vereda tropical
como en una novela de Puig, cae la noche tropical.
A la derecha, el mar
A la izquierda, la cinta de la calle, vacía y mas allá -todo obscuro- el verde de la plaza evoca otro mar. El horizonte no se ve en ninguno de los dos laterales.
Camina entre mares
Seria justicia que estuviera vestida con holandas, blancas, mecidas por el suave viento caliente del trópico, zarandeándose las telas, haciendo su figura volutas como de humo, pero no.
Botella de ron en la mano, pensando en verandas, en vientos tropicales, un junco mecido por el cálido viento del Caribe.¡es tan fragil, camina con tanta seguridad, el Atlántico a un paso, la oscuridad, la vereda tropical. El relato que mejor que la cabe es el de ser contada por un personaje de una novela de Puig.
Ella soy yo en un sueño de alguien que leyò demasiado.
A la derecha, el mar
A la izquierda, la cinta de la calle, vacía y mas allá -todo obscuro- el verde de la plaza evoca otro mar. El horizonte no se ve en ninguno de los dos laterales.
Camina entre mares
Seria justicia que estuviera vestida con holandas, blancas, mecidas por el suave viento caliente del trópico, zarandeándose las telas, haciendo su figura volutas como de humo, pero no.
Botella de ron en la mano, pensando en verandas, en vientos tropicales, un junco mecido por el cálido viento del Caribe.¡es tan fragil, camina con tanta seguridad, el Atlántico a un paso, la oscuridad, la vereda tropical. El relato que mejor que la cabe es el de ser contada por un personaje de una novela de Puig.
Ella soy yo en un sueño de alguien que leyò demasiado.
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