidos por el olor a guiso, a humedad, a mugre que salía de los  pabellones, separados por sexos, y por sectores.

En algunos bancos bajo los árboles, como pasa en los manicomios, había algunos que pedían cigarrillos, monedas o lo que fuera que el visitante podría traer. Gracias a la trabajadora social y su velocidad esas voces no podían alcanzarla. Paola no pensaba y de pronto se detuvo, sin inercia  frente al pabellón donde vivía ese señor que llevaba su apellido, el pabellón que había donado para un hospital ya inexistente la familia Bunge, tal como figuraba en cemento en la entrada: El pabellón Bunge. La estética era parecida a la que podemos ver en la Usina del Arte, en los viejos edificios de la Italo Argentina: ladrillo rojo (no sabe de donde le viene a la cabeza el nombre del estilo: neorenacestismo florentino) .Casi podríamos decir que Paola entra en el pabellón pegada a esa idea: el pabellón parece hermanito de la Usina del Arte.

El olor del lugar es una trompada en la pera: imposible ignorar el tufo a meo de viejo, a pañales geriátricos, a sopa de gallina, a mugre, a desinfectante, a remedio, todo en un bouquet que le hace aguantar las arcadas, porque ella es una bienpensante y va a conocer a su abuelo.


La  trabajadora social la lleva a una cama en una habitación enorme,llena de ventanas cerradas que no permiten que entre la primavera con sus dones,  donde hay ocho viejos que parecen vivos de milagro, y se obseva una enfermera que le ayuda a sentarse al viejo que le corresponde a ella,su abuelo,

-mire, don Auclino, tiene visitas

El viejo la mira,  tiene puesto una especie de delantal blanco, abajo un pullover y medias. El delantal le llega a las rodillas y esta mojado de babas. Le dice el nombre de su madre

        Yo sabía que ibas a venir, Karenita.

Paola le explica al viejo que ella es la hija de Karen, y los ojos del viejo se encienden como brasas azuzadas por el viento norte. 

- Vos sos la hija de Karen? a ella se lo hacía y a vos también y te va a gustar

- No te  entiendo abuelo, que es lo que le hacías,? y saca del bolso un paquete de pepas que compro para compartirle decidiendo que no va a tomar mate con ese señor con babas que parecer ser su abuelo.

- Chuparle la concha y meterle los dedos. A vos también te va a gustar, veni que te pongo los dedos, seguro te va a gustar. 

A Paola le cuesta entender lo que su abuelo dice

El viejo, que apenas se mantiene vivo, respira con ronquidos, habla confuso, pero queda claro amenaza con abusarla .Se transforma en un pulpo. Paola se encuentra sola, a pesar de que el otro viejo, el de la cama de al lado, se ríe de ella.

- Te va a gustar, yo lo se. A todas les gusta. Para acentuar el momento se pasa la lengua seca por la boca, los labios resecos, resultando asqueroso como un vomito. La trabajadora social le dice que no le haga caso, que tiene Alzheimer, que dice cualquier cosa, que no tenga miedo

Paola se agarra de su propio bolso como si el bolso fuera una persona  y se va, corriendo, perdiéndose en el camino de vuelta, vomitando entre los jacarandaes, cuyo olor la coloniza como un perfume insoportable, tiene miedo de que el pulpo la alcance, con su lengua mojada de babas. Una mujer la toca pidiéndole cigarrillos, ella  abre la cartera y se da cuenta que no tiene ni cien pesos. No le da nada y cuando levanta la vista, ve el arco de hierro que oficia de portal:

No sabe cómo, pero llega a su casa. y su madre esta , otra vez, dormida en el sillón. En la tele están  dando Mi pobre Angelito 2.

Paola empieza a acomodar la estancia, junta botellas vacías, vasos sucios, abre la ventana para que se limpie el aire, se sienta al lado de su madre, que rechaza el contacto, y se pone a llorar, por fin, mientas mira, conmovida, como el niño rubio entra al Waldorf Astoria.

.

 

jueves, 12 de noviembre de 2020

la panza, las cirugias y la autoestima

 Hace muchos años yo me saqué la panza: Tecnicamente se llama abdominoplastía: Había estado mas gorda y me colgaba en delantal un colgajo. Vivia angustiada por eso. Asi que cuando junté el dinero fui al quirofano y me entregué. NO me dieron ningún consejo. Unos cuatro meses despues me fui a Europa.Nunca me arrepentí de hacermela aunque no me sirvió para aumentar mi autoestima.
Una lectora del blog se ofreció a colaborar con el sirenas, porque tiene un centro en Barcelona para hacer que las mujeres se encuentren mas amigas de sus cuerpos.

Esto es lo que escribió,gracias Laura

5 consejos para un abdomen plano después de una abdominoplastia

 

 

¿Acaba de realizar una abdominoplastia? Aquí tienes 5 consejos para mejorar el resultado y obtener un vientre plano después de una abdominoplastia.

 

1.  Sea paciente

 

De hecho, inmediatamente después de una abdominoplastia o liposucción, la barriga aún no tiene su aspecto definitivo porque los tejidos están llenos de edema y pueden presentar hematomas debido a la operación. Entonces, el abdomen puede estar un poco hinchado. El organismo irá eliminando poco a poco este edema por sí solo, pero tardará entre 3 y 6 meses en eliminar todo y en obtener el resultado final de la operación.

 

2. Use una faja

 

La vaina o faja abdominal que le recetó su cirujano estético (más información sobre otros tratamientos como el botox) antes de la operación tiene un papel fundamental y debe llevarse de día y de noche durante 4 a 6 semanas: reduce el edema postoperatorio, ayuda a que la piel se tense y disminuye la tensión de las suturas en las cicatrices de la piel y los músculos abdominales.

El uso de la funda abdominal puede requerir algunos días de adaptación justo después de la operación, pero luego le brindará una comodidad real a diario: tendrá la sensación de un mejor soporte abdominal y un beneficio en el silueta las primeras semanas, antes de la absorción total del edema.

 

3. Obtenga ayuda

 

Obtenga ayuda con las tareas del hogar y la vida diaria: se recomienda reducir sus actividades diarias durante los primeros días después de una abdominoplastia y no realizar esfuerzos que puedan causarle dolor o cansancio. Podrá aumentar sus actividades poco a poco, hasta su recuperación completa, generalmente después de 2 o 3 semanas.

 

Ojo, reducir las actividades diarias para limitar la fatiga no significa quedarse postrado en cama: de hecho, es recomendable caminar un mínimo después de una abdominoplastia, para favorecer la circulación y en particular para reducir el riesgo de flebitis.

 

4. Haga abdominales

 

Su cirujano plástico en Barcelona y otra ciudad le dará luz verde para reanudar el ejercicio, generalmente de 2 a 3 meses después de su abdominoplastia. Antes de este período, el deporte está contraindicado y, en particular, todos los ejercicios que requieran abdominales.

Entonces, será necesario asegurarte de realizar siempre tus abdominales en exhalación (abdominales hipopresivos), que tiene la doble ventaja de fortalecer el suelo pélvico y aplanar aún más la barriga: trabajamos los músculos tanto en profundidad como en longitud, esto lo que permite tonificar la barriga sin aumentar el volumen.

 

Un ejercicio fácil que es seguro para la espalda es el entrenamiento del core:

Tumbado boca arriba con las piernas dobladas, contraiga los músculos del perineo. Inhale por la nariz, luego exhale por la boca, contrayendo el estómago, hasta que haya exhalado todo el aire de los pulmones.

 

5. Siga una dieta equilibrada

 

El cuerpo necesita energía para sanar bien después de la cirugía estética de abdomen. Por tanto, no es aconsejable seguir una dieta restrictiva tras esta operación.

 

Asegúrese de llevar una dieta equilibrada, beber mucha agua para eliminar el edema y favorecer los alimentos ricos en hierro para compensar la pérdida de sangre asociada con la operación (carnes rojas, hígados de pollo, cereales de salvado, nueces y semillas, lentejas, quinua, espinacas hervidas ...).

domingo, 8 de noviembre de 2020

Trabajo para el taller de Lamberti: un personaje es un pedófilo.

 Karen tenía una hija que había crecido odiandola por tomarse hasta el agua de los floreros. Al menos no había enloquecido como su hermana, Solange, que alternaba  internaciones en manicomios con largas estancias con amigos de ocasíón


Karen y Solange habían sido criadas por su padre,porque la madre se habia ido una noche .Su padre había sido malo con ellas: Muy malo, y Karen había tratado de olvidarse sin lograrlo a menos que estuviera muy borracha.Por eso trataba de estar borracha siempre.

La hija de Karen, Paola, estudiaba en Sociales y se había criado sin palabras ni muchos cuidados,  y  nada sabía desu abuelo. Le extrañó mucho la llamada de la trabajadora social del asilo de gerontes de una localidad al oeste del conurbano,insistiendo en que alguien de la familia se hiciera presente porque el anciano que tenía el mismo apellido que su madre y su tía estaba asomandose a la muerte.
Asi que cuando Paola le preguntó a Karen por el nombre del anciano,y sobre ese agujero en las narraciones familiares, solo escuchó que olvidara el asunto mientras se servía un vaso de cerveza atras de oro, con la excusa del calor. Paola decidió ir igual, y filmar el encuentro con el que ahora sabía su abuelo.

Asi que  toma el tren y se baja en esa localidad y llega al asilo, pobre de toda pobreza y ubica a la trabajadora social que le factura a ella el abandono del viejo.


La lleva a una cama en una habitación donde había ocho viejos que parecían vivos de milagro, y la enfermera le ayuda a sentarse al viejo que le corresponde a ella,su abuelo, que tiene puesto una especie de delantal blanco, abajo un pullover y medias. El delantal le llega a las rodillas y esta mojado de babas.

Paola le explica al viejo que ella es la hija de Karen, y los ojos del viejo se encienden como brasas azuzadas por el viento norte.  Ella habilita su celular para filmar el momento y despues mostrarselo a su madre y a su tía.

- Vos sos la hija de Karen? a ella se lo hacía y a vos tambien y te va a gustar

- No te  entiendo abuelo, que es lo que le hacias

- chuparle la concha y meterle los dedos. A vos tambien te va a gustar, veni que te pongo los dedos, seguro te va a gustar. 

El viejo, que apenas se mantiene vivo, respira con ronquidos, habla confuso, pero sin embargo amenaza con abusarla .Se transforma en un pulpo. Paola se encuentra sola, a pesar de que el otro viejo, el de la cama de al lado, se ríe.

- Te va a gustar, yo lo se. A todas les gusta. (para acentuar el momento se pasa la lengua seca por la boca, los labios resecos, resultando asqueroso como un vomito de borracho)

Paola apaga del celular y se va,corriendo, con miedo de que el pulpo la alcance,con su lengua mojada de babas. Cuando llega a su casa su madre esta , otra vez, dormida en el sillon. 

Paola empieza a acomodar la estancia, junta botellas vacias, vasos sucios, se sienta al lado de su madre,que rechaza el contacto y se pone a llorar,por fin, Conmovida, tira el telefono a la basura, y vuelve a creer en dios.



viernes, 6 de noviembre de 2020

miembro fantasma

Se portará como una buena niña. tomará su jugo de naranja tapadita con la sábana, te pedirá café con leche, te mirará el culo mientras te bañas, sentira que le duele, una dos tres magia ya no le duele mas. Sentira mojado donde estaba seco, .Sabe que no debe esperar de vos nada, y eso le quita peso a la ocasión, te llevará encima con metafora de pandemia, como si vos fueras un virus bueno, pegoteado a su carne.  Llevará tu gusto en la boca de puro niña mala. Has dejado muchas estampillas pegadas con saliva en su extensa piel redonda . Descubrira cierta amargura que no terminás de expresar y la dejará pasar porque no jugará a la intensa.No esta vez.  No vale la pena. Pero ella sabe, y te ve tu tatuaje y te pregunta porque las niñas son preguntonas por naturaleza.
Jugara a ser liviana, como un globo de helio, que se eleva, los mira por arriba, a pesar de los ojos cerrados. Cuando los abra te vera gruñendo como un desesperado, como un oso,como un mamífero haciendo trabajos forzados, y tu lengua livana como una mariposa. Te pedirá cosas de pequeña sabiendo que a la ocasión la pintan calva . La narradora investiga en google

Para los romanos, es una mujer de hermosa cabellera larga, que le cubre el rostro y es calva por detrás, por lo general, posee alas en los talones y espalda, sostiene un cuchillo en su mano derecha, y se encuentra parada sobre una rueda en movimiento.

Cuando se va,se lleva tu cuerpo como un miembro fantasma,que la toca, que no la asusta,que la toca una dos tres cuatro veces, tu gusto en la boca, tus jugos adentro del cuerpo.




algo viejo que merece volver a leerse.

cateterismo

La mañana se desliza entre nescafé y el viaje a la clínica, él manejando con auto mientras el otoño, otro otoño, otro mas, casi rutina y des...