demasiado ego
¿Has encontrado la solución a la adivinanza?
-preguntó el Sombrerero, dirigiéndose de nuevo a Alicia.
No. Me doy por vencida. ¿Cuál es la solución?
No tengo la menor idea -dijo el Sombrerero.
Ni yo –dijo la Liebre de Marzo.
Excusas para el te-esperè tanto verte-
Es tan tarde, tan tarde
Demasiado ego en tu equipaje
y ya no tengo excusas
No hay sitio para mi en la mesa
no hay vino
y estoy cansada de esta merienda de locos
a la que asistí sin tenerte.
Gracias Lewis Carroll.
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