viejos

Transitar la vejez debe ser algo extrañamente hermoso, me dice alguien por twitter, alguien joven, que no obstante debe haber pensado mucho en el Tiempo porque trabaja con momias en un Museo de montaña.
Y me deja pensando. Lo que es difícil es entrar en la vejez. Lo mas parecido que se me ocurre (porque voy a ir a un parque temático en enero y me la paso viendo cosas de ese parque) es cuando entras en un tren fantasma, y vas por un tramo tranqui, al inicio. Todavía no hay nada ominoso, incluso si te das apenas vuelta, ves a la gente que se quedó haciendo cola, las otras atracciones, el que vende helados en un carrito. Sin embargo sabes que algo va a pasar, acá lo que va a pasar es tu muerte.
No quiere decir esto que no te puedas morir antes Mafale que si. Tengo 63 y en el camino quedaron mucho mas jovenes. El primer muerto que  recuerdo-no recuerdo es un niño de mi escuela a cuya casa acompañe a la representación de la escuela: La maestra y la directora llevaron unos pocos niños a modo de delegación. No era de mi curso, y no tengo ni puta idea de quien era, pero recuerdo la casa, el escalón de entrada, esas cosas banales. También se murió a los 13 el gallego moraña, que era muy feo y colorado, tenia cara de bicho y se le cayó un calefón de kerosenne encima y siguen las firmas. Estos días me estuve acordando de mi cosmetologa, que a los 54 me decía que yo era muy sexy y me daba mucha risa porque en el espejo yo me veia simplemente cachivache. Mi cosmetologa, Liliana, era todo lo que yo hubiera querido ser: Casi había sido contadora, pero habia seguido el llamado de la vocación de vender cremas y lo hacía con una convicción envidiable, y supongo que era la mejor. Puedo decir que tenia una vida totalmente sana y paradojicamente se la morfó un cáncer.

Asi que no es que considere la muerte patrimonio de la vejez pero la hija de puta me sopla en la nuca, como un vientito que viene de una ventana mal cerrada.
Una vez que entraste en la vejez , miras que hay y te sorprende no encontrar lo que te dijeron que había alli: No te has vuelto mas asexuada, ni mas sabia, ni mas nada. SOs la misma (claro, te duele todo habitualmente, pero no le das bola)y tenes cierta impunidad porque nadie espera nada de vos.
Podes hacer papelones tranquilamente. Por ej. yo ayer tenia que estudiar para un final y decidí bañarme después de hacer los resúmenes. En el medio me acordé que quería ir al supermercado. No me había puesto ropa interior, tenia un vaquero y un pulover abrigado del revés. Bueno, me calce la campera y me fui ¿quien se va a fijar? Nadie.
Haces esas cosas.
La vejez es un secreto y no te lo voy a contar.

Comentarios

Amapola Azzul ha dicho que…
Lo hermoso está en ser feliz, que los achaques no entorpezcan el sentir de la vida.

Y que

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