Acerca de Roderer.

Guillermo Martinez me genera esa voracidad velociraptor de lectora, esa cosa de querer sacarse de encima lo que se esta haciendo, a las personas, a las responsabilidades y encontrar un lugar para poder dejarse colonizar por esa vida de papel. Le descubro las ennumeraciones borgianas, entreveo las trampas pero nado en su escritura, hago la plancha, creo cada palabra.
Mi mejor cuento (lejos es mi mejor cuento) tiene un aire a Infierno Grande, maravilloso cuento.Que no habia leìdo sino mucho despues de escribir el mio.
No es casual. El tipo es casi de mi generación. Y eso hace diferencia. Es una hipotesis probada con los blogueros, guiños, sobreentendidos, intrelineas, codigos encriptados.
Es que entiendo de que habla Martinez, aunque no sepa un carajo de ajedrez ni matematica, puedo establecer un contacto intimo con los personajes que traza, estan tan cerca de mi sensibilidad que fantaseo con mi propia escritura de Acerca de Roderer, las ominosas preguntas de la adolecencia, la crueldad en los vinculos en la escuela, la verguenza ajena, las ganas de morirse, el deseo loco de ser alguien, la conciencia de la propia mediocridad. Lo tengo tan  en carne viva como si tuviera aun dieciseis.

Entiendo de que habla Martinez. En sus personajes, en uno de sus personajes encontre definida la virtud de mi propia escritura.En mi caso esa virtuosidad esta echada a perder, se ha vuelto pùtrida, maloliente. Un talento desperdiciado, quiza por amabilidad , por necesidad de ser querida, por quedarme a medias aguas en lo que se que seria posible
. Mi escritura podria llegar a tener la belleza que el hablante de "acerca de Roderer" asigna al doctor Rago.
Yo podria escribir como el doctor Rago habla. Nunca me animè. Es que en el fondo soy una mujer gentil. Y no te voy a hacer pasar un mal momento.
.

 Rago nos daba la clase de Anatomía. Tenía fama de ser la persona más culta de Puente Viejo y se lo había considerado en un tiempo un médico casi milagroso, pero le habían prohibido el ejercicio de la medicina luego de un incidente desgraciado en que se lo acusó de haber operado bajo la acción de una droga. Desde entonces se ganaba a duras penas la vida dando clases en el Colegio y su humor se había ensombrecido más y más: daba la impresión de un hombre que estuviera ya fuera del mundo, que hubiera abjurado de todo y sólo mantuviese vivo un resto amargo de su inteligencia. Más que sus sarcasmos, a mí me atemorizaba la impunidad que tenía sobre las palabras, la tranquilidad impávida con que podía pasar de un término científico a una palabra escatológica o directamente obscena. Cuando entraba en el aula bastaba que pronunciara el título de la clase para que se hiciera un silencio inquieto y temeroso. 

Comentarios

Pablo ha dicho que…
Ay! me han recomendado Martinez mil veces, ahora leo esto y me despierta más curiosidad!

Y si, hacenos pasar un mal momento y animate! jajaja!

Beso
Darío ha dicho que…
A mi también me encanta Martínez. Acerca de Roderer es una de las novelas más impresionantes de los últimos tiempos. Por lo cual, descarto que tu cuento ha de ser un viaje. Yo, que tengo su libro, voy a dar el veredicto. Pero digo, Acerca de Roderer implica un viaje místico (?) que sólo había visto en películas de Lynch, alucinaciones. No sé.
Yo también tuve una novia bisexual, me pareció muy buena. Pero Acerca...es la locura. Entre él y De Santis está mi preferido...
vodka ha dicho que…
joven llamado cuervo. Yo hacia un paralelo entre el clima de infierno grande y la joya del atlantico. Ni le llego a la punta de las enaguas a guillermo martinez. Y en cuanto a Acerca de rodeder, es solo la idea fantasiosa de que podria (????) contar cosas como esas. Como si ud. me dijera que podria filmar twin peaks. Pelotudeces mias.Juas.
Darío ha dicho que…
Usted se menosprecia. Usted es la joya del conurbano, y Martínez, me chupa bien un huevo, eshe shurdito misherable!
grace ha dicho que…
Usté sabe que la foto que ilustra el post es el último lugar en que trabajó mi papá como jefe de estación antes de jubilarse? Frente a la Base Naval, la estación del Roca, en la vía a Bahía Blanca.
Y Guillermo Martínez es nuestro conocido, de cuando era chiquito. El papá trabajaba en la vieja Caja de Crédito Bahiense en donde empezó mi marido su carrera de bancario.
TOdo tiene que ver con todo. Pero lo anterior no tiene náa que ver con el hecho de que Guillermo escribe como los dioses. Yo ya se lo había anticipado, no?
vodka ha dicho que…
no creo que me menosprecie Dario, me parece que a veces me creo gran cosa, sin demasiado sustento.
La foto era un guiño para ud.Graciela. Como la novela de rodeder habla de un barrio en el Puente Viejo empece a buscar si existia tal puente en su barrio, en gugle. No lo encontre, pero si esa preciosa estacion, y le iba al post.

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