un gonzalez tuñon
Raul Gonzales Tuñon, escribio este Blues de Rio Gallegos en 1932. Me pudo que le escriba una carta a la malamada y le diga hija mia. No es incestuoso, es otra cosa.
(fragmento)
Bien puede ser que con estas bellas cosas que te digo
escriba una canción, ahora, cuando nadie escribe canciones.
Aquí se vive de la luna y de los cazadores trashumantes.
Aquí se muere, hija mía, y por la noche
Mi espectro ha recorrido los prostíbulos,
mi gran alma canalla, ha conversado con mujeres torpes
de roncas voces y de ojos rasgados,
que conocieron a Sebastián Elcano.
La asamblea de los pingüinos prometía otras latitudes
desde el avión muchacha.
Pero yo te envío mi amor a doce grados bajo cero
y la señorita del correo no sabe nada,
mientras los obreros,
ah, los obreros envejecen en los frigoríficos y las veletas,
ah, las veletas en los tejados rojos enloquecen y en la calle ancha,
ah, y en la calle ancha debe estar esperando la muerte.
Patagonia, 1932
(fragmento)
Bien puede ser que con estas bellas cosas que te digo
escriba una canción, ahora, cuando nadie escribe canciones.
Aquí se vive de la luna y de los cazadores trashumantes.
Aquí se muere, hija mía, y por la noche
Mi espectro ha recorrido los prostíbulos,
mi gran alma canalla, ha conversado con mujeres torpes
de roncas voces y de ojos rasgados,
que conocieron a Sebastián Elcano.
La asamblea de los pingüinos prometía otras latitudes
desde el avión muchacha.
Pero yo te envío mi amor a doce grados bajo cero
y la señorita del correo no sabe nada,
mientras los obreros,
ah, los obreros envejecen en los frigoríficos y las veletas,
ah, las veletas en los tejados rojos enloquecen y en la calle ancha,
ah, y en la calle ancha debe estar esperando la muerte.
Patagonia, 1932
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