el loco.

Casi llegando a la esquina, antes de la casa del Coco Miquio, vivía esta familia. Una familia rara, no como la mía.  La madre del pibito  que tenia mi edad se había ido de la casa (eran uno de los pocos niños que no era criado por su madre, aparte del ruso). Yo me la acuerdo aun, muy tetona y linda y con aros y algo de Virginia Luque, en su mujeridad. Entonces cuando ella se fue quedó la abuela materna cuidandolo junto al tío loco, que es el protagonista de esta historia sin moraleja
Tambien vivia alli el padre del pibe -que obviamente no era hijo de esa abuela, y que las malas lenguas, siempre de doble filo, siempre a media voz, decían que le hacía el favor a la vieja. Yo no lo creo, aunque la vieja seguro era mas joven que yo ahora, para mi era imposible pensarla una mujer.Era una abuela nomas, con delantal. He entrado a esa casa, doña Juana alguna vez me dio un vaso de soda. Imposible entonces.
El padre era considerado por mi familia como un chanta. Trabajaba en Segba, creo y también de zorro gris. Un zorro gris entiendo que consistia en ser un empleado municipal de tránsito, y por eso mismo pasible de ser adornado con coimas varias. Ahora y siempre. El trabajo en Segba lo habilitaba  a "tocar" medidores, o algo similar, no tengo muy en claro lo oscuro de sus malhabidos ingresos,según lo insinuado arteramente por mi propia familia.
El tío estaba rematadamente loco. Loco internado, digo: la peor forma de locura, un loco de atar, medicado. No recuerdo si le tenía miedo, creo que era un tipo que no jodía a nadie. Un paria, un medicado.
Entonces,  verano conurba, hora de la siesta, la decada del 60. Perón proscripto, Onganía. Nadie hablaba de política y eso que en casa se recibían dos diarios por día. A la mañana El Mundo (yo leía en su contratapa "la sal del Mundo" y mas tarde "las aguafuertes de Oberdan Rocamora",de un jovencisimo Jorge Asis. A la noche , La Razón. Y se compraban muchas revistas, Siete Dias, Gente, pero no me acuerdo de que se hablara de política  Dije Peron proscripto y Onganía.Si se estaban gestando los setenta, en casa no nos habíamos dado cuenta y por supuesto no teníamos nada que ver.
La dictadura parecía que iba a durar para siempre, por lo menos en mi cabeza de niña chica.
Yo ni sabía que era dictadura.... nada de eso, había estado Illia, y los militares lo habían sacado porque no servía para nada, algo asi. Cada tanto en la radio "Comunicado numero 1", como empezaban todos los gobiernos militares desde que yo había nacido
Entonces el tio loco de Robertito en una tarde de siesta, de mucho calor, de verano, en el silencio de la calle Llavallol sale a los gritos a media calle (no había tantos autos entonces, si hasta los varones corrian mariposas con ramas por el medio en primavera, agarrando tilines y lecheras) : Sale a los gritos, imposible de no escuchar, y en sus manos, en vez de una paleta -se jugaba paleta y no tenis, que vendría despues, con Vilas- traía una sarten ...y gritaba, mucho y fuerte. Gritaba siempre lo mismo. No se como lo acallaron, no se como lo entraron en la casa y ni siquiera se si lo volvieron a internar entonces. Solo se que me dio miedo, o tal vez verguenza o quiza nada de eso...quiza me dio sorpresa.
Gritaba en el medio del calor del verano, en medio de la calle y con una sarten a modo de paleta, viva peron carajo y cantaba la marcha peronista emulando a Hugo del Carril.



Comentarios

Frodo ha dicho que…
Muy bien relatado, me pareció estar viéndolo mientras cantaba sartén en mano.
Llegué a vivir los últimos años de correr mariposas. Y por el barrio cada tanto aparecía alguno de esos parias
Te sigo leyendo!
José A. García ha dicho que…
Se entiende entonces por que estaba medicado, hay que imitarlo a Hugo del Carril...

Saludos,

J.
vodka ha dicho que…
jajajja.Gracias por pasar, Frodo y José. Este es un blog con pocos comentarios, y por eso valoro tanto que se tomen el tiempo para dejar mensaje!!!

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