Un par de garches.
En este momento, mientras este avión vuela (espera que me fijo en la ventana) sobre los Andes, me vino en ganas contarte la historia de la niña de Guatemala. Resulta que ella vendía unos parlantes por mercado libre y quedó, de paso al trabajo, juntarse -por una cuestión de seguridad- en el café Havana de Constitución con un comprador. Para facilitar la cosa le mando una foto por whatasaup y él le envió, como contrapartida otra, y ahi estaban hablando de parlantes y él tuvo la la intención de pagar los dos cafés -una estafa- pero ella, lo había primereado y el suyo con la medialuna estaba pago. EL tramite de venta fue limpio, miró los parlantes por arriba y acercó el dinero convenido pero el encuentro se extendió por una hora y al pararse, en forma totalmente inesperada, el metió su húmeda, tibia, hermosa lengua en la boca de ella, que en ese momento y sin saberlo se transformó en la niña de Guatemala. La cuestión es que se empezaron a ver. Cada tanto: Ella era muy ...