la venganza es un plato que se come frío.

me gustaría escupirlo en tu cara, fisgona:  eh! vos, si a vos, pelotuda, a vos te hablo.
que tu te crees, falsamente armadita, con tu sonrisa de la chingada. A ti te hablo, malhabida, que no me llegas ni al ruedo de las enaguas, a ti tan compuesta, del puente a la alameda, con tus modales de miriñaque, almidonada del rabo al cogote,resguardada en la santa trinidad de la familia, la propiedad privada y la religiosidad barata.
A vos, forra, que te imaginas dueña de la verdad única, garantizada por siete vírgenes de siete altares Que no te topes en un dia malo con la que suscribe porque no hay vendaval mas arrecho que esta que firma, si se lo propone. Es que eres tu una mala mujer disfrazada de buena cristiana, a empujones te sacaría del templo, un domingo, a pechazos, a patadas en tu reverendo culo flaco.
¿que si no me crees capaz? es que no me conoces, no puedes imaginar que la sed de justicia ha abierto aquí en mi plexo solar el odio suficiente para tirarte al piso como si yo fuera una luchadora boliviana y vos, la mierda que sos.Te galvanizaría y te dejaria como una estatua al sereno, para que de allí pontifiques toda tu saraza, que a mi no me engañas, que yo conozco lo peor de ti.
ahito quédate adentro, que no se me cruce un mal dia, que te proteja la magdalena, que a mi, enojada, no me para ni el Malo.