el cuento de navidad

Como cuando era niña leía a Dickens y sabía que cada  navidad escribía un cuento,tome hace cuatro años el compromiso de escribir un cuento de navidad.
Como mi vieja esta vieja, la nochebuena y la navidad se festeja en casa, a la noche en el patio, al mediodia en el enorme cuarto que era de mis hijos y ahora es un comedor.
Es muy forzado porque no me sale nada brillante entre la resaca del pan dulce y la mayonesa.

pero las tradiciones son para cumplirlas

UN CUENTO DE NAVIDAD

El viejo Almazán se había ido de la casa, echado por la mujer hacia como 30 años. Como los hijos eran mayores entonces (ahora serían abuelos)  no se había afanado por llevar plata ni nada. Al principio les había hecho llegar la dirección pero hacia una punta de años que ante la indiferencia de ellos, y por que no decirlo, la de él, que no pensaba en el pasado, no extrañaba nada,  era como que nunca hubiera tenido familia.
Estaba jubilado con la mínima pero había comprado un vino de 150 pesos para esa noche, donde la pasaría solo. Es mas, tenia una televisión color, sin cable, pero era suficiente para pasar la noche buena decentemente mirando la alegria forzada de los conductores de tv.. Los casi ochenta le pesaban sobre todo en las piernas. Muchos años de andamio, muchos de revolear ladrillos, de ir y venir por el conurbano hasta caer en esa casilla prestada para siempre en El Jaguel, que él había mejorado un poco con material robado de las obras, un balde de cemento, tres ladrillos, contrabando hormiga en el bolso,casi nada, tan imperceptible que ningún capataz hubiera llamado robo.
De mujer nada.Hacia como veinte años que no se traía una mujer para las casas. Las ultimas veces había sido un desastre: Él no habia podido. tal vez por el vino de cada día, tal vez por los remedios para la presíon.  y ellas ni habían cocinado un guiso de olla. SImplemente no había funcionado y entonces para qué. Ademas, no le interesaba. Nada le interesaba
Era un levantarse un día después de otro, cebarse unos amargos, mirar el tiempo para ver si iba a llover o el sol iba a rajar la tierra.
Cuando el vino se acababa, cuando la modorra de las doce de la noche lo hacía casi dormir encimado a la única mesa, el viejo Almazan se vio joven, poderoso, fuerte, con su mujer y sus cinco hijos, poniendo la estrella en el árbol de la casa. Afuera la villa Itatí, donde vivían,  bullía de cuetes y cañitas
Se vio en un  un tiempo tan feliz que se le dibujó una sonrísa en la casa y vio dos personas brillantes a su lado. Son dos ángeles pensó, igual la puerta había quedado sin llave, no tuvo empuje ni para  preguntar que hacían alli. Cerró los ojos.
Cuando el vecino de al lado vino a saludarlo por la navidad, Almazan estaba duro de puro muerto y la sonrisa seguía en sus labios.


el cuento de navidad de 2015
https://sirenasahogadasenvodka.blogspot.com/2015/12/cuento-de-navidad.html

Comentarios

El Demiurgo de Hurlingham ha dicho que…
Más desafortunado que el personaje de Dickens, que por lo menos tenía un lugar donde vivir, como dinero. Y al protagonistas de tu cuento no lo visitaron ni siquiera los fantasmas.
Está bien contado.
Un abrazo.
Felices fiestas.
JLO ha dicho que…
después me decís a mi que estoy negativo jaja. Conozco EL Jaguel, es la muerte misma ja.

Los cuentos de navidad deben ser así, oscuros o no deben ser...
vodka ha dicho que…
o sea que te gustó, José Luis?
gracias Demiurgo, vos siempre me decis cosas lindas.

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