Kandor primer capitulo de mi novela: Falacias Escolares
Capitulo
1- Falacias escolares
-Si, soy yo el que buscás.
El mismo, ¿Cómo no voy a recordar a
Norma? La conocí cuando fue mi alumna, y después la vi poco pero intenso. Si querés te lo
cuento.
El viejo y ella quedaron solos
en buffet del club, cuando se fue el último de la categorìa 2009 que practicaba
ese dia. Después de muchas vueltas, con
una conversación que daba vueltas sobre lo insulso, como una coreografias de insectos
idiotas, pudieron hablar de Kandor.
La hija de Norma lo había
gugleado y el nombre que su madre tenia anotado en el cuaderno, finalmente había aparecido, etiquetado mil veces, en el instagram del Orientación Juvenil de
Avellaneda como “Don Tito, el profe, alias Roberto Vaccaro” en fotos de
campeonatos de liga.
Roberto Vaccaro, para
todos Don Tito, con las marcas gestuales de haber sido profesor, y ahora
jubilado, y además, encargado de esa institucion de malamuerte que fue haciéndose
invisible para el barrio, agonizando, hasta que un iluminado enganchó
el negocio del futbol infantil, treinta años atrás.
Norma lo había mencionado
en los cuadernos que llenó en su ultimo tramo de vida, el de la internación. A
primera vista, no parecía que ese hombre, adocenado y gentil, hubiera acompañado a su madre en aventuras o
delirios: su vida de viejo no te dejaba resto, uno podia creer que sabia de él,
de su transcurrir,como si estuviera
diseñado para era venderle coca colas y
alfajores Capitán del Espacio a los pibes, y cerveza a
los diferentes grupos de pelotudos que alquilabas canchas para jugar
papi en el Orientación. En ese universo previsible, Kandor, no tendría
posibilidad. Pero esa intución era erronea.
- ¿Kandor? , dijo,
tosiendo con flema el viejo - sabía que
eso iba a volver a pedirme cuentas, y ahora caés y después de todo, está bien.
– Don Tito, o mejor Roberto, ahí era nuevamente Roberto, el que ayudó a Norma, el
que la mira a los ojos y era como llegar a un refugio en un camino cuando
llueve, era como llegar a algún lado.
- No hablé de Kandor con nadie, ni con mi
finada esposa, y desde que dejè la escuela me limito a hacer chistes después de los partidos y los muchachos me
cargan y no me importa. Tengo perspectiva, los veo venir, y hasta te digo que a
veces me dan vergüenza ajena las tomadas de pelo, Buena gente, para ellos. que
tienen treinta largos, venir club es el equivalente a tirarse una
cana al aire, una oportunidad de fugarse
del matrimonio unas horas , y creerse que aun juegan al futbol, aunque la mayoría esta echando panza,
parecen muñecos de metegol, y eso que
algunos fueron virtuosos, y hasta se probaron en clubes grandes. El club es un buen lugar para mí. No tengo ningún
problema en escucharlos hablar de cualquier cosa, que siempre son las mismas
dos o tres.
En cuanto a los viejos de
aquellas mesas, ves? Los viejos en general me caen bien, son mis paisanos
generacionales y si no tenes apuro, y estás
atenta, podes entender mejor. ¿Qué cosa? La vida.
- ¿Te dijeron que te
pareces a tu mamá cuando abrís grandes los ojos? No quiero irme del tema, pero es difícil explicar
Kandor Me gusta que seas justamente vos la que me vino a preguntar. La hija de
Norma, mirá
Y mientras él le servía
una coca –atención de la casa, dijo Don Tito-
y ella se comía un pancho, lo
escuchaba como en misa: - Nos conocimos de la escuela. Yo era profesor y –pobrecita-
Norma confió en mí, cuando me necesitó, años después. Eso es bueno, sentir que
la siembra dió algo, que algún alumno de la escuela pensó en vos como genuino. ¿Tenés
tiempo?
-Si, don Tito, tengo
tiempo, creo. Roberto.
Él se dio cuenta que era
un chiste, por que los ojitos marrones se le volvieron mas brillantes
- Lo primero que tenes que
saber es que en las escuelas enseñan cosas que
no son como ahí se dice. En todas las áreas escolares te meten bolazos. La
Historia no es como te la cuentan, el ciclo del agua no tiene
demasiado que ver con el dibujito (lago, nube, lluvia, flecha) y en cuanto a la
célula, es suficiente mirar el gráfico con las mitocondrias que cualquier profesora
de Naturales hace en el pizarrón y compararlo con una verdadera célula de
microscopio electrónico, para darte cuenta que te están mintiendo. Así en todo.
Yo enseñaba matemática, pero la matemática es otra cosa.
Para que puedas entender lo de Kandor, primero tenés
que renunciar a ciertos saberes escolares. El mejor método para reconocer si una historia es verdadera, es que le van a sobrar cachos, porque solo las ficciones son
perfectas, la realidad siempre parece altamente improbable, exagerada, o sin
fundamento
A la hija de Norma esto no le sonaba extraño. Sabía
que armar ficciones no es tan difícil y que la realidad resulta forzada,
siempre bizarra o sutil y muy difícil de probar. Acaso todo sea una cuestión de
fe, pensó mordiéndose el labio inferior.
Roberto la agarra de las manos. Ninguna violencia en
ese gesto desmedido, el amarre de un viejo que no conocía aferrandola con manos artrósicas y manchadas, firmemente, en
una vez primera. Fue como si uno de los
dos estuviera resbalando al vacío y
salvarse dependiera de la fortaleza de esa unión.
Entonces entró en tema. Y lo que dijo encastraba
limpiamente con lo que había leìdo en el
cuaderno espiralado de su madre.
-Yo tuve a Kandor en mis manos, yo vi su bóveda y su
nube y su gente antes del fin. No será experimentalmente demostrable, pero nadie me va a prohibir que te narre la
historia. En el ochenta y dos, antes de Malvinas, ella me pidió que me deshiciera de ese mundo embotellado. Yo lo vi.,
y estoy acá para contarlo. Para contártelo.
Al llegar a ese punto los dos estaban cansados y entendió que era suficiente. Ya eran las diez de la noche, en la vereda no debería haber ni un alma, algún delivery repartiendo pizza, poco mas.. Agendó el número de celular del viejo, le dijo gracias y quedó en una comida con fotos de Norma y contarle la parte de la historia que ella tenía. Contarle todo, dijo.
Don Tito no parecía con ganas de interrumpirse y seguía
con su argumento. Así son los viejos, tienen miedo de no ser entendidos y te
machacan como herreros.
- Esperá que
pongo la cadena, apago las luces y te acompaño a la parada del colectivo, y de
paso te doy un mensaje para la vida: tenes que darte cuenta que todo lo que
aprendiste en la escuela es mentira y empezar a mirar la realidad con otros ojos. Mi finada mujer decía
que la tenía podrida con lo de la línea del tiempo ¿a vos no te hicieron hacer líneas
del tiempo esa insípida tarea para el hogar planificada por maestritas que
quieren meterle a los pibes simplificaciones básicamente erróneas, de cómo se cocinan las cosas del mundo
Tomemos por ejemplo: la Revolución de Mayo. A
saber: los chicos cortan segmentos de tiras de papel y hacen un largo
rectángulo de base larga y altura pequeña, digamos un metro por cinco
centímetros donde van jalonando, suponete
Invasiones Inglesas, Revolución de Mayo, Primera Junta, todo el
Billiken. puedo afirmar: allí hay una falsificación ideológica. El tiempo no
funciona así.
Don Tito se pasa una mano por la cabeza, como si
todo dependiera de que ella entendiera esto:
- El saber escolar degrada lo complejo, los
pedagogos lo llaman transposición didáctica y yo digo mierda de perro. La mera
existencia de Kandor me tendría que impulsar –si me quedara resto- a la cruzada de promover que los profesores de
Historia dejen de pedir la construcción de líneas de tiempo.
Caminaron tres cuadras, el viejo se había quedado
callado y ya se veía venir al Cañuelas como a cinco cuadras. Levantó la vista y
como si tuviera que intentar decir todo, volvió a hablar, creo que más para él que
para la hija de Norma
-
Kandor
me enseñó algo de lo que yo supe desde siempre, que se me fue anunciando desde
antes: el tiempo no es un tubo, ni una recta, ni el recorrido llano y parejo
que va de acá para allá. El tiempo lineal es una idea para infantes. Una
transposición didáctica de algo inabarcable.
Un intento de payasos para explicar el
infinito, lo Absoluto, con un chirimbolo
de Papel canson y fibrones de color...
Era tranquilizador escuchar a un animal de escuela
denunciando el fraude en la clara y fría
noche bonaerense. Es probable que junto con la función social de domesticar, la
escuela también tenga la tarea de tranquilizar la cercanía de lo inefable, esas
cosas terribles que se advierten cuando se es pendejo y todavía se está en
carne viva, pero que después uno olvida. Quizá es tarea propia de la escuela todos los días agarrar a un inocente y devorarse lo Unico que lo habita
-
“El tiempo pasa.” Pero ellos (quienesquiera que fueran, los
bienpensantes que no se quieren complicar la vida, no te creas piba que estoy
loco como para imaginarme un complot, hablo de la medianía, de la chatura)
ocultan que el tiempo retorna, que el
tiempo da vueltas, se aplasta, se hace finito, desaparece, saltiquea como una de
primer año en la clase de Educación Física. En un nivel, cualquier nabo puede
darse cuenta que nace en l946 y muere en el 2018. Y que pasó el tiempo. Esa
mirada donde los años van para adelante esconde muchas mentiras. No cierra, es
como si vos quisieras resumir la historia de las religiones con un misal de
iglesia, como si vos quisieras enseñar –como me enseñaron a mi los curas- música
con las biografías de una treintena de compositores, sin escuchar un sonido.
El colectivo estaba en la otra cuadra. Entonces don
Tito, que tuvo a Kandor en sus manos y se deshizo de él, dice
-
El
tiempo va para atrás, o se abrochan pasado y presente, o en un triple salto mortal sin red, el pasado
inunda el presente o el futuro se derrama como leche sobre el pasado o del presente,
o tiempo y espacio hacen moños, parábolas, hipérboles, mariposas.
Mirá, que suerte, ahí viene el Cañuelas, la familia
sigue viviendo en Piñeyro ¿verdad? ¿Tenes la SUBE ? Llamame y arreglamos.
La hija de Norma le da un beso y un abrazo y él, ese
desconocido, se queda mirando, o dandole
manija a sus teorías.
La no sucesión temporal (o mejor aún, la corrupción
de la normal sucesión temporal por lo no sucesivo) se encarajina mas aun si uno
le mete adentro lo del espacio. Se. dice acá esta la Argentina , acá la China , acá Polonia. Pero a
veces, como en la historia de Kandor, hay una hambruna en la China en 1906 y alguien emigra de un gueto de Polonia años
mas tarde y una tercera persona lee a Pizarnik en 1974 y
todo eso confluye en una ciudad triste y bella y falsa, una ciudad cuya gente
sabe en sueños idiomas que no ha aprendido, que vienen de viajes en barco,
gentes que sin embargo hablan con un acento que suena a dura plata, a plata de
luna, la gente del Río de la Plata ,
de la argenta plata blanca con que esta hecha la dura realidad de la gente que
ha bajado de los barcos y tiene nostalgia de un objeto que ha perdido y que
nunca va a volver a encontrar.
Y de las otras personas que vinieron a Buenos Aires
en tren, con una valija de cartón prestada, con poca ropa y muchos sueños, y le
entraron al conurbano por Retiro, con una dirección en un papel, esperando.
Todos esperamos.
Comentarios
¿Y la vas a ir publicando así por capítulos?... ¿acá?
Eso no se ve todos los días por estos lares.
Pinta bien.
Beso y suerte
no estan ordenados los capitulos, pero bien que me gustaria
faltan partes y no se como terminarla pero tengo escritas mas de 100 hojas.
¿Puedo identificarme con Tito o todavía es muy pronto?
Saludos,
J.
Saludos