Un post desperdiciado. Sobre el amor de las mujeres y otros asuntos.

No quise hacer nunca un blog de psicología ni de psicoanálisism porque en estas cosas, cuando uno habla desde un titulo de grado no puede decir boludeces. A ver, yo puedo decir boludeces de cualquiera de los otros campos del saber, pero no desde mi profesión.

Algunas veces, sin embargo, se me cuela la psicoanalista porque eso ya es parte de mi identidad. Tengo esos saberes molando (?) en mi manera de encarar cualquier cosa, hasta la manera en que tomo el café con leche.

En octubre de 2012 escribí un post que releo y me parece maravilloso. Como fue muy poco leído le doy otra oportunidad.

Para meterle un plus ya que se trata del amor de las mujeres, de como amamos las mujeres, de como damos lo que no tenemos, le sumo un fragmento del yerno de Lacan, que acá en la argentina es como el hijo de Dios, Jaques Alain Miller.
Mi analista no era milleriana, pero la frase es impecable. Espero no sea un post presuntuoso porque es entre nosotros, los lectores del sirenas y mas que #riguroso, quiero que les aproveche.

Amar, decía Lacan es dar lo que no se tiene. Lo que quiere decir: amar, es reconocer su falta y darla al otro, ubicarla en el otro. No es dar lo que se posee, bienes, regalos, es dar algo que no se posee, que va más allá de sí mismo. Para eso, hay que asumir su falta, su "castración", como decía Freud. Y esto, es esencialmente femenino. Sólo se ama verdaderamente a partir de una posición femenina. Amar feminiza. Por eso el amor es siempre un poco cómico en un hombre. Pero si se deja intimidar por el ridículo, es que en realidad, no está muy seguro de su virilidad".Jacques Alain Miller
va el post sobre Derrida que no fue aprovechado, ejem

 Derrida se agarra para el analisis de cuestiones que hacen al don, a las mujeres y al tiempo, de una carta de la amante del Rey Sol, Mme. Maintenon, donde le escribe a una amiga

«El rey toma todo mi tiempo; doy el resto a Saint-Cyr, a quien querría dárselo todo.»
Saint.Cyr es un hogar para niñas huerfanas, una obra piadosa que la madame alienta, ella misma criada en un hospicio.

Esta frase le sirve a Derrida para desarrollar una teoria acerca del tiempo: ¿como puede haber un resto de tiempo si el rey lo toma todo?. Textualmente

 Lo que ella da no es el tiempo sino el resto, el resto del tiempo: «Doy el resto a Saint-Cyr, a quien querría dárselo todo». Pero, puesto que el rey se lo toma todo, por entero, el resto, en buena lógica y en buena economía, no es nada. Ella ya no puede tomarse) su tiempo. Ya no le queda nada. No obstante, ella lo da. Eso es lo que Lacan dice del amor: dar lo que no se tiene
... , no obstante, a pesar de que el rey se lo tome todo, por entero, aún le queda ese tiempo o aquello que colma el tiempo, le queda un resto que no es nada puesto que está más allá de todo, un resto que no es nada pero quehay puesto que ella lo daY es, incluso, esencialmente, lo que ella da, aquello mismoEl rey toma todo, ella da el resto. El resto no es, hay el resto que se da.


y con referencia a lo que se da, cuando todo lo otro fue tomado (por el rey, por la vida cotidiana, la familia, las obligaciones, el deber ser, agregaria la sirena, aparece el don, El don, que le da una vuelta de tuerca a la cuestion de la partida doble, donde lo que entra tiene que salir, que disloca la partida doble.

Dice Derrida.
Eel don, si lo hay, se refiere sin duda a la economía. No se puede tratar del don sin tratar de esa relación con la economía, por supuesto, incluso con la economía monetaria. ¿Pero el don, si lo hay, acaso no es también aquello mismo que interrumpe la economía? ¿Aquello mismo que, al suprimir el cálculo económico, ya no da lugar al intercambio? ¿Aquello mismo que abre el círculo a fin de desafiar la reciprocidad o la simetría, la medida común, y a fin de desviar el retorno con vistas al sin-retorno? Si hay don, lo dado del don (lo que se da,lo que es dado, el don como cosa dada o como acto de donación) no debe volver al donante (no digamos aun al sujeto, al donador o a la donadora). No debe circular, no debe intercambiarse, en cualquier caso no debe agotarse, como don, en el proceso del intercambio, en el movimiento de la circulación del círculo bajo la forma del retorno al punto de partida. Si bien la figura del círculo es esencial para lo económico, el don debe seguir siendo aneconómico. No porque resulte ajeno al círculo, sino porque debe guardar con el círculo una relación de extrañeza, una relación sin relación de familiar extrañeza. Puede ser que sea en este sentido en el que el don es lo imposible.

Me hierve la cabeza: simplemente queria señalar que Derrida enseñaba que queda un resto despues de que el rey toma todo que la mujer administra con otra logica, que es la logica del don. Una logica anaeconomica. Los restos, eso. 

Digame ¿para que me meto con esto, si me queda grande la filosofia? E pur, si muove.

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