una poeta ocasional, mejor que ninguna clase de poeta.

debería escribir algo de la realidad, pero me agobia: Pienso en sacar los pocos dolares que tengo en el banco porque me imagino otro corralito, Se los efectos del endeudamiento "para hacer obras" de este gobierno canalla que está pletoro de canallas individuales.

Entonces hago poesía. Y como dice Raimond Carver. 

"Tal vez me convierta en un poeta ocasional, pero estoy conforme así. Es mejor que no ser ninguna clase de poeta". Raymond Carver.

Esta mañana escribí el sueño del post anterior y revisé mis poemas. Son muchos, ponele como 135. La mitad deben ser una porquería. Algunos, el 10% deben ser buenos. Estoy segura. Con 14 poemas buenos puedo hacer un libro. Y tal vez mandarlo a un concurso y ganarlo (cosas mas raras se han visto).
Mañana empiezo un trabajo con Osvaldo Bossi, que tiene la voz mas hermosa del mundo en el acto de la lectura, y espero de él que me diga cuales son los 14 poemas buenos. 

Os (asi le dicen los chicos que lo ven con justicia como un maestro) escribe mejor aun de lo que habla.Espero mucho de ese espacio, espero ser alguna clase de poeta.
Para que vean porque lo elegí para este laburo tan intimo de leer poesía escrita por mi, entre gallos y medianoche, o mejor aun entre la medianoche y los gallos, un poema del maestro. Una lección del maestro

Basta de paz, basta de amor”:

No voy al trabajo,
pierdo las horas al lado tuyo
como quien se tira en el pasto
boca arriba
a mirar las estrellas.
                        Nubes negras, pesadas
amenazan abrirse
para dejar caer masas compactas
de granizo y destrucción.
Por suerte, no encendiste la radio.
Abrís una cerveza y te quedás, desnundo
mirando por la ventana
el avance inexorable
de los acontecimientos.
Desde la cama, todo es hermoso
como en un cuadro: Muchacho en la ventana
cigarrillo en una mano, botella
de cerveza en la otra, mirando la noche.
Porque de golpe
se hizo la noche. Un rayo cruza
de lado a lado la ciudad.
La lluvia golpea la ventana
como si fuera el último día.
                                   Son piedras, digo
mientras me acerco a mirar yo también
un poco asustado, el cielo
que se desguaza.
            Pero este chico no se asusta, se ríe
de la tormenta. Le divierte
el estrépito que se armó.
Las calles inundadas,
el tránsito congestionado,
la gente que corre, corre
a refugiarse de la lluvia impiadosa,
pero inútilmente.
                   Traete otra cerveza, Os, me dice.
                   Mirá el cachengue que se armó.
Y yo me río
porque en mi vida
voy a encontrar otra palabra
más precisa que esa
para definir ese momento
de furia.
Como si Dios bajara del cielo
(basta de paz, basta de amor)
y se pusiera a patear tachos de basura
y a golpear sus cadenas
sobre los techos de los autos.

Comentarios

JLO ha dicho que…
Es muy buena la poesía, por lo menos para mi que no se nada de ella y esta me dio muchas imágenes bellas... Y junto a alguien no se pierde nunca el tiempo...

Estas a full recuperando entradas no? Ja.... Suerte en el curso!

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