la ladrona de leche.
Siempre estuve advertido, apenas la conocí me di cuenta que ella me podía robar la leche.
Se hubiera arreglado con no permitirle entrar, pero no me queria perder el trato amable que teniamos, sabiendo incluso que si me descuidaba, me iba a robar la leche,a como fuera,usando malas artes, insistiendo,metiendose donde no debía.
Era como una contienda,yo mezquinandole y ella con un puñado de artilugios de lavandera,esperando que yo me dejara estar para hacerse con su botín.No se porque necesitaba eso y, a decir verdad,no se porque yo le daba oportunidad para quedarse con algo tan mio, como la sangre o el aliento.
Deben saber que al final yo quería que ella ganara, que se la llevara, y me quedara así en paz, pero me esforzaba -sin exito- de que le costara trabajo. Me resistía a ser un blanco facil.
Tragona pensaba yo, desde mi desprecio, esta vez no vas a quedarte con el premio.Y me miraba de una manera que hubiera cedido mis derechos porque sus ojos se cerraran cuando la alimentaba, como a un huerfano.
Comentarios
Turbio relato.
Saludos,
J.
pero estuve elegante¿o no?