viernes, 31 de mayo de 2019

la lectora

estuve leyendo en público, cosa que no me da ninguna fobia. Al haber sido durante mucho tiempo profesora de secundario y directora, puedo hablar normalmente delante de mucha gente. Incluso no me molesto si no me prestan demasiada atención, tengo entrenamiento en eso.
Lo que si hago es tratar de hablar entretenidamente, hacer algun chiste, no se, histericamente capturar el interés de lo que me escuchan.
Lo que pasa es que a veces se me va la mano y siento que hablo demasiado. Soy intensa, que se va a hacer.
Es que si no digo lo que siento, me voy a morir por dentro (perdon, eso es una canción de spinetta)
Nada, que trato, como hoy que recite poesía para alumnos de secundaria en Colegiales, de hablar de la pasíón que es escribir, tratando de habilitarlo para que cada uno recupere su voz.
Hablé demasiado.
Mi madre me decia de niña que debía ser abogada porque siempre tenia un argumento para todo. Yo no se si eso es una fortaleza o una debilidad
Hoy siento que le doy argumentos a los otros para que se mofen de mi. Cosa que alguien callado no haría. SIn embargo, digo en mi descargo que un chico se acercó a comprarme mi libro y la directora me dijo que se había emocionado hasta las lagrimas por un poema que leí.
Bueno , no se si brille o si quedé como una pelotuda ¿no les pasa a veces?
Leí en la villa 31,en un espacio de formación de personas mayores que estaban aprendiendo a leer y escribir, en la apertura del festival y hoy en el secundario de Colegiales. Todo un honor. Yo hablaba como si fuera poeta, sintiendome que tal vez fuera un poco canalla creerlo
Me di el gusto de decir la frase que habia elegido para la presentación de mi libro y que había olvidado:
LA LITERATURA ES, ENTRE OTRAS COSAS, UN AVANCE LABORIOSO A TRAVES DE LA PROPIA ESTUPIDEZ (Rodolfo Walsh)

fue hermoso compartir esa frase con los pibes.

miércoles, 29 de mayo de 2019

que sabe ud. de vivoras.

Me sentí medio boba recitando el poema a mi abuela, cuando, ya entre el público escuché su poema de la boa que con sus crótalos deglutía un ratoncito minúsculo, con los bigotes transparentes y este avanzaba casi entero por su sistema digestivo.
Que huevos,! pensé, al entender que la metáfora se refería a si misma y a un eventual amante, al que se comería, mientras pensaba en otra cosa.
(La idea de un bocado avanzando por ese largo tallo de la vigora me sumió en un asco interminable, cuando la quise reemplazar por un ratón masticado hasta hacerlo puré, casi vomito)
La boa gorda en una caja, esperando nada, porque para los animales el tiempo no es un suceder a través de un tubo por el que se avanza a paso mínimo pero sin detención, me parecía lo mas horrible del mundo.
Engordar tragando amantes, uno tras otro, envenenándolos para paralizarlos y después tragarlos entero pero no por los agujeros hechos por la naturaleza para comer amantes, sino por la pasividad enorme de un sistema digestivo donde de ellos se obtendrán nutrientes.
No me puedo dejar de imaginar a esa poeta, de voz sibilante, contando como amor, tragaba a los partener que se acercaban.
NO se nada de vivoras, tal vez recuerdo aquella vez que fui al instituto Malbran y nos mostraron a nosotros, escolares, como se hacía el suero antiofídico y la bicha mordía (tal vez lo invento) un tubito de vidrio y largaba la ponzoña para despues descansar en su pecera calefaccionada. Compre en ese momento, para bien del Instituto Malbran un librito llamado "Que sabe ud. de vivoras". Nada, no se nada, solo que se tragan elefantes como dice en EL principito y entonces parecen sombreros, o tal vez se,como cuenta la novela del chaqueño ese tan raro, que cruzan la ruta y si la pisas y están preñadas salen de su vientre huevos de vivora con las pequeñas monstruos.
también escribí un poema de vivoras hace mucho  y no se porqu hablo de vivoras.
No se,el horror- el horror.


vi salir unas serpientes
de un huevo blando, como de trapo
en un documental de la teve
Como si supieran que hacer
iban de la piedra al agua
sin idea del tiempo
sin saber que eso era la vida
y no llegar al mar hubiera sido la muerte
Las horribles recién nacidas
hacían su numerito
reptando hacia un mar que nadie
les había dicho que allí estaba
en un paso sinuoso
que nunca habían ensayado
la vida repetida de la especie
sin sorpresa
la vida del instinto idiota, mudo, que no sueña
la vida eterna donde nada es contingente

Solo dura lo efímero
la foto de marilyn saliendo del agua
seguro que ya  rota por adentro
las dos de la tarde y tu abrazo
y los millones que lo precedieron
y los que me esperan
las cosas que pensé y nunca hice
mis niños riéndose de cama a cama
tirándose muñequitos de acción de superheroes
casi ayer
la foto de marilyn saliendo del agua
y el café que tomamos juntos en la cama


viernes, 24 de mayo de 2019

63

Resultado de imagen para 63
el hexagrama 63 del I ching dice esto.
Me celebro en mi vida, me doy aliento,
que otra cosa queda que pensar en estos dones de ver estas cosas
en este don que es la vida
me celebro -que otra cosa queda ¿lamentarme?
al cumplir 63 años.

miércoles, 22 de mayo de 2019

vadear la nada.

Si la muerte fuera un agujero
estaría bien que pensaramos que la vida
es un borde
y asi vamos, vadeando la nada
poniendo tablas para cruzar
una y otra vez
ese rio turbulento que pasa por debajo
sin mirarlo.

Hacemos piruetas sobre esa nada
inestables en nuestra maderita
y practicamos la vertical, rolamos
y saltamos en una pata

A veces cruzamos la muerte
con los ojos tapiados
o nos sentamos un breve lapso
en la vida, a tomar mate

yo me veo corriendo alrededor del agujero
con mis sesenta y tres recien estrenados
como siempre
esperando me salga el truco.


apuntes sobre las representaciones de la sexualidad de las mujeres en pelicula argentina de los primeros años 60

Un par de post atrás, hable algo de los telos. esa institución para mi "setentista", porque uno habla de la realidad tal como la vivió y cada generación inventa la pólvora.
La cuestión es que estaba muy bien ilustrarla con una que sabemos todos "los piratas" y también busqué en youtube una película argentina "la cigarra no es un bicho" de 1963. Por supuesto yo no la vi esa pelicula porque era una niñita de moño en la cabeza y guardapolvo atado atrás, impecable.
Escuché que era la primera película de la "picarezca" argenta. Bueno, una decada despues seguiría con esos bodrios de Porcel, de Olmedo, de mujeres objeto mostrandose como un cacho de carne, que nos causaban gracia porque, acaso, eramos otros.

Me vi ayer en la pc La cigarra no es un bicho porque en un comentario Leonardo había dicho que le habian agarrado ganas de verla. Y ya sabemos, yo soy el otro. Y las ganas del otro reverberan en uno  y entonces me senté y puse el youtube, y desfilaron rutilantes estrellas del firmamento porteño de antaño, y yo que estoy en este siglo y en aquel se quienes son aquellos -todos muertos.

Lo primero que salta a la vista es que esos telos de los 60 no eran los telos de los 70 que yo conocí y que las representaciones de la sexualidad en los sesenta hicieron crashhh en esa década y ya nada de lo que ahi se representaba hubiera sido retomado diez años después

Lo que mas me llamó la atención es la idea de vergüenza, y de incorrección que estaba asociada a la sexualidad de las mujeres, Vamos, que desde que el mundo es mundo una se embaraza por haber cogido, no hay otra manera.
Pero para las mujeres que me precedieron en su paso por la vida todo era mas complicado y (a las vistas de la pelicular me remito) mas desagradable.
Voy a tomar los "tipos" representados en los personajes
LA ESPOSA Maria Antinea, esposa en esta ficción de Luis Sandrini, madre de sus cinco hijos es llevaba a la amueblada (nunca se dice este sustantivo, pero se sugiere ni bien empieza) con engaños por su esposo con el cual no tiene trato carnal desde hace tres meses, por los turnos del trabajo del marido, la prioridad de lo domestico: Si bien se la ve muy enamorada, la sexualidad es un incordio. Tapa con papeles el espejo del techo de la cama, se enoja por haber sido llevada a una casa de citas, guarda el decoro que se espera de toda mujer casada. Eres casada, eres castrada, parece decir. O al menos tendras otras prioridades que tu sexualidad.
LA PROSTITUTA: Poco menos que un desecho, la hermosa Amelia Bence, la de los ojos hermosos, que muestra un poco, casi nada, algo de la panza, cerca del ombligo, al darse un antibiotico inyectable, es denigrada por todos los otros personajes, o casi todos (otra mujer la trata como una flor de invernadero): No solo la tratan mal sino que se trata mal. Responde al tipo "prostituta de buen corazón", Su sexualidad es la de una mujer "perdida"
LA MODERNA: Nuestro dinosaurio argentino macrista preferido, Mirta Legrand, era aun joven, y hace de una profesional (usa lentes) que trabaja en un diario. Si bien no se alienta la verguenza por su sexualidad es mas fria que un invierno sin prender la estufa. Cerebral y analitica ser moderna no estaría garpando
LA PROFESORA: Este es el caso mas enigmatico, parece disfrutar de su sexualidad, se rie estupidamente, uno podría decir: la pasa bien. Pero la pasa bien hasta que su secreto (la permanencia obligada en un albergue por dias) llega a noticias de sus alumnos que le hacen una serenata, una serenata en esdrujulas, cobrandole ¿ser sexuada? ; Digamos '¿que cosa horrible ha hecho, una mujer viuda, ser sexuada? Parece que si. Que solo se puede ser sexuada en el anonimato. Cualquier viuda de esta epoca se hubiera asomado al balcon y le hubiera preguntado a la manga de pajeros que le cantaban "si, vine a tener sexo y que? . Nada de eso, bochorno, degradación, miedo
LA NOVIA. uFF. esa novia de los sesenta por favor. No concreta relacion sexual alguna y sale del telo vestida de novia para casarse. La novia ES PURA, la novia tiene que ser pura. La viñeta es un canto a la abstinencia , al amor cortes, al repudio de la sexualidad. Hubiera correspondido un zocalo de tradición, familia y propiedad, un pañuelo celeste y un cura bailando jota aragonesa
LA MUJER DE VIDA FACIL. Identificada con "la artista" Diana Ingro (nuestra Marylin, creo que le decian) está con un millonario. Queda claro que él no es el unico. Es un personaje perfido y a la vez sufrido. Será la que nunca elijan, la que no será madre jamás., la que eligió el camino equivocado
LA TARADA; nuestra sirvienta preferida, Teresa Blasco, será una chica de provincias un poco lela. una infantil, un poquitin idiota. Está ahi y no le da verguenza, Uno diría que no le da verguenza el sexo porque es una persona simplona. Respira porque el aire es gratis. La sexualidad  para ella no es un enigma, porque es un pobre animalito, un cachorrito, una criatura de dios.

Por eso pienso, en la vispera de cumplir 63 años que "has recorrido muchacha un largo camino" y rindo mi sentido homenaje a las mujeres que silenciaron y ocultaron e incluso no llegaron a conectarse con su fuerza sexual, que es como decir "podrian haber cantado y no lo hicieron" o tal vez podrian haber visto y pasaron por la vida con los ojos tapiados

Celebro la sexualidad de las mujeres, que nos hace potentes, hermosas y fecundas.
El eros es lo que liga y está desde el nacimiento hasta la muerte.
celebremos eso.







sábado, 18 de mayo de 2019

serendipia de mayo

medio (si me miras con un solo ojo) me está pegando mal cumplir años.
No es por mi, es que veo tantas cosas que quisé haber logrado y ya no logré y ya no lograré. No porque sean imposibles (algunas están a mano, como ir a comer al hipódromo de buenos aires, que siempre consideré como el colmo de la fineza(?). Alcanza con tomarme el 37 y entrar en el hipodromo pero entiendo que ya no me será dado.

ademas jorge insiste todo el tiempo en que vamos para atrás, lo cual es verdaderamente cierto. Pero paradojicamente cuando hablo de la muerte (o mejor dicho de LA MUERTE) el dice que no piensa en eso. Yo pienso mucho en LA MUERTE, como manera de usar LA VIDA (vamos a ser enfáticos, total nadie corregirá estas lineas).

puf que cagada todo.No crean que no me interesa cumplir años, estoy muy orgullosa de haberme mantenido viva hasta acá y haber arriesgado bastante. Eso de escribir es un riesgo y ademas por mas que lo esconda con detalles fútiles todos mis personajes son yo.
Como dijo Flaubert cuando le rompían los huevos con quien era Mme. Bovari, el afirmó MMe. Bovari soy yo. (dicen que no lo dijo, pero hubiera debido.)

Les cuento que me invitaron a participar de un Festival Internacional de Poesía, ni se como me eligieron, uds. sabrán que no tengo ningún libro en librerias, ni agente, ni editorial ni nada. Tengo el libro de poesía que vendi y regalé,que edité yo misma.  Le voy a preguntar a Marta Miranda, la organizadora como llegó a mi, En todo caso me contactó por el tw. Lo interesante de este festival es que tengo que leer en un secundario para adultos (fui directora de uno, conozco el paño) yen el terror de los porteños, en la villa 31.
Asi que muy feliz con eso.

participo de 4 eventos, l
a ver.
En la apertura  el lunes 28 de mayo, 19,30 Rincon 1044  CABA  (algo de un sindicato de empleados de farmacia)
leo en un centro de alfabetización en la villa de retiro, en el centro PAEByT (del padre Pepe) el 30 de mayo a las 14.hr
y el mismo dia en un centro de educación secundaria , el 37 del barrio de San Cristobal a las 19.30  ¨Pasco 961
y leo algo en el cierre de este evento el sabado 8 de junio a las 19,30, articipo de 4 eventos, leyendo mis cosas
Como que no me quedo quieta di un parcial de Filosofia Medieval, habiendo tenido que estudiar a Filon, San Anselmo, y todos los ñatos que estuvieron por ahi hasta que San Agustin dijo lo suyo.  (hay un texto de Cortazarde una tia que no queria acostarse por que acostada iba a estar en la muerte.) Bueno, me tenté. acá está.
ía en dificultades 

¿Por qué tendremos una tía tan temerosa de caerse de espaldas? 
Hace años que la familia lucha para curarla de su obsesión, pero ha llegado la hora de confesar nuestro fracaso. 

Por más que hagamos, tía tiene miedo de caerse de espaldas; y su inocente manía nos afecta a todos, empezando por mi padre que fraternalmente la acompaña a cualquier parte y va mirando el piso para que tía pueda caminar sin preocupaciones, mientras mi madre se esmera en barrer el patio varias veces al día, mis hermanas recogen las pelotas de tenis con que se divierten inocentemente en la terraza, y mis primos borran toda huella imputable a los perros, gatos, tortugas y gallinas que proliferan en casa. 

Pero no sirve de nada, tía sólo se resuelve a cruzar las habitaciones después de un largo titubeo, interminables observaciones oculares y palabras destempladas a todo chico que ande por ahí en ese momento. 

Después se pone en marcha, apoyando primero un pie y moviéndolo como un boxeador en el cajón de resina, después el otro, trasladando el cuerpo en un desplazamiento que en nuestra infancia nos parecía majestuoso, y tardando varios minutos para ir de una puerta a otra. Es algo horrible. 
Varias veces la familia ha procurado que mi tía explicara con alguna coherencia su temor a caerse de espaldas. 

En una ocasión fue recibida con un silencio que se hubiera podido cortar con guadaña; pero una noche, después de un vasito de hesperidina, tía condescendió a insinuar que si se caía de espaldas no podría volver a levantarse. 

A la elemental observación de que treinta y dos miembros de la familia estaban dispuestos a acudir en su auxilio, respondió con una mirada lánguida y dos palabras: "Lo mismo". 

Días después mi hermano el mayor me llamó por la noche a la cocina y me mostró una cucaracha caída de espaldas debajo de la pileta. 

Sin decirnos nada asistimos a su vana y larga lucha por enderezarse, mientras otras cucarachas, venciendo la intimidación de la luz, circulaban por el piso y pasaban rozando a la que yacía en posición decúbito dorsal. 

Nos fuimos a la cama con una marcada melancolía, y por una razón u otra nadie volvió a interrogar a tía; nos limitamos a aliviar en lo posible su miedo, acompañarla a todas partes, darle el brazo y comprarle cantidad de zapatos con suelas antideslizantes y otros dispositivos estabilizadores. 

La vida siguió así, y no era peor que otras vidas. 


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tambien hago cosas. Planeo. (como un avion de papel) encuentros de los que nada puedo decir, por una elemental prudencia, saco entradas para ir con mis amigas (e hija) a ver teatro y comer comida mexicana, y cosas así
mas allá esta la muerte.
El miercoles cumplo 63Imagen relacionada

me dedico este acústico a mi mismo. Ni se muy bien que quiere decir la letra, pero yo soy tambien una rana tibia y haragana, pero no, no me alquilo. En todo caso me regalo.

me doy porque es lo unico legítimo que tengo . mi ser.
No me aguanto así, deprimida.

viernes, 10 de mayo de 2019

te lo dije

Primero pensé que no, pero después me dije que era un trabajo como cualquiera. Asi que agarre los francos y en tres días me pasaron de franquera a empleada en blanco de lunes a viernes de 7 a 16.
Y buscaron otra franquera, y tomaron a un viejo jubilado medio degenerado con el cual me crucé una sola vez y le hice la cruz
Era un lugar fino. El primer día solo conocí el box donde laburaba, el baño de la planta baja, la administración del entrepiso y la pequeña cocina donde Rubira preparaba lo que pedían de las habitaciones (jugo y café iban gratis, asi que era lo que mas salía en mi turno, algun whiski,tambien había gente que pedía medialunas)
A mis tias le dije que era un hotel de pasajeros, que traian gente de las agencias de viaje. Es una estupidez, no tiene nada de malo trabajar en un hotel por horas. Al tiempo casi que te olvidas.
La gente entra o con cara de venir a hacer un tramite engorroso, o como si les diera verguenza, un baño publico de apuro, o tambien entran los enamorados. A mi me llama la atención que no se abracen, y despues , desde la nada, tengan sexo.
Es un trabajo como cualquiera pero la paraguaya que limpia las habitaciones me dice que por como dejan todo ella se da cuenta que clase de gente estuvo. Los hay desordenados que parece que se hubieran pasado el turno sacando las cosas de lugar. Por ej. las sabanas en la bañadera. y todo mojado, hasta lo que no se debería mojar: Otros son atildados y solo faltaría que cuando se retiraran sacaran la bolsita a la calle. Una vez encontró sangre como si hubieran degollado a alguien, pero los que se retiraron no dieron noticia de nada extraordinario.
No me gustaría limpiar las habitaciones aunque yo se que se quedan con cosas. Plata que se cayó de algun bolsillo, algun celular, objetos surtidos. Por supuesto que la gerencia pide que todo lo que se encuentre quede en una caja que yo tengo en la recepción. Ahi hay 3 pares de anteojos, uno de sol, y un libro de Sidney Sheldon que a veces trato de empezar a leer y me termina aburriendo a los dos párrafos.
Lo mas loco que me pasó es cuando vi a una vecina del barrio. Mi barrio queda muy lejos y ahi nadie se conoce pero yo la conocí y ella sabe que yo la vi. A los veinte minutos, se fueron, pagando el turno completo . Mira si yo voy a ir a decirlo por allá. Son idiotas.

Los hoteles alojamientos por la mañana son como los bingos: Adentro todo hace creer que es de noche. Los neones, el ambiente. Dicen que van a desaparecer, que son una remora de los setenta.
A veces me gustaría ser adivina para entender que marida a algunas parejas, que los junta.
En tanto, mientras hay poco trabajo, tejo crochet.



martes, 7 de mayo de 2019

cien años de Evita Perón, la abanderada de los humildes

Muchos homenajes, mucha visibilidad/invisibilidad, según donde te pongas.
Lo mejor que vi es este texto al que alude Infobae y que yo busqué para uds. y encontré para mi.
EL texto es de la Agencia Paco Urondo

En 1989 los redactores de El Porteño se aventuraron a incluir un único relato de ficción en un dossier titulado "El peronismo como vendaval erótico". La publicación de "Evita vive" de Néstor Perlongher, que ficcionaliza una Evita compañera de prostitutas y reventados, resultó insoportable para el peronismo y por demás atractiva para los sectores conservadores. La controversia en torno a la verdad que ostentaba el relato atravesó numerosos ámbitos de la cultura política. El diario La Nación lo publicitó como un artículo sobre aspectos desconocidos de la vida de Eva Perón y el Concejo Deliberante lo rechazó sin más por su contenido. Paradójicamente o no, casi al inicio de la década del noventa, amplios sectores del peronismo denostaron la posibilidad de vincular la "prostitución" con sus más preciados emblemas. En el número siguiente de El Porteño, sus editores publicaron una nota editorial detallando la amplia variedad de respuestas intimidatorias que habían recibido desde la publicación del texto. La nota titulada "El affaire Evita. Un mes movido" concluye así: "Evita vive de Néstor Perlongher es un cuento, mal que le pese a La Nación"
Evita vive (en cada hotel organizado)
"El cuento Evita vive (en cada hotel organizado) de Néstor Perlongher tuvo que esperar más de una década para que la extinta revista Cerdos & Peces se decidiera a publicarlo. Su título hace referencia al Movimiento de Inquilinos Peronistas de los años ´70, cuando soplaban aires bien distintos. Hoy El Porteño lo incluye en este suplemento mientras ruega a Alá para que a Perlongher y a estos redactores no les suceda lo que a Salman Rushdie"  (Epígrafe de El Porteño, Mayo de 1989)
1.
Conocí a Evita en un hotel del bajo, ¡hace ya tantos años! Yo vivía, bueno, vivía, estaba con un marinero negro que me había levantado yirando por el puerto. Esa noche, recuerdo, era verano, febrero quizás, hacía mucho calor. Yo trabajaba en un bar nocturno, atendiendo la caja hasta las tres de la mañana. Pero esa noche justo me peleé, con la Lelé, ay la Lelé, una marica envidiosa que me quería sacar todos los tipos. Estábamos agarrándonos de las mechas detrás del mostrador y justo apareció el patrón: "Tres días de suspensión, por bochinchera". Qué me importaba, rapidito me volví para la pieza, abro... y me la encuentro a ella, con el negro. Claro, en el primer momento me indigné, además ya venía engranada de pelearme con la otra y casi me le tiro encima sin mirarla siquiera, pero el negro –dulcísimo– me dirigió una mirada toda sensual y me dijo algo así como: "Veníte que para vos también alcanza". Bueno, en realidad, no mentía, con el negro era yo la que abandonaba por cansancio, pero en el primer momento, qué sé yo, los celos, el hogar, la cosa que le dije: "Bueno, está bien, pero ésta ¿quién es?". El negro se mordió un labio porque vio que yo había entrado en la sofocación, y a mí, en esa época, cuando me venía una rabieta era terrible –ahora no tanto, estoy, no sé, más armoniosa–. Pero en ese tiempo era lo que podía decirse una marica mala, de temer. Ella me contestó, mirándome a los ojos (hasta ese momento tenía la cabeza metida entre las piernas del morocho y, claro, estaba en la penumbra, muy bien no la había visto): "¿Cómo? ¿No me conocés? Soy Evita". "¿Evita?"–dije, yo no lo podía creer– . "¿Evita, vos?" –y le prendí la lámpara en la cara. Y era ella nomás, inconfundible con esa piel brillosa, brillosa, y las manchitas del cáncer por abajo, que –la verdad– no le quedaban nada mal. Yo me quedé como muda, pero claro, no era cosa de aparecer como una bruta que se desconcierta ante cualquier visita inesperada. "Evita, querida" –ay, pensaba yo–"¿no querés un poco de cointreau?" (porque yo sabía que a ella le encantaban las bebidas finas). "No te molestes, querida, ahora tenemos otras cosas que hacer, ¿no te parece?" "Ay, pero esperá", le dije yo, "contame de dónde se conocen, por lo menos". "De hace mucho, preciosa, de hace mucho, casi como del África" (después Jimmy me contó que se habían conocido hacía una hora, pero son matices que no hacen a la personalidad de ella. ¡Era tan hermosa!) "¿Querés que te cuente cómo fue?" Yo ansiosa, total igual tenía el encame asegurado: "Sí, sí, ay Evita, ¿no querés un cigarrillo?", pero me quedé con las ganas para siempre de enterarme de esa mentira (o me habrá mentido el negro, nunca lo supe) porque Jimmy se pudrió de tanta charla y dijo: "Bueno, basta", le agarró la cabeza –ese rodete todo deshecho que tenía– y se la puso entre las piernas. La verdad es que no sé si me acuerdo más de ella o de él, bueno, yo soy tan puta, pero de él no voy a hablar hoy, lo único que el negro ese día estaba tan gozoso que me hizo gritar como una puerca, me llenó de chupones, en fin. Después al otro día ella se quedó a desayunar y mientras Jimmy salió a comprar facturas, ella me dijo que era muy feliz, y si no quería acompañarla al Cielo, que estaba lleno de negros y rubios y muchachos así. Yo mucho no se lo creí, porque si fuera cierto, para qué iba a venir a buscarlos nada menos que a la calle Reconquista, no les parece... pero no le dije nada, para qué; le dije que no, que por el momento estaba bien, así, con Jimmy (hoy hubiera dicho "agotar la experienc ia", pero en esa época no se usaba), y que, cualquier cosa, me llamara por teléfono, porque con los marineros, viste, nunca se sabe. Con los generales tampoco, me acuerdo que dijo ella, y estaba un poco triste. Después tomamos la leche y se fue. De recuerdo me dejó un pañuelito, que guardé algunos años: estaba bordado en hilo de oro, pero después alguien, no supe nunca quién, se lo llevó (han pasado tantos, tantos). El pañuelito decía Evita y tenía dibujado un barco. ¿El recuerdo más vivo? Bueno, ella, tenía las uñas largas muy pintadas de verde –que en ese tiempo era un color muy raro para uñas– y se las cortó, se las cortó para que el pedazo inmenso que tenía el marinero me entrara más y más, y ella entretanto le mordía las tetillas y gozaba, así de esa manera era como más gozaba.
2.
Estábamos en la casa donde nos juntábamos para quemar, y el tipo que traía la droga ese día se apareció con una mujer de unos 38 años, rubia, un poco con aires de estar muy reventada, recargada de maquillaje, con rodete... Yo le veía cara conocida y supongo que los otros también, pero era un poco bobo, andaba con Jaime que se estaba picando con Instilasa y yo le tenía la goma, se lo comenté en voz baja y él me dijo algo así como: "cortála loco sabés que sí". Con los ojos en blanco, parecía hacerlo de modo impersonal. Nos sentamos todos en el piso y ella empezó a sacar joints y joints, el flaco de la droga le metía la mano por las tetas y ella se retorcía como una víbora. Después quiso que la picaran en el cuello, los dos se revolcaban por el piso y los demás mirábamos. Jaime apenas me daba un beso largo, muy suave, para eso sí que era genial, porque dos pendejos repálidos se rayaron totalmente entre lo gay y la vieja y se fueron. Pero estaban los blues en la puerta y a los cinco minutos se aparecieron todos con el subcomisario inclusive, chau loco, acá perdimos, menos mal que no había ningún menor porque Jaime había cumplido los 18 la semana pasada, pero igual loco, le habíamos pedido el rouge a Evita y estábamos casi todos pintados como puertas tipo Alice Cooper. Los azules entraron muy decididos, el comi adelante y los agentes atrás, el flaco que andaba con un bolsón lleno de pot le dijo: "Un momento, sargento" pero el cana le dio un empujón brutal, entonces ella, que era la única mujer, se acomodó el bretel de la solera y se alzó: "Pero pedazo de animal, ¿cómo vas a llevar presa a Evita?" El ofiche pálido, los dos agentes sacaron las pistolas, pero el comi les hizo un gesto que se volvieran a la puerta y se quedaran en el molde. "No, que oigan, que oigan todos –dijo la yegua– , ahora me querés meter en cana cuando hace 22 años, sí, o 23, yo misma te llevé la bicicleta a tu casa para el pibe, y vos eras un pobre conscripto de la cana, pelotudo, y si no me querés creer, si te querés hacer el que no te acordás, yo sé lo que son las pruebas". (Chau, fue un delirio increíble, le rasgó la camisa al cana a la altura del hombro y le descubrió una verruga roja gorda como una frutilla y se la empezó a chupar, el taquero se revolvía como una puta, y los otros dos que estaban en la puerta fichando primero se cagaban de risa, pero después se empezaron a llenar de pavor porque se dieron cuenta de que sí, que la mina era Evita). Yo aproveché para chuparle la pija a Jaime delante de los canas que no sabían qué hacer, ni dónde meterse: de pronto el flaco del trafic entró en el circo y se puso a gritar: "Compañeros, compañeros, quieren llevar presa a Evita" por el pasillo. La gente de las otras piezas empezó a asomarse para verla, y una vieja salió gritando: "Evita, Evita vino desde el cielo". La cosa es que los canas se las tomaron, largaron a los dos pendejos que encima se hacían muy los chetos, y ella se fue caminando muy tranquila con el flaco, diciéndole a la gente que estaba en el patio primero y después en la puerta: "Grasitas, grasitas míos, Evita lo vigila todo, Evita va a volver por este barrio y por todos los barrios para que no les hagan nada a sus descamisados". Chau loco, hasta los viejos lloraban, algunos se le querían acercar, pero ella les decía: "Ahora debo irme, debo volver al cielo" decía Evita. Nosotros nos quedamos quemando un poco más y ya nos íbamos, entonces algunas tipas nos hicieron pasar a las habitaciones para que les contáramos –las mismas que hasta hacía una hora nos habían hecho una guerra que no podía ser–. Jaime y yo les hicimos toda una historieta: ella decía que había que drogarse porque se era muy infeliz, y chau, loco, si te quedabas down era imbancable. Claro, la gente no nos entendía, pero como no estábamos haciendo laburo de base sino sólo public relations para tener un lugar no pálido donde tripear, no nos importaba. Estábamos relocos y las viejas déle coparse con el llanto, nosotros les pedimos que ese bajón de anfeta lo cortaran, sí, total, Evita iba a volver: había ido a hacer un rescate y ya venía, ella quería repartirle un lote de marihuana a cada pobre para que todos los humildes andaran superbien, y nadie se comiera una pálida más, loco, ni un bife.
3.
Si te digo dónde la vi la primera vez, te mentiría. No me debe haber causado ninguna impresión especial, la flaca era una flaca entre las tantas que iban al depto de Viamonte, todas amigas de un marica joven que las tenía ahí, medio en bolas, para que a los guachos se nos parara pronto. La cosa es que todos –y todas– sabían dónde podían encontrarnos, en el snack de Independencia y Entre Ríos. Allí el putito Alex nos mandaba, cada vez que podía, viejos y viejas, que nos adornaban con un par de palos, así después a él le hacíamos gratis el favor y no le andábamos afanando el grabador o las pilchas. De ésa me acuerdo por cómo se acercó, en un Carabela negro manejado por un mariconcito rubio, que yo ya me lo había garchado una vez en el Rosemarie. Con las pibas estábamos haciendo pinta junto al puesto de flores, así que me llamó aparte y me dijo: "Tengo una mina para vos, está en el coche." La cosa era conmigo, nomás. Subí.
"Me llamo Evita, ¿y vos?" "Chiche", le contesté. "Seguro que no sos un travesti, preciosura. A ver, ¿Evita qué?". "Eva Duarte", me dijo "y por favor, no seas insolente o te bajás". "¿Bajarme?, ¿bajárseme a mí?", le susurré en la oreja mientras me acariciaba el bulto. "Dejáme tocarte la conchita, a ver si es cierto". ¡Hubieras visto cómo se excitaba cuando le metí el dedo bajo la trusa!
Así que fuimos al hotel de ella; el putito quiso ver mientras me duchaba y ella se tiraba en la cama. También, con el pedazo que tengo, hacen cola para mirarlo nomás. Ella era una puta ladina, la chupaba como los dioses. Con tres polvachos la dejé hecha y guardé el cuarto para el marica, que, la verdad, se lo merecía. La mina era una mujer, mujer. Tenía una voz cascada, sensual, como de locutora. Me pidió que volviera, si precisaba algo. Le contesté no, gracias. En la pieza había como un olor a muerta que no me gustó nada. Cuando se descuidó abrí un estuche y le afané un collar. Para mí que el puto Francis se dio cuenta, pero no dijo nada. Cuando me lo terminé de garchar me dijo, con la boca chorreando leche: "Todos los machos del país te envidiarían, chiquito; te acabás de coger a Eva". Ni dos días habían pasado cuando llego a casa y me encuentro a la vieja llorando en la cocina, rodeada por dos canas de civil. "Desgraciado –me gritó–. ¿Cómo pudiste robar el collar de Evita?"
La joya estaba sobre la mesa. No la había podido reducir porque, según el Sosa, era demasiado valiosa para comprarla él y no me quería estafar. Los de Coordina no me preguntaron nada: me dieron una paliza brutal y me advirtieron que si contaba algo de lo del collar me reventaban. De esa esquina y del depto de los trolos los vagos nos borramos. Por eso los nombres que doy acá son todos falsos.

sábado, 4 de mayo de 2019

peregrina.

La alegría y la angustia no están separadas
se hacen coctel en este cansado corazón mio
y ahora me llueve con sol.

No parezco un ser oscuro ni todo lo contrario
Una peregrina,  recorro el camino sin mapa
con miedo a los perros que me muerden los garrones
a falta de verdaderos monstruos

En tanto, te tomo de cayado
de bastón canadiense
de sostén en este suelo desparejo.
Sin tu presencia se me hace duro atravesar
el valle de las  lágrimas.

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nota de la autora: en este ultimo mes se me ha ocurrido transitar (Cuando pueda juntar el dinero que requiere la empresa) el camino de Santiago. Es probable que no lo haga nunca y quede como esos deseos viejos y rancios. Soy "la deseante" y si no tengo nada me lo invento.  DIos me hizo así, no me juzguen
¿que no creo en dios? Mafale. Pero no importa. Algo (que no se que es, a quien no puedo pedirle cuentas) me hizo así. Tal vez el azar.




algo viejo que merece volver a leerse.

cateterismo

La mañana se desliza entre nescafé y el viaje a la clínica, él manejando con auto mientras el otoño, otro otoño, otro mas, casi rutina y des...