En la larga marcha fue a buscar todas las imágenes de si que volaron por el aire, como en aquella arquitectura de la infancia, los castillos de cartas que se hacían, seriola con techito por si llueve, triangulando edificios de cartón finito, uno al lado de otro, base ancha, baseporaltura, tres pisos, mas no daba el mazo oloroso a manos de viejos.. Y adentro de las carpas de cartas asomaban mujeres de polleras cortas, sotas con oros,bastos, espadas o copas. Cuatro de copas, eso. una casi nada,Y a veces de repente un ancho de los buenos , un culo sucio,un oro pleno, pero portando olor a pis.Oro,orin, urines. Y al volar las cartas por el aire, como si lo hubiera contado el reverendo hijodeputa que le sacaba fotos a Alicia y sabia de las matemáticas ella buscaba imágenes de si. Y todo se transforma en un aletargado calidoscopio que tiene dentro de si tantas imagenes que dan vuelta como si te hubieras merendado con ayaguasca, untada en cascara de banana y espolvoreada con nuez...