otro texto para el mundial de escritura. Yo no me meto en política.
La señora Elvira va a arreglarse el pelo donde Patricia. Son pocas clientas, son las elegidas: en la cuarentena Patricia trabaja con la peluqueria cerrada y no atiende a quien golpea.
Está prendida la
televisión, pero conel audio bajo, asi que no puede escuchar en esa repetición
del programa de Mirtha. Sin embargo ella lo vio cuando lo daban en vivo y puede
seguirlo.
Muchas veces ella sueña
que la invitan al programa y le preguntan cosas de actualidad, como qué opina
del gobierno o de las leyes modernas esas que llaman matrimonio a dos maricones
que se juntan. Por eso trata de mantenerse actualizada.Pero para no meter la
gamba primero va a aclarar que ella en política no se mete.
En un punto muy
distante ella sabe que nadie la va a llamar, pero eso no la hace abandonar los
sueños. SIempre hay que tener sueños, y por eso tiene en su ropero un vestido
de madrina, al que le sacó la flor que tenía en el hombro y que bien le
serviría para ir a lo de Mirtha.Fue madrina de su sobrina. Y cuando en el
programa le preguntaran qué modisto se lo hizo, ella diría con orgullo que se
lo hizo ella misma,sacando los moldes a ojo, de uno de cierta alfombra roja. Lo
de sacar la flor estuvo bien, porque el vestido es menos importante pero
siempre la que tiene que lucirse más es la anfitriona. Imaginate que ella,
Elvira, superara a Mirtha. Hay que ubicarse.
Asi que no la van a
agarrar en un renuncio, porque pensó todo. Todo. Y ademas tiene calle, no
como el presidente (ya sabe que no es presidente, pero para ella siempre será
el presidente) que no tenía idea de cuánto ganaba un jubilado. La verdad es que
no era culpa de él, se ve que los asesores no lo cubrieron como él hubiera necesitado,
tantas cosas que debía tener en la cabeza, pobre hombre. Además, los jubilados,
los jubilados: Ella era jubilada y bien que se arreglaba.
Bueno, más o menos, si no
tuviera la jubilación del finado marido tal vez tendría que haber comido arroz
blanco sin aceite, pero así y todo ya no trabajaba, la ropa le duraba décadas,
porque la lavaba a mano, con woolite, y nada de poner todo mezclado en el
lavarropas. El lavarropas era para las sábanas y los repasadores.
La señora Elvira tiene dos
hijas que viven en Estados Unidos, gracias a Dios, podía decirle a Mirtha,
agregando que si bien este era el mejor país del mundo, mi Argentina,con los
siete climas,con todas las geografias, ella las ayudo a despegarse, porque que
todos sabemos que en Estados Unidos todo es mas moderno, más actual, a los
universitarios se los respeta y nadie tiene que cocinar, vas al supermercado y
toda la verdura está lavada y cortada lista para cocinar en el microondas.
Las hijas de la señora
Elvira llaman el día de la madre, para las fiestas, el día del cumpleaños de
ella y este año se habían olvidado de llamar el día de Hector, claro,
pobrecitas, tanto tiempo que había muerto el padre pero ella le había cumplido
al finado, había ido al nicho y le había pagado al cuidador, para que tuviera
todo en orden y sacara las flores podridas y limpiara la chapa donde decía “tu
amada esposa y tus hijas” hasta que pareciera de oro.
La verdad que si Mirtha no
la llamaba, bien podrían llamarla sus hijas y decirle “Mamá por qué no te
venis”, pero eso no había pasado aún, por ahí un día le daban la sorpresa y le
mostraban por la camarita el pasaje de avión, pero ella no se si iría, tal vez
se haría rogar y una de ellas (seguro Mariel, la grande) la viniera a buscar de
prepo y entonces no tendría otro remedio que ir, porque si no se podría tomar
como un desprecio.
Patricia, la peluquera, solo atendía adentro, y cerrado a las viejas clientas, las de mucha confianza. Tenía lapeluquería cerrada y la chica que lavaba el pelo y barría no estaba. Ante todo la seguridad. Patricia usaba barbijo y le daba a cada clienta un barbijo y cuando le tenia que retocar las raíces les alcanzaba un pañuelo de papel mojado en alcohol al 80% para que se taparan la boca.
Patricia, la peluquera, solo atendía adentro, y cerrado a las viejas clientas, las de mucha confianza. Tenía lapeluquería cerrada y la chica que lavaba el pelo y barría no estaba. Ante todo la seguridad. Patricia usaba barbijo y le daba a cada clienta un barbijo y cuando le tenia que retocar las raíces les alcanzaba un pañuelo de papel mojado en alcohol al 80% para que se taparan la boca.
La señora Elvira no ledijo a nadie que estaba con fiebre, por ahi Patricia le hubiera dicho,”pero,
Elvira, quédese en su casa” y con esas raíces no podía seguir, ir al programa
de Mirtha o tomarse un avión. Y siempre hay que estar preparada para todo. Mira
lo de esta pandemia. Ella tenia ocho botellas de aceite. Y tambien 4 botellas
de alcohol, desde antes de que dijeran nada.
Lo último que pensó en el
delirio de la fiebre es que atendía a la producción de Mirtha y que ella
pedía permiso para decir lo que pensaba sobre este presidente de los peronistas
y que en todos los programas de chimento reproducian el fragmento y las
fotos de la revista de Rial se las iba a mostrar a sus hijas cuando bajara del
avión.
Comentarios
Y describiste a todo un estereotipo, que bien podría estar en ese programa.
Esa gente sabes que anda por el barrio y en uno pobre también y mucha. Me hiciste recordar ese chiste que circula ahora que le dicen que tiene el virus y el hombre dice que no puede ser porque tiene 700 rollos de papel higiénico en la casa. Besos...