la imposibilidad del odio

hay gente que me ha hecho el mal, incluso a sabiendas.
En mi cabeza hay para ellos acidez, ironía,pero nunca odio. No por ser cristiana,no me vino la cosita del odio.
En cambio tengo un muy afilado estilete de la indiferencia.
No lo puedo manejar a piaccere: A veces necesitaría que los que me han hecho daño -de una manera u otra,no hace falta que me tiren brea en el capot del auto, a veces una palabra dicha para herir,o ni siquiera, dicha al azar-pasaran pronto al pozo infinito,sin final,de la indiferencia.
Pero no, permanecen flotando como malestar, como cadaveres inflados en un rio estancado.
Me gustaría tener ese sentimiento de olvido y desaire
Eso de que no vengas a estas costas,no hay muelle para vos.
Sin embargo no puedo odiar,no puedo y voy poniendo la otra mejilla como una descerebrada.
Se ve que no me creo gran cosa y que pienso que el otro debe tener sus razones.

No me gusta ser así.

Comentarios

El Demiurgo de Hurlingham ha dicho que…
Podría ser una buena opción la indiferencia, como revancha. Tiene cierto sentido.
Saludos.
f ha dicho que…
hace mal odiar.
es una buena medida la indiferencia.
abrazo
vodka ha dicho que…
mas mal hace no odiar a aquello que deberías.

Entradas populares de este blog

refranes

ud. piensa que es poco atractiva? : la teoría de Barney