la refutación de los varones a "una remera que diga"
Soy de pensar que el cuento del post anterior ("una remera que diga") solo puede ser cabalmente entendido por mujeres.
Pero pasó que hoy recibí una refutación a ese cuento, por sobre lacrado que me trajo un mandadero en motoneta, escrito muy al estilo de Fontanarrosa. Quien lo ha escrito, une escritor (no voy a decir si es varón o nena) dice que trató de imitar mi estilo, pero creo que le salió un cuento Fontanarrosa, perfecto: Inclusive te diré que tiene algo de Soriano, pero mas de esos cuentos de la mesa de los galanes.
No pienso afirmaré ni negaré si pienso que tiene razón: Lo que si pienso es que hay un real desencuentro entre lo que dos personas esperan la una de la otra. Y que ese desencuentro es estructural, no se trata de malas intenciones.
A mi el cuento me hizo reir y me hizo pensar que gracias a dios pertenezco al género de las casadas (un genero caído en desgracia, muy mal visto por el público en general ) y que ademas como soy una señora muy mayor ya no tengo que pasar por estas cosas. Creo que no sobreviviría. La calle es una jungla y ahí vienen les depredadores.
Entonces, con uds. el cuento de autor anonimo filo fontanarrosa, excelentemente bien escrito y muy turro en cuestiones de genero,
UNA REMERA QUE DIGA, LA REFUTACIÓN
Marquitos… Gordo… ¿cómo andan? Bien, che… ¿Qué hacés, Miguel, me traés un cortado? ¿Jugamos hoy? Hay que avisarle a Sergio así somos diez, por lo menos. No, el Pelado no va. Menos mal porque todavía tengo hecha mierda la rodilla del planchazo que me tiró el jueves. No se bancan ver jugar a un habilidoso, loco… Encima se caga de risa, el pelotudo. Che, ahí va la del tapadito marrón otra vez, debe laburar por acá. Está muy buena, algún día la voy a seguir a ver a dónde va. No, boludo, no le voy a ir a hablar en el medio de la calle. Pero por ahí va a un negocio, a una parada de colectivo, qué sé yo… Me gusta. ¿Veterana? ¿Qué te hacés el pendejo, boludo? Debe tener dos años más que vos. Bueno, cinco ponele. Y esas minas tienen otra cabeza, loco, saben lo que quieren. Bah, más o menos. Con esa del banco que estaba transando parece que se pudrió todo… O por lo menos hace rato que no hablamos. Bueno ¿ves? Típico caso que parece que quieren una cosa y después quieren otra. Si se terminó, mejor, porque las últimas veces fueron medio embolantes… Che Marquitos ¿cuánto te pidieron al final por el Astra? Ah, bastante bien… ¿Vas a agarrar? Está bueno para tunearlo. Los accesorios los conseguimos a buen precio, le digo al Pelado. No, yo para andar armando autos no estoy… te ayudo, si querés, pero no voy a meter guita en eso… ya fue. Ah, te quedaste enganchado con lo de la del banco ¿eh? Me parece que te gustaba y eso que la viste solamente en foto. Nah, nada de gorda, quisieras ver… Desde ya que no era flaca pero lo que tenía lo usaba muy bien. Cogía hermoso, mucho mejor que Antonela… Lo que pasa es que no sé qué mierda quería. Pensé que un tipo para coger y que la trate bien, que eso quería. Me dijo que novio no buscaba, que el pelotudo del padre de la hija, Emanuel creo que se llamaba, se había ido y que por ahora pareja no necesitaba, que se dedicaba a la hija y punto. Solamente quería que nos veamos cada tanto y listo. Genial para mí, diez puntos. Igual charlábamos, no es que era hola polvo y chau, pero cada vez el tema se ponía más espeso. Que el ex, Emiliano se llamaba, no Emanuel, no, ni idea quién era, que la hija, que la chica que cuida la hija, y que vos qué, y que tu novia… Un día le mostré una foto de Anto. Sí, una pelotudez, pero se estaba poniendo rompebolas. Era como para decir Anto es mi novia y con vos nos juntamos a garchar, en eso quedamos y eso es lo que me dijiste que querías. Pero no, después me empezó a escribir mensajes… Todo bien. No, no es que me fuera a hacer quilombo con Anto, pero la mina quería hablar de sus cosas, quería una compañía, no sé qué mierda quería, creo que ni ella sabía. Ya me veía un domingo cayendo con los ravioles para almorzar con ella y la hija. Es que es así, cuando te acordás ya te enganchaste. La mina era linda, otra cabeza, estudia en la facultad, nada que ver con Anto, pero yo estoy bien así, ya está. Me engañó verla tan autosuficiente: todo cuento. El asunto es que yo trataba de no darle tanta bola con su mambo y ella me trataba cada vez más como si fuera un pelotudo desconsiderado, pero yo siempre la traté bien. Bien, pero hasta ahí, tal cual habíamos quedado. Yo creo que siempre fui claro, nos conocimos por Tinder, ¿qué pretensiones podés tener con alguien que conocés por Tinder? Pero con las minas no hay que confiarse, picás y después te corren el arco. ¿A ustedes no les pasa eso, loco?. Che, me voy, el Pelado ya va a abrir. Está bien que en estos días hay poco movimiento pero igual. ¿Me cobrás, Miguel? En la cancha a las nueve, entonces. No fallen, no sean pelotudos, sobre todo vos, Gordo ¿necesitás que le hablemos a tu mujer para que te de permiso? Si vuelve a pasar la del tapadito controlen para donde va y después me dicen. Yo la vi primero, no sean cagadores. Igual las minas deberían andar con una remera que diga exactamente lo que quieren así después no hay quilombo. Chau gente, nos vemos.
Pero pasó que hoy recibí una refutación a ese cuento, por sobre lacrado que me trajo un mandadero en motoneta, escrito muy al estilo de Fontanarrosa. Quien lo ha escrito, une escritor (no voy a decir si es varón o nena) dice que trató de imitar mi estilo, pero creo que le salió un cuento Fontanarrosa, perfecto: Inclusive te diré que tiene algo de Soriano, pero mas de esos cuentos de la mesa de los galanes.
No pienso afirmaré ni negaré si pienso que tiene razón: Lo que si pienso es que hay un real desencuentro entre lo que dos personas esperan la una de la otra. Y que ese desencuentro es estructural, no se trata de malas intenciones.
A mi el cuento me hizo reir y me hizo pensar que gracias a dios pertenezco al género de las casadas (un genero caído en desgracia, muy mal visto por el público en general ) y que ademas como soy una señora muy mayor ya no tengo que pasar por estas cosas. Creo que no sobreviviría. La calle es una jungla y ahí vienen les depredadores.
Entonces, con uds. el cuento de autor anonimo filo fontanarrosa, excelentemente bien escrito y muy turro en cuestiones de genero,
UNA REMERA QUE DIGA, LA REFUTACIÓN
Marquitos… Gordo… ¿cómo andan? Bien, che… ¿Qué hacés, Miguel, me traés un cortado? ¿Jugamos hoy? Hay que avisarle a Sergio así somos diez, por lo menos. No, el Pelado no va. Menos mal porque todavía tengo hecha mierda la rodilla del planchazo que me tiró el jueves. No se bancan ver jugar a un habilidoso, loco… Encima se caga de risa, el pelotudo. Che, ahí va la del tapadito marrón otra vez, debe laburar por acá. Está muy buena, algún día la voy a seguir a ver a dónde va. No, boludo, no le voy a ir a hablar en el medio de la calle. Pero por ahí va a un negocio, a una parada de colectivo, qué sé yo… Me gusta. ¿Veterana? ¿Qué te hacés el pendejo, boludo? Debe tener dos años más que vos. Bueno, cinco ponele. Y esas minas tienen otra cabeza, loco, saben lo que quieren. Bah, más o menos. Con esa del banco que estaba transando parece que se pudrió todo… O por lo menos hace rato que no hablamos. Bueno ¿ves? Típico caso que parece que quieren una cosa y después quieren otra. Si se terminó, mejor, porque las últimas veces fueron medio embolantes… Che Marquitos ¿cuánto te pidieron al final por el Astra? Ah, bastante bien… ¿Vas a agarrar? Está bueno para tunearlo. Los accesorios los conseguimos a buen precio, le digo al Pelado. No, yo para andar armando autos no estoy… te ayudo, si querés, pero no voy a meter guita en eso… ya fue. Ah, te quedaste enganchado con lo de la del banco ¿eh? Me parece que te gustaba y eso que la viste solamente en foto. Nah, nada de gorda, quisieras ver… Desde ya que no era flaca pero lo que tenía lo usaba muy bien. Cogía hermoso, mucho mejor que Antonela… Lo que pasa es que no sé qué mierda quería. Pensé que un tipo para coger y que la trate bien, que eso quería. Me dijo que novio no buscaba, que el pelotudo del padre de la hija, Emanuel creo que se llamaba, se había ido y que por ahora pareja no necesitaba, que se dedicaba a la hija y punto. Solamente quería que nos veamos cada tanto y listo. Genial para mí, diez puntos. Igual charlábamos, no es que era hola polvo y chau, pero cada vez el tema se ponía más espeso. Que el ex, Emiliano se llamaba, no Emanuel, no, ni idea quién era, que la hija, que la chica que cuida la hija, y que vos qué, y que tu novia… Un día le mostré una foto de Anto. Sí, una pelotudez, pero se estaba poniendo rompebolas. Era como para decir Anto es mi novia y con vos nos juntamos a garchar, en eso quedamos y eso es lo que me dijiste que querías. Pero no, después me empezó a escribir mensajes… Todo bien. No, no es que me fuera a hacer quilombo con Anto, pero la mina quería hablar de sus cosas, quería una compañía, no sé qué mierda quería, creo que ni ella sabía. Ya me veía un domingo cayendo con los ravioles para almorzar con ella y la hija. Es que es así, cuando te acordás ya te enganchaste. La mina era linda, otra cabeza, estudia en la facultad, nada que ver con Anto, pero yo estoy bien así, ya está. Me engañó verla tan autosuficiente: todo cuento. El asunto es que yo trataba de no darle tanta bola con su mambo y ella me trataba cada vez más como si fuera un pelotudo desconsiderado, pero yo siempre la traté bien. Bien, pero hasta ahí, tal cual habíamos quedado. Yo creo que siempre fui claro, nos conocimos por Tinder, ¿qué pretensiones podés tener con alguien que conocés por Tinder? Pero con las minas no hay que confiarse, picás y después te corren el arco. ¿A ustedes no les pasa eso, loco?. Che, me voy, el Pelado ya va a abrir. Está bien que en estos días hay poco movimiento pero igual. ¿Me cobrás, Miguel? En la cancha a las nueve, entonces. No fallen, no sean pelotudos, sobre todo vos, Gordo ¿necesitás que le hablemos a tu mujer para que te de permiso? Si vuelve a pasar la del tapadito controlen para donde va y después me dicen. Yo la vi primero, no sean cagadores. Igual las minas deberían andar con una remera que diga exactamente lo que quieren así después no hay quilombo. Chau gente, nos vemos.
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