estirpe
Le pedí a mamá que me diera
la libreta de inmigrante de la abuela Herminia;
que se vino de Galicia en barco
para trabajar de sirvienta.
Azul, tapa dura,
Una dirección escrita en lápiz
Me dió una ilusión rara que fuera su letra
Y lo escrito un salvoconducto
por si se perdía en la Buenos Aires de los años treinta
Al final la abuela se cagó suicidando con barbitúricos
después de un par de shock eléctricos
que la deben haber dejado bastante tolola.
Y que fueron indicados por el médico
para ver si se le ordenaba la tristeza.
Sé que cultivaba en su jardín, flores para vender
en un tiempo en que se usaba ir de visita al camposanto.
Mi mamá no se sonríe nunca
ni queriendo. Jamás le hice una confidencia
hasta aquí, una estirpe de mujeres
de las que no recibí estrategias para la
alegría
La daga de la angustia
me tornasola el cogote cada tanto
Y disimulo
Digamos todo: por parte de padre,
me vino un apellido alentador
que parece facilitar el asunto éste de la felicidad
No sé si porto encima el estigma incandescente
de quienes no supieron permitirse la risa gratis porque sí
Lo dejo sujeto al juicio inapelable
de tu mirada.
En todo caso
de la saga de esas mujeres severas
mi alegría nace huérfana y se cría a los ponchazos
guacha de permisos para ser
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pero al final somos nosotros quienes caminamos.
abrazo!
"somos nós que fazemos a vida
como der, ou poder, ou quiser..."
Encantadora de serpientes.
Pero esto no lo digo yo, me lo dijo una amiga. Me dijo: nilda, vos sos una encantadora de serpientes.
Creer o reventar.
Mi hija se llama de segundo nombre Soledad, Me parecia un nombre con mucha fuerza. Lo elegí por eso.
Pero parece no haberle trazado un destino.
Y lo primero que pensé fue... ¡vaya coincidencia! ¡similar a Freud! o Segismundo Alegre.
Beso! feliz año y tengame paciencia