la emoción menos pensada.

hace menos de un año y medio estuve en París. En mi diseño europeo de viaje no figuraba París, porque había elegido ciudades básicamente alrededor del Mediterráneo: Todo no se podía ir a ver en un mes, entonces París out. Fue mi compañero el que insistió en ir. No por un berretín personal, sino porque me conoce desde hace tanto, tanto, tiempo que si bien yo creo que basicamente NO ME ESCUCHA; algo escucha. Y él sabía que yo tenía ciertos berretines adolescentes con París, y también con Grecia. y fue por su ayuda que meti a la fuerza a Paris en el recorrido, con los consecuentes gastos que esas elecciones acarrearon La generación de escritores anterior a la mía (los que eran grandes cuando yo era chica, Cortázar, Pizarnik) eran París. Y la primera película prohibida que vi era francesa. Lo francés era como el colmo del glamour y para una chica de barrio con pretensiones, era tocar el cielo con las manos. Sigo siendo esa chica, no importa todo el barniz de educación o de cultura que tenga encima. Sigo siendo esa chica que soñaba estar en París. Hay una anécdota muy personal con eso, cuyo sentido no termino de desentrañar. Mi analista es francoparlante: sus padres eran franceses. Ella es enseña Lacan, lo lee en idioma original: Yo la conocía desde mucho antes de pedirle análisis, supervisaba en grupo a los pacientes que atendiamos. En una oportunidad estaba hablando y dijo algo (no era habitual esto) en francés: a mi me produjo algo que no supe que era. Y ese día le pregunte si le interesaba tenerme de paciente, sin haberlo pensado antes. Algo de lo francés es muy importante para mi y no se que. Yo quería contarles donde me emocione en Paris. ¿la torre Eiffel? la rivera del Sena, los puentes de los que hablaba Cortázar en Rayuela en algún lugar en el Louvre, el obelisco de Luxor que había estado en Egipto antes de que cristo pisara la tierra, el pasear por los Champs Elysees ? Nada de eso. Me emocioné hasta la piel de gallina en el Museo D Orsay, pero no por los hermosos cuadros impresionistas que hay allí,ni por el terrible reloj. Cuando iba por su vereda, buscando la entrada vi un cartel enorme. Contaba que eso que hoy es un Museo habia sido una estación de tren, luego en desuso, La estación fue utilizada sucesivamente como centro de expedición de los paquetes postales para los prisioneros durante la guerra, y como centro de acogida de los prisioneros en el momento de la Liberación.Todos los prisioneros de guerra, antes de volver a sus casas, al final de la segunda guerra mundial, en Francia, estuvieron alli. ¿te imaginas ese momento? Termina la guerra y volves a tu casa. Leyendo ese cartel, se me caían las lágrimas, como si algo de la energía de esas personas, traspasara los setenta años que nos separaban y viniera a conmoverme. La gente es rara. Se emociona por cosas que no le incumben,
Les pego algunas fotos que saque. Uno viaja y lo cuenta y ahi, viaja de nuevo.La ultima foto es para que vean que el glamour no es lo mio.

la sirena en vodka, anotando los gastos con el objeto de que la guita alcanzara todo el mes, , y mirando el plano de los subterráneos en una foto que no la favorece en mucho pero como digo siempre, es lo que hay.