post morten
Pusieron lo que de mi quedaba
en un ataud de cartón
gruesito para que no desfondara
y ahi me ves
en la vereda de mi cuadra
tapado el envase con frazadas de perros
diarios usados
algunos ladrillos
que vanidad me llevo a pensar
que ese atadito de agua y hierro
y metales pesados
era yo
sobrevuela el lugar
mi alma
cuidando de que los carroñeros
no me perturben
me gustaría descansar en sagrado
en vez de sobrevolar mi cadaver
pero ni muerta tengo resuello
en un ataud de cartón
gruesito para que no desfondara
y ahi me ves
en la vereda de mi cuadra
tapado el envase con frazadas de perros
diarios usados
algunos ladrillos
que vanidad me llevo a pensar
que ese atadito de agua y hierro
y metales pesados
era yo
sobrevuela el lugar
mi alma
cuidando de que los carroñeros
no me perturben
me gustaría descansar en sagrado
en vez de sobrevolar mi cadaver
pero ni muerta tengo resuello
Comentarios
Marechalianos versos. Copio y pego el inicio del prólogo del Adán Buenosayres, que siempre me encantó:
"En cierta mañana de octubre de 192., casi a mediodía, seis hombres nos internábamos en el Cementerio del Oeste, llevando a pulso un ataúd de modesta factura (cuatro tablitas frágiles) cuya levedad era tanta, que nos parecía llevar en su interior, no la vencida carne de un hombre muerto, sino la materia sutil de un poema concluido."
Beso!