dejo pasar las horas
negro sobre blanco
para saber si todavia tengo chance.
Soy un rezago de guerra
perdido en una compra venta
de una zona luctuosa de la ciudad, ponele Pompeya.
me siento en el fondo de un cambalache
esperando conseguir un novio que pague
en dracmas y maravedies
la maravilla de tenerme,
un tipo que me codicee, como a un auto viejo
que todavia no es de colección para nadie,pero lo será.
Eso no va a pasar
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