yo entiendo perfectamente de que habla pizarnik. O que trata de sirenas suicidas con cuerpo pequeñisimo y voz que anuncia algo final
Hoy escribi el esbozo de un cuento en la pc. Se trataba de una sirena que se quedaba sin agua. Sin palabras, en realidad, porque el agua era la palabra.
No sabia que final ponerle y quedo ahi, y se perdio. Por ahi mejor, no era gran cosa.
La cuestion es que dos mas dos son cuatro, te espero en la lecheria, por esos riachuelos de la asociacion libre di con la voz de Pizarnik. Estoy hablando de la voz, del tono de voz. Me sorprendió, ella era un pajarito minimo, una nadita y tiene una voz espectral, cosa, que despues de todo, es justicia. No me gusta esa voz, es la voz de una suicida.
Y ya les digo, era chiquitita y feucha, y por sobre todo, una escritora de puta madre. Pero leo que tenia un pequeño temita con la alimentacion, (yo creo que como toda sirena que se precie tenia una historia con su imagen, ser sirena es dificil). Admite en sus diarios haber confundido la literatura y la vida. Y eso es malo para el cuerpo. Le metia tanto seconal, que el dia que se murio tenia una farmacia en la tripa.
Estaba obsesionada con bajar de peso, pero, claro, no era gorda.Y tambien sentia que leia demasiado y tenia que vomitar.
Me asomo a ese vortice, puedo decir que entiendo de que habla.
Leanla, pobre sirena tan rota.
Engordé mucho. Ya no debo angustiarme. No hay remedio. Es un círculo vicioso. Para no comer necesito estar contenta. No puedo estar contenta si estoy gorda. 1959 (Pizarnik, 2003a: 141)Nunca me odio tanto como después de almorzar o cenar. Tener el estómago lleno equivale, en mí, a la caída en una maldición eterna. Si me pudiera coser la boca, si me pudiera extirpar la necesidad de comer. Y nadie goza tanto en esto como yo. Siento placer absoluto. Por eso tanta culpa, tanta miseria posterior.
Si compro libros y los devoro, no es por un placer intelectual –yo no tengo placeres, sólo tengo hambre y sed- ni por un deseo de conocimientos sino por una astucia inconciente que recién ahora descubro: coleccionar palabras, prenderlas en mí como si ellas fueran harapos y yo un clavo.
No sabia que final ponerle y quedo ahi, y se perdio. Por ahi mejor, no era gran cosa.
La cuestion es que dos mas dos son cuatro, te espero en la lecheria, por esos riachuelos de la asociacion libre di con la voz de Pizarnik. Estoy hablando de la voz, del tono de voz. Me sorprendió, ella era un pajarito minimo, una nadita y tiene una voz espectral, cosa, que despues de todo, es justicia. No me gusta esa voz, es la voz de una suicida.
Y ya les digo, era chiquitita y feucha, y por sobre todo, una escritora de puta madre. Pero leo que tenia un pequeño temita con la alimentacion, (yo creo que como toda sirena que se precie tenia una historia con su imagen, ser sirena es dificil). Admite en sus diarios haber confundido la literatura y la vida. Y eso es malo para el cuerpo. Le metia tanto seconal, que el dia que se murio tenia una farmacia en la tripa.
Estaba obsesionada con bajar de peso, pero, claro, no era gorda.Y tambien sentia que leia demasiado y tenia que vomitar.
Me asomo a ese vortice, puedo decir que entiendo de que habla.
Leanla, pobre sirena tan rota.
Engordé mucho. Ya no debo angustiarme. No hay remedio. Es un círculo vicioso. Para no comer necesito estar contenta. No puedo estar contenta si estoy gorda. 1959 (Pizarnik, 2003a: 141)Nunca me odio tanto como después de almorzar o cenar. Tener el estómago lleno equivale, en mí, a la caída en una maldición eterna. Si me pudiera coser la boca, si me pudiera extirpar la necesidad de comer. Y nadie goza tanto en esto como yo. Siento placer absoluto. Por eso tanta culpa, tanta miseria posterior.
Si compro libros y los devoro, no es por un placer intelectual –yo no tengo placeres, sólo tengo hambre y sed- ni por un deseo de conocimientos sino por una astucia inconciente que recién ahora descubro: coleccionar palabras, prenderlas en mí como si ellas fueran harapos y yo un clavo.
Comentarios
La adoro tanto o más que a ALFONSINA y no me importa la voz,aunque suena espectral mucho mejor,más a tono con sus palabras con tanto de lúgubre...
P.D.:Y en verdad me sorprende que fuera tan obsesiva con su estética,no sabía nada de porfía con el peso,es una lástima que al final uno se termine quemando tanto el bocho hasta que le explota y ya fue!!
BESITOS ACUÁTICOS
Dani, la enfermedad paralela de Pizarnik no era sino una depresion machaza, que se la llevo en la vispera.