volveriola
no me dio ganas de hacer todo ese viaje. Ir primero hasta Retiro, luego subte, luego tren y bajarme cansada y medio dormida en Temperley, cruzar la plaza esa medio marina, con malditos barcos de cemento de adorno y despues tomarme un bondi y llegar casi hasta coto y donde vos vivias hay una plazoleta de formas irregulares, un pulmon verde, pero poco verde, unas mesitas donde no se sienta nadie, unas pintadas de Los Andes, tachadas por las pintadas de los de Temperley, de un mal gusto supino, en cuatro, un mal gusto que incluye escupideras, gorros piluso e insultos homofóbicos Igual fui y lo hice Para nada. El barrio tuvo el buen gusto de cambiar. Pero ahi en esa vereda jugabamos a las bolitas, en esa calle que no pasaba nada, poniamos los sacos y haciamos arcos, a vencer una y mil veces, y temperley quedaba lejos de todo, menos de nosotros. Alguna vez volví, cuando todavia ustedes vivian ahi y me senti terriblemente extranjero, como si hubiera nacido en Hungria o en Polonia y no le ...