De mi otro blog, donde cuento que hacemos pelotudeces por marearnos con la belleza del mar y mento a Tuñon, todo en el mismo poema
¿Por que persisten los mitos?: porque cuentan cosas que siguen siendo verdad. Versionan los grandes temas, los de siempre.
El viejo de Icaro estaba encerrado en la isla de Minos, ya le había enseñado a Ariadna como rajarse del Laberinto (el hilo, saben, que marcaba la vuelta) y se le ocurre un nuevo recurso, unas alitas: él y su hijo se irían volando, con precisas instrucciones.
Icaro por orgullo pero supongo que por ganas de probar el gusto de la vida, no le da bola a los consejos de su sabio padre, y se cuelga las alas pero no termina el viaje. Se marea con la belleza del mar, el regusto a sal que sube del agua o lo brillante del sol. Vaya uno a saber.
Somos Icaro, somos caperucita, comemos manzanas envenenadas que nos dan las brujas, somos los que no seguimos las precisas instrucciones, nos perdemos en el camino por no seguir las baldosas amarillas, se nos queman las alas Y ya somos grandes, hermanito, no aprendemos.
Y escribi este poema, con epigrafe de Tuñon, (lo aclaro, porque me dijeron, que lindo es el poema de Tuñon!!!) (lo cual no deja de ponerme feliz)
Ansias de libertad
y en la puerta cancel yo dibujé una tarde
Raul Gonzalez Tuñon.
Alas de papel de barrilete
amarillo sol, alambre retorcido
un ángel, una mariposa, algo que vuele
escapar de la chatura y livianito
subió al techo del galpón del fondo
esesueñoesailusiònesedelirio
se lanzó palomita, techo abajo
poca distancia para romperse la crisma
apenas la rodilla ensangrentada
los mocos de llorar a solas la verguenza
el pelo pegado, la ropa sucia
es que Icaro fracasará
a cada rato, sorbiendo la rabia que sigue a la injuria que sigue a la esperanza
fracasarà es ley
lo dicen todos
fracasará
modestamente
no hay puertas donde vive el minotauro -que es la muerte o el olvido.
no tiene otro destino que tragarse el mar, el polvo del patio, lo que fuere
perder, de eso hablo
de perdedores
del destino de los de espíritu volador
y alitas de mentira.
Nilda Allegri, 2013
Comentarios
qué buenos los poemas de Tuñon!