En la peluqueria de Patricia, que queda atrás del Coto, las mujeres son contadoras, profesoras, esposas de tipos que trabajan en la aviación y cosas así: Yo misma pertenezco a esa clase de personas.
Hablan de Cancun, del viaje por Europa, y sobre todo, pero por sobre todas las cosas las clientas de Patricia aman Miami.
Ahi -no deja de ser una peluquería de barrio, y yo misma voy como desde hace ocho años- no queda títere con cabeza: las cuñadas, las suegras, las nueras son demolidas con el filo roto de las palabras repetidas hasta el infinito.
Mirá si será de barrio que no te cobran con tarjeta: todo taca taca. Patricia no cobra demasiado pero todo cash. Y tampoco -salvo error o sorpresa- te ofrecen cafe: Algunas veces ronda el mate y otras un café de micro de larga distancia.
Todas absolutamente son macristas: por eso ahora no se habla de política. Yo gozo como una vencida hablando del desastre que "hicieron estos" Me agrando, canchereo.
Allí el target es 35 años hasta la muerte: la he visto a Patri llevar a alguna clienta a la casa, porque pobre no puede manejarse sola. En esa peluquería no te van a dejar en banda.
Las chicas empleadas cambian bastante, agarran experiencia y después se ponen sus propias peluquerias.
A mi me consciente: es la única persona que entiendo me bancó fuerte en mi época de vacas flacas, me cobraba tan la mitad que a las otras,que me daba vergüenza y también un poco de alivio.
No puedo dejar de hacerme el tinte, no es que este totalmente canosa ni nada por el estilo pero el pelo finito que tengo, se va poniendo rojo caca , o paja merda después de un mes.
La jipitud que me sostiene en andas en estos sesenta años tan sorpresivos que me llegaron no me da para andar canosa. Tal vez si tuviera el pelo largo y ondeado y grueso como una lesbiana que me cayera en cascada por la espalda, me animaría. Tengo un pelo de persona que se está quedando pelada por las radiaciones por un tratamiento contra el cáncer.
Me doy cuenta ahi que soy poco sorora. No me sale identificarme con esas otras clientas, me siento de otra estirpe, como si fuera una india fueguina llevada a la primera exposición mundial de Paris, esa donde inauguraron la torre eiffel, que era una joda y quedó.
Necesito teñirme el pelo, el jueves tengo fiestonga. Viajaré una hora de ida y otra de vuelta y entraré en ese mundo femenino tan lejano al mio como cuando era chica y jugaba a las visitas de señora poniendome un sombrero de rafia de mi madre que andaba por ahi.
Hablan de Cancun, del viaje por Europa, y sobre todo, pero por sobre todas las cosas las clientas de Patricia aman Miami.
Ahi -no deja de ser una peluquería de barrio, y yo misma voy como desde hace ocho años- no queda títere con cabeza: las cuñadas, las suegras, las nueras son demolidas con el filo roto de las palabras repetidas hasta el infinito.
Mirá si será de barrio que no te cobran con tarjeta: todo taca taca. Patricia no cobra demasiado pero todo cash. Y tampoco -salvo error o sorpresa- te ofrecen cafe: Algunas veces ronda el mate y otras un café de micro de larga distancia.
Todas absolutamente son macristas: por eso ahora no se habla de política. Yo gozo como una vencida hablando del desastre que "hicieron estos" Me agrando, canchereo.
Allí el target es 35 años hasta la muerte: la he visto a Patri llevar a alguna clienta a la casa, porque pobre no puede manejarse sola. En esa peluquería no te van a dejar en banda.
Las chicas empleadas cambian bastante, agarran experiencia y después se ponen sus propias peluquerias.
A mi me consciente: es la única persona que entiendo me bancó fuerte en mi época de vacas flacas, me cobraba tan la mitad que a las otras,que me daba vergüenza y también un poco de alivio.
No puedo dejar de hacerme el tinte, no es que este totalmente canosa ni nada por el estilo pero el pelo finito que tengo, se va poniendo rojo caca , o paja merda después de un mes.
La jipitud que me sostiene en andas en estos sesenta años tan sorpresivos que me llegaron no me da para andar canosa. Tal vez si tuviera el pelo largo y ondeado y grueso como una lesbiana que me cayera en cascada por la espalda, me animaría. Tengo un pelo de persona que se está quedando pelada por las radiaciones por un tratamiento contra el cáncer.
Me doy cuenta ahi que soy poco sorora. No me sale identificarme con esas otras clientas, me siento de otra estirpe, como si fuera una india fueguina llevada a la primera exposición mundial de Paris, esa donde inauguraron la torre eiffel, que era una joda y quedó.
Necesito teñirme el pelo, el jueves tengo fiestonga. Viajaré una hora de ida y otra de vuelta y entraré en ese mundo femenino tan lejano al mio como cuando era chica y jugaba a las visitas de señora poniendome un sombrero de rafia de mi madre que andaba por ahi.
Comentarios
hay que aggiornarse siempre, por fuera por dentro por todos lados... suerte con la fiestonga entonces.... parece que promete.... besos!!!
Macristas en peluquería de barrio (que cobra razonable) no imagino peor mundo que ese. Pobre Patricia!
La jipitud siempre suma tanto! qué importan las canas.
Saludos desde Mundo Aquilante!
No, Jose Luis, es el Coto Temperley, barrio clase media baja, o media no se. Barrio como el mio. Los macristas saltan por todos lados.
No se, Mundo, si siguen siendolo por que solo hablan de mascotas y nueras.