guardada en mi propio Guam.
Hace cuarenta años, el soldado japonés Shoichi Yokoi fue encontrado en las selvas de Guam, después de sobrevivir durante tres décadas tras el término de la Segunda Guerra Mundial. Japón lo recibió con los brazos abiertos, pero él nunca volvió a sentirse cómodo en la sociedad moderna.
Hay personas, la mas de las veces internadas en loqueros, o aisladas en sus propias casas que viven en un mundo delirante, donde las cosas estan formateadas a la manera de sus miedos y sus deseos. El criterio de realidad cedió como un piso de madera podrido.
Estan alienados.
Sin embargo, todos tenemos un poquito de eso. Salvo los pragmaticos, (que estan locos por otras causas) nosotros, los otros, los que la gente puede decir "sanos" y que tenemos el dispositivo para diferenciar la pelicula interior de la vera realidad (y escribo vera realidad con el prurito de saber que la realidad es diferente para cada uno) tenemos algo de soldado japones.
Sin embargo, todos tenemos un poquito de eso. Salvo los pragmaticos, (que estan locos por otras causas) nosotros, los otros, los que la gente puede decir "sanos" y que tenemos el dispositivo para diferenciar la pelicula interior de la vera realidad (y escribo vera realidad con el prurito de saber que la realidad es diferente para cada uno) tenemos algo de soldado japones.
Escribi esto
Soy un japonés loco de la segunda guerra grande
Llevé cosas de confort a mi trinchera
Y no salgo, no puedo salir
Los míos no saben que me arropo en este agujero
me ven fatigar en conversaciones familiares
pero en la otra escena estoy con el pelo mugriento
tejiendo trampas de anguilas
No tiene olor mi alma
de soldado
que perdió la
guerra en manos del enemigo,
y abominaría entregarse. Antes muerto.
Nadie sospecha. No me
doblego
Quepo justo dentro de
la locura
en este útero de cosas imaginarias,
gentes imaginarias incluidas
con las cuales interactúo para garantizar mi insanía.
Cuando salga de esto, si salgo
no conoceré el papel moneda
tendré barba cana, la tecnología habrá cambiado
Dentro de mi, el japonés loco.
Jamás me encontrarán.
Comentarios
Creo que hubiera hecho lo mismo en su caso.
Saludos,
J.
yo que vivi siempre en la misma manzana tengo vocación nómade. Sin embargo el poema-los poemas como los chistes no deberían explicarse- se trata mas bien del mundo interno, esa trinchera.
Tamo rodeado, tamo.
Saludos.
Por lo que leí por ahí Yokoi fue el antepenúltimo. A mi me gusta más la historia de Onoda, el anteúltimo.
https://es.wikipedia.org/wiki/Hir%C5%8D_Onoda
Beso!