una casa con diez pinos.
Escribir es como tener la casa del emperador de la China, en Pequin. Una casa con 1000 cuartos.
Es como ser un italiano que viene despues de la guerra y se compra un terrenito y sin saber nada de ingeniería se pone a edificar en las afueras, Guernica o Aldo Bonzi. Una casa chorizo a la que se le van agregando cuartos una vez que las nenas no pueden dormir mas con los nenes, o cuando la grande se casa y viene a vivir con el marido.
Escribir es agregarle cuartos a la vida.
Y en cada uno guardar cosas: El estar, donde pueden entrar todos,
O el cuarto del loco, al fondo, ese cuarto vergonzante, después del jardín, como en la pelicula El secreto de tus ojos o de aquellas casas señoriales donde se alojaba el tio con problemas de la cabeza. En la escritura hay lugar para ese cuarto.
Hay escritos de loft, y hay escritos de conventillo. Y algunos escrituras son como pilas de hechas con naipes.
No me pidan que sea normal. Para eso la vida.
Mi escritura es una casa con diez pinos.
Es como ser un italiano que viene despues de la guerra y se compra un terrenito y sin saber nada de ingeniería se pone a edificar en las afueras, Guernica o Aldo Bonzi. Una casa chorizo a la que se le van agregando cuartos una vez que las nenas no pueden dormir mas con los nenes, o cuando la grande se casa y viene a vivir con el marido.
Escribir es agregarle cuartos a la vida.
Y en cada uno guardar cosas: El estar, donde pueden entrar todos,
O el cuarto del loco, al fondo, ese cuarto vergonzante, después del jardín, como en la pelicula El secreto de tus ojos o de aquellas casas señoriales donde se alojaba el tio con problemas de la cabeza. En la escritura hay lugar para ese cuarto.
Hay escritos de loft, y hay escritos de conventillo. Y algunos escrituras son como pilas de hechas con naipes.
No me pidan que sea normal. Para eso la vida.
Mi escritura es una casa con diez pinos.
Comentarios
¿Por que poner empeño en ser normal?
Saludos.
No tengo ganas de escribir, en estos tiempos no me dan ganas, porque tengo ganas de otra cosa y como que me cansa la elaboración mental y el reflejo tardío de la acción. Soy mitad pensante y mitad ansiedad-hagamosalgo-terminemosconlamierda yá, y ahí ando a los tumbos, equilibrando los vientos pasionales de venganza sangrienta y proceder prudente; casi a punto del me importa una mierda donde terminemos pero terminemos de una vez.
Rajar de la intemperie apremia y empuja y atorarse con dubitativos y extraños explicadores refuerza seguir empujando y me chupa un huevo los que eligen otro método o te condenan por equivocado. ¿Tan diferentes son sus ojos?¿Que mierda ven?¿No ven lo mismo que yo?¿Ven mas que yo?
Recuerdo de muy chico antes de saber leer como me gustaban los letreros, las letras con volúmen en la placa de alguna plaza o el cementerio, quedaba prendado de esos símbolos sin ni siquiera imaginar que uniéndolos se hacía mensaje y así me fué: terminé teniendo una fábrica de carteles, pero eso es otra historia y me fuí al carajo del tema y estoy escribiendo sin ganas!
Lo rescatable de la intemperie, es la posibilidad de conectarte con el temperamento del Cosmos.
Normal? En la vida no, en la escritura tampoco, para eso está la muerte 💀 que nos normaliza a todos 👌
parece que mis tres comentadores no son normales. Para no hablar de la señora que escribe el blog.
Me gustó lo del cuarto del tío loco. Tengo un cuartito arriba para alojar algo así, como el Hugo de los Simpsons.
Me gustó mucho la entrada. Muy buena metáfora.
Todavía no se si me gusta más la versión de Pappo o la de Manal
Un beso!
Una se repite, porque las metaforas insisten: Me gusta la de manal, pero Pappo la hizo mas balada, e iba con el espiritu melancolico del sirenas, que es un blog bajón.