La otra, yo.
La generosa, la mezquina
la que cuenta los dientes del caballo
la que espera las gracias
(la Gracia)
entongada con
palabras fuleras
que molestan
a la hora de tragarse la saliva.
La ilusa, la canalla
la que vivió equivocada
y pensó hipótesis que no logró verificar
con el método científico
de la prueba y el descarte.
La mejor, la peor
la que elige palabras con gusto,
con textura,
olorosas.
La que no entiende lo que pasa,
la que se confunde a cada rato La iluminada,
la mejor de todas
esa a la que no le entra en el marote
que las promesas
eran metáforas
chistes
chachara de living room.
La solemne a destiempo
que espera boludamente
que le den explicaciones cuando la jodieron
o lo que sea
La otra,
la que sigue soñandola que quema las naves
pero apaga los incendios
la que tiene el reloj a deshora
de la vigilia
de la necesidad
de las patas en la tierra
de la verdad verdadera
cualquier cosa
que eso signifique
La otra,
yo
La generosa, la mezquina
la que cuenta los dientes del caballo
la que espera las gracias
(la Gracia)
entongada con
palabras fuleras
que molestan
a la hora de tragarse la saliva.
La ilusa, la canalla
la que vivió equivocada
y pensó hipótesis que no logró verificar
con el método científico
de la prueba y el descarte.
La mejor, la peor
la que elige palabras con gusto,
con textura,
olorosas.
La que no entiende lo que pasa,
la que se confunde a cada rato La iluminada,
la mejor de todas
esa a la que no le entra en el marote
que las promesas
eran metáforas
chistes
chachara de living room.
La solemne a destiempo
que espera boludamente
que le den explicaciones cuando la jodieron
o lo que sea
La otra,
la que sigue soñandola que quema las naves
pero apaga los incendios
la que tiene el reloj a deshora
de la vigilia
de la necesidad
de las patas en la tierra
de la verdad verdadera
cualquier cosa
que eso signifique
La otra,
yo