va poesía.

Ha terminado el festival de poesía al que me han invitado como lectora. Donde, de alguna manera, me han construído como poeta, porque al nombrarme Nilda Allegri, poeta, Argentina, me han dado una identidad que solo me había dado yo, al imprimir mis poemas en un libro de papel, un poco jugando, un poco creyéndomela y otro no.
Un poeta laureado, canadiense-francés, me ha entregado uno de mis poemas traducidos a su idioma, un gesto delicado ¿habrá entendido de que hablo?
Se trata, ese poema, del deslizamiento del significado de la palabra Havana en mi cabeza: los alfajores que mi papá compraba en Mar del Plata para traer de regalo, el Malecon y el café que ahora tiene tu nombre.

A la noche, o mejor dicho, a la madrugada, cuando es muy temprano para levantarme pienso en argumentos para poemas, nudos alrededor de una palabra, cosas que me agobian para poner por escrito. Salen cosas lindas que cuando me levanto me he olvidado.

Tambien envidio el hablar de cosas que me son tan ajenas en la escritura, como la Historia, lo mio es mas mínimo y tal vez ahí esta mi voz, no descarto que esté muy bien que cuente cosas pequeñas. No seré humilde (antes muerta que sencilla), me doy cuenta que las cosas que escribo son pequeñas musiquitas que llegan a destino, de tan cotidianas.  Cosas cotidianas como la muerte




Comentarios

Nocturno ha dicho que…
Merecida invitación y hubiera sido lindo ver algún video o escuchar registro de lo que ahí ocurrió.
Comparte tu poema en francés!
Un abrazo.
vodka ha dicho que…
lo haré. Mañana lo transcribo.

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