un dia de la primavera me la pasé en la cama, enferma.Supongo que era el de los 14 años, salia con Jorge y habia puesto mucho pasión en planificarlo
Me acuerdo dias de la primavera en la ciudad deportiva de boca y no se porque catzo lo relaciono con algo que se llamaba toca toca y era una valijita donde podias poner discos simples y escucharlos
Pero el recuerdo mas precioso (y mas preciso) es ir en tren al parque pereyra iraola y las largas colas del baño de mujeres y tambien volvernos a la hora de la caída del sol (un poco antes,seguro) en camiones, de coladas.
N
NO habia telefonos celulares,fueron dias muy felices
huelen a libertad
decidí que de todos mis oficios terrestres, el violento oficio de sirena era el que más me convenía
martes, 21 de septiembre de 2021
domingo, 19 de septiembre de 2021
paulo freire
cuando estudiaba psicología supe de su existencia. No lo leí porque era la dictadura y nadie lo puso el programa:
domingo, 12 de septiembre de 2021
fuimos a votar
en Lanus,mi pequeño mundo, habia tres listas de peronismo kuka.
pero yo queria votar a alguien a quien no podia votar,a Santoro, basicamente un radical.
pero quiero gente que este del lado de los trabajadores
viernes, 10 de septiembre de 2021
malvinas : algo diferente de la revista de Madryn Late
Revista Late
ARGENTINA
|
JUNIO 2021,
POR CORA GAMARNIK
OCULTAMIENTO, PAN Y SOLIDARIDAD
para ver la foto https://www.revistalate.net/ocultamiento-pan-y-solidaridad/
Algunas veces una sola fotografía logra contar una historia. Revivir un recuerdo, transformarse en denuncia, hablar de una guerra. Es el caso de esta imagen tomada el 19 de junio de 1982 en Puerto Madryn. Allí se ve como hombres y mujeres lograron llegar hasta un camión que traía de regreso a los soldados de Malvinas, cómo se acercan, se estiran, ofrecen pan, quieren saludarlos.
Toda la imagen está en movimiento.
Hace frío en esa ciudad de la Patagonia argentina que da al mar. Los vecinos están abrigados con gorros y camperas. Uno tiene una bandera argentina en la mano.
Arriba del camión algunos soldados se asoman por la parte trasera con la lona levantada pero no descienden. Agarran el pan, comen, tiran besos, sonríen.
Hay un saludo que está por suceder. La luz del sol permite que la sombra de la mano se congele en la compuerta trasera del Unimog del Ejército. Uno de los soldados extiende su mano abierta y desde abajo se estiran para estrecharla. Alguien, no sabemos quien, logra tomar una foto de ese momento único, histórico, simbólico.
El retorno de los soldados de Malvinas luego de la derrota argentina en la guerra era visto por las Fuerzas Armadas como una potencial amenaza. Lo que pudiesen contar y el propio estado físico y psicológico de los soldados podía contribuir a alimentar la indignación social, el descrédito y el creciente malestar de la población hacia la dictadura. Por eso la Junta Militar diseñó un plan para ocultar a los soldados en sus regresos. Ninguna bienvenida, ningún recibimiento, que nadie los esperase, que nadie los viera. Las FFAA organizaron los retornos a escondidas y de madrugada. Por eso casi no conocemos fotografías de esos momentos, por eso esta imagen es una excepción, una foto arrancada al control oficial, un línea de fuga, una anomalía.
El crucero inglés Canberra fue uno de los barcos que más soldados trajo al continente. Arribó a Puerto Madryn el 19 de junio de 1982 con 4136 soldados. Las tropas militares habían acordonado la zona con miembros del Ejército, de la Marina y de Prefectura, muchos de ellos eran también soldados. La población de Puerto Madryn no había sido informada de la llegada del barco pero en una ciudad chica el inusual despliegue de militares y la prohibición de acercarse al puerto dejaba en claro que algo especial sucedería. Cuando los excombatientes descendieron del barco británico fueron subidos a camiones cerrados con lonas y trasladados hacia las entonces barracas de Lahusen, lugar en el que hoy funciona un bingo.
La foto muestra el momento exacto en el que uno de los camiones debe detenerse porque la población desborda el operativo de seguridad. A pesar de los impedimentos y prohibiciones los y las vecinas hacen frenar al camión. Alguien comenzó a aplaudir al paso del Unimog, luego se acercaron otros, querían recibirlos, verlos, abrazarlos. Según los testimonios había una desesperación en la población por saludarlos, por darles de comer. No fue algo organizado. Fue espontáneo, improvisado, auténtico. Los soldados tiraban desde el camión algunas de sus pertenencias, cascos, bufandas. Los vecinos corrían a las panaderías recién abiertas para llevarles pan calentito.
Según contaron los propios soldados, antes de arribar a Puerto Madryn habían recibido una arenga por parte de militares argentinos en la que les dijeron que el pueblo los estaba esperando para castigarlos por haber perdido la guerra. “En realidad fue todo lo contrario los esperábamos con ansiedad; queríamos verlos, tocarlos, aplaudirlos y hablar con ellos” contó Mabel Outeda fotógrafa de uno de los diarios locales y testigo del momento. Por su parte Julio Calvo, titular del Centro de Veteranos de Guerra de Puerto Madryn señaló: “Yo vine en el Northland, que desembarcó en Madryn a las 5 de la mañana, y en el barco un teniente coronel habló por los parlantes, veníamos en camarotes como prisioneros de guerra y nos dijeron que tengamos cuidado porque la gente estaba enojada y nos podría apedrear, que no íbamos a tener contacto con los habitantes en Madryn y que teníamos que bajar las lonas de los camiones y cerrar las cortinas de los colectivos. Así nos llevaron a Trelew. Pero fue todo lo contrario, querían recibirnos.”
A veces una sola foto logra contar una historia, revivir un recuerdo, transformarse en denuncia, hablar de una guerra. Como esta. Una foto anónima, un instante congelado que cuenta una historia de ocultamiento y derrota pero también de pan y solidaridad.
jueves, 9 de septiembre de 2021
mutatis mutandis.
Papá cuéntame otra vez ese cuento tan bonito
De guerrilla y de fascistas, y pendejos con bigotes
Y dulce guerrilla urbana en pantalones de campana
Y canciones de Pescado y pibas en minifalda
Papá cuéntame otra vez todo lo que os divertisteis
Estropeando la vejez a oxidados militares
Y cómo cantaste y ocupasteis la plaza
En aquel mayo con banderas todas negras.
Papá cuéntame otra vez esa historia tan bonita
De aquel guerrillero loco que mataron en Bolivia
Y cuyo fusil ya nadie se atrevió a tomar de nuevo
Y como desde aquel día todo parece más feo
Papá cuéntame otra vez que tras tanta barricada
Y tras tanto puño en alto y tanta sangre derramada
Al final de la partida no pudisteis hacer nada
Y bajo los adoquines no había sino chupadas
Fue muy dura la derrota: todo lo que se soñaba
Se pudrió en los rincones, se cubrió de telarañas
Y ya nadie canta consignas, ya no hay perros ya no hay montos
Pero tiene que llover aún sigue sucia la plaza
Queda lejos aquel mayo, queda lejos trelew
Que lejos queda el cordobazo , muy lejos aquel peron
Sin embargo a veces pienso que al final todo dio igual
Las ostias siguen cayendo sobre quien habla de más
Y siguen los mismos muertos podridos de crueldad
Ahora mueren en la villa los que tiraban en el mar.
domingo, 5 de septiembre de 2021
del Dino
Venia por la once. En la otra cuadra estaba el kiosko de Dino.No camino por ahi demasiado: esta vez porque me tomé el 20 viniendo de hacer unos psicotecnicos en una unidad sanitaria por el cementerio de LOmas: 15 minutos de viaje para tres cuartos de hora de espera.
Pense en el Dino,hacia no demasiado me había enterado que el dueño de ese kiosko a la antigua (vendia ropa,regalos,librería,adornos,golosinas) era el mismo Dino, el tanito, que vivía antes en la esquina de mi casa: Era hijo de italianos igual que el Dino que fue compañero de Raúl en la primaria y que ya debe ser solo hueso pelado en el cementerio de Lanús.
Yo habia sido su amiga en esa edad en que los varones no son varones sino compañeros de juego mas habiles:Seguro antes de los doce: con el Mariucho(tambien hijo de tanos) y la Lili y el primo del Dino que no me acuerdo como se llamaba. Una epoca donde entrabas a las casas sin llave. La madre y la tía hablaban con acento italiano
La cuestión es que empiezo a pensar en el Dino,cosa que nunca había hecho.
En mi mente se parecia al chico de los dientes de Stranger Thing.Hasta pense (sabiendo que no lo iba a hacer) en entrar al kiosko y decirle: Mirá, yo soy la nilda ¿te acordas de mi? fuimos amigos de nenes y queria ver como eras ahora.
cuando pasé la cortina del kiosko estaba baja y había pegada una hoja de cuaderno diciendo "cerrado por duelo, murio Dino, el amigo del barrio"
es la pura verdad.
sábado, 4 de septiembre de 2021
viernes, 3 de septiembre de 2021
montaña rusa
subite, me dijo.
Yo miraba la montaña rusa,la cara de terror en la cima, los gritos alegres en la bajada,me queria subir pero temia vomitar.
al final decidi subir.La vida es una montaña rusa
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