sopa de otoño
Merodeando por mis circunvoluciones me hice una sopa de otoño conmigo misma Tenía todo lo que pude rescatar de las idas y vueltas Necesidad de regenerarme como la araña vuelve a hacer la tela despues de que le pasaron el plumero por encima Y tejer lo mismo pensando en lo que todavía no llegó pedir lo nuevo sin creer en ningún dios. Mi sopa de otoño tiene el color dorado de la calabaza cocinada ¿acaso no dicen las revistas femeninas que los que se vienen son los años dorados? Huelo a aceite de almendras Quedaba un poco, en un frasquito muy decorado que me sobro de una batalla Me lo tiré encima con una esponja vegetal para exfoliarme los pecados Este otoño que se me viene encima como una catarata y yo entretenida en morondangas