Las melli (un cuento de la sirena)
Las dos decían, a quien les preguntara como era vivir juntas de nuevo, que era como si nunca se hubieran separado, que no tenían secretos entre ellas. Que era imposible,aunque lo hubieran planeado, que si a una le dolía la muela, la otra lo sabia. Que sus mentes estaban conectadas como si invisibles hilos (no conocían sino vagamente la palabra neuronas) pasaran de un cuerpo a otro.
No hay que darle credibilidad a esas cosas.Son asuntos que las criaturas se inventan, de puro necesitadas
Como insiste el poema de Perlongher
Bajo las matas
En los pajonales
Sobre los puentes
En los canales
Hay Cadáveres
En la trilla de un tren que nunca se detiene
En la estela de un barco que naufraga
En una olilla, que se desvanece
En los muelles los apeaderos los trampolines los malecones
Hay Cadáveres
En las vidas de las personas, hay cadáveres: lo que se oculta hasta a la propia sombra. Necesarios para no darnos vuelta con un guante y que se vea nuestra miseria, el olor nauseabundo de nos sale de la tripa, que solo los cirujanos y las enfermeras saben que tenemos pero nos omiten echarnos en cara. Lo que intuyen los psicólogos poniendo caras de nada mientras las personas justifican sus porquerías con argumentos lógicos, lo que relatan introduciendo el piadoso signo de la negación: nunca quise, por ej, abortar a mi hijo.
- ¿Te quedaron gotitas para los ojos, las que te dio el oculista el año pasado?
-Si, Gracielita, pero deben estar contaminadas, porque cuando las apoyas en la pupila, se arruinan
-No importa Ali, la alergia me está matando.
Gracielita y Alicia vivían juntas desde que se les murió la madre, un año atrás. En el barrio era un alivio. Alicia estaba llevando mal la muerte de la madre. Se la veía desmejorada, flaca, como si tuviera algo feo. En el supermercado chino las vecinas veian con agrado que se acompañaran entre ambas.
Alicia siempre había estado en esa, la casa natal, desde que la partera las había traído al mundo, sacándolas con mano experta de un mismo útero, en el 45.Gracielita había hecho su vida.
Gracielita nació segunda y mas chiquita a pesar de ser la mayor de las melli, y antes de los treinta y con noviazgo largo y casto,se casó con vestido blanco cosido con lagrimas de emoción por la madre y bordado con lagrimas de cristal y resentimiento acallado por su hermana. El candidato era un joven que trabajaba en Obras Sanitarias de la Nación, buen partido, con el que convivieron sin discusiones casi 40 años.
El asunto matrimonial duró hasta que Gracielita se tuvo que enterar, por unas fotos indiscretas y a la fuerza, que el muy cumplido Norberto era homosexual y absolutamente fiel a su mejor compañero de trabajo, con quien mantenían un coqueto departamento compartido desde décadas atrás. El album abundaba de fotos en la cama, ambos desnudos, avejentados y felices las ultimas, y jóvenes y felices las primeras, y no le dejo margen para desmentir lo que siempre sospechó; que Norberto no hacía guardias de noche, y que el gusto por los trajes muy planchados y el evitamiento del coginche no tenían su razón de ser en la delicadeza intrínseca de su marido. En las fotos era otro hombre, se lo veía descontracturado, feliz , y despeinado como nunca lo había visto, y eso fue lo único que le dio una punzada de dolor. Una felicidad de la que no habia participado, una felicidad que no tuvo. El album aparecio un dia abajo de la cama de Norberto, como una delaciòn voluntaria, como un aca me planto.
Gracielita y Norberto en la escases de su paupérrima vida sexual, no habían tenido hijos. Nunca lo habían evitado,ella no supo decir que no los quería e hizo todas las consultas de rigor, para cumplir con el mandato social de la maternidad. Recordaba haber fingido angustia cuando el viejo ginecólogo que atendía a su madre le diagnosticó que el problemita partía de su útero inmaduro,(de niña había puntualizado), aunque otro ginecólogo, un primo de Coco, lo desmintió en una consulta posterior, después de una histerosalpingografia que la llenó de dolor y gases.
Los tratamientos finalizaron porque Norberto evadió el hacer el espermatograma que indicado: Era muy delicado, un hombre fino, pensaba Gracielita,demasiado atildado para toquetearse en un laboratorio para llenar un tubito. .Así que dejo de intentar, aunque nunca nadie lo dijo en voz alta era muy difícil tener relaciones con Norberto,porque sufria las migrañas y`por que de noche frecuentemente hacia horas extras. Nunca se le ocurrió a ninguno de los dos que se podia tener sexo a plena luz del dia. La sexualidad se aparto de su vida sin ruido, como quien deja de tener dientes de leche, algo que queda atras.
La melli,Alicia, le insistió en tener un sobrino. Decia que iba a ser una alegría para la madre y para ella, alguien en quien depositar anhelos y esperanzas Un heredero de lo todo.Que se comprara un gato, pensaba Gracielita.
Pero una vez apareció un candidato: un recién nacido de una mujer que vivía en no se que suburbio, Aldo Bonzi o Guernica -todo es igual- que ya había entregado otros guachos, a cambio de una suma de dinero irrisoria y sin lío de papeles. Gracielita había pensando ahí en Dios. No era creyente, pero argumentó la convicción de que si Dios no quería que fuera madre, ella no iba a ir en sentido contrario. Conocía o inventaba que conocía casos donde los chicos adoptados traían la mala semilla en la sangre, o donde las madres adoptantes se habían agarrado una enfermedad mala (vamos, un cáncer) posterior a la adopción. A ella no le iba a pasar eso, si el Buen Señor le quería dar un hijo, la hubiera embarazado. Y si Alicia quería tener un hijo, que lo adoptara ella. La madre y su hermana se habían escandalizado ante la sugerencia. Y ahi se cerró el tema. Alicia hubiera querido agarrarselo para ella, ponerlo en sus tetas para mamar, aunque fuera negrito, y anotarlo como propio. Pero solo por bronca, no por amor. Argumento piedad cristiana pero la madre no transò. Un niño necesita un padre, le dijo con una mirada que le reprochaba la solteria como si fuera un fracaso. Dios sabe porque hace las cosas murmuraron las tres, porque las melli y la madre son un triangulo insoluble, ya se sabe.
Cuando paso lo de Norberto, la madre de las melli se murio. Era una vieja seca y mezquina que hacia decir a sus hijas que ella era su mejor amiga. El padre de las melli habia quedado tan desvirtuado con el tiempo que si no fuera por las benditas fotos que se guardaban en el portafolio de cuero y por la renovaciòn del pago del nicho cada año uno podria decir que no habia existido. La pusieron en el mismo nicho, y ambas lloraron vaya a saber por que. La muerte no revistio demasiado dramatismo. Hubo una noche de toses, flema, nebulizador, medico, internacion, neumonitis y muerte, acelerada, como si en 12 horas se hubiera podido resolver lo que a otras familias les lleva varias semanas
Y eso tapó lo del Norber para el afuera. Eximió de explicaciones, adecentó el asunto.
Gracielita subió en un taxi tres valijas y unas bolsas de consorcio y dejó a Norberto junto a su compañero de toda la vida, sin enojo ni discusiones.Los conocidos pensaron que la mudanza era algo transitorio para acompañar a Alicia en el trance de la pérdida de su querida madre. Estaba bien que las melli se acompañaran.
Cuando le dijo a Norber que se volvía a su casa, Norberto llamo a Coco, que vino a poner la cara y los amantes se enredaron en explicaciones, que ella escuchó por educación, sabiendo que había tolerado la mentira en la complicidad de la ignorancia. Norberto, le prometió mandarle la plata que le daba cuando estaban juntos todos los meses, y ademas ella se habia jubilado en esos meses, sin haber trabajado nunca.
Del tema de Norberto no se hablo sino una sola vez en esa casa. Para Graciela era un tema acabado, y ella misma no sabia cuan aliviada se sentía por no seguir haciendo la vista gorda Pero Alicia, que jamas se la había visto venir, no podía tolerar la estafa: fantaseó durante años enteros con fogosos encuentros sexuales con su cuñado en sus noches solitarias, ahogando gemidos en la camita gemela del dormitorio compartido con su madre.
Estaba ofendida.Y Norberto como muerto. No podía haberle hecho eso . Cuarenta años de pensar que el pobre Norberto se había empantanado, acercándose a Gracielita para llegar por un camino con desvio, despues, definitivamente a sus brazos, a los que estaba destinado, habia masticado internamente la convicción de que ella era la deseada y la hermana solo un camino y que el pobre Norberto se había enredado, dicho algo que se malentendió, y que bueno,de tan tímido que era, una vez dada su palabra, no hubo forma de volver atrás y llegar a sus piernas bien abiertas.Al final este Norberto era un maricón hecho y derecho
Incluso ella se sentía doblemente idiota porque le había tomado cariño a Coco, vamos, ahora su pareja, (inmundos) figurita repetida en fiestas familiares, un hombre encantador y charlatán, (un canalla, un falsario) que los últimos diez años había sido la niña de los ojos de sus padres, un enfermero atento la vejez y alzehimer, un ejemplo a seguir hasta que no pudo mas y los tuvo que poner en un geriátrico,el mejor- Y ni su madre -enamorada eterna de Coco- habia sugerido jamas que los modales femeninos de Coco hablaran de otra cosa que de un hombre detallista y prolijo hasta la nausea.
Coco, el amigo de Norber, que llegaba siempre con algo para el postre comprado en una confitería de las buenas y un champagne, un hombre delicioso que su madre quería engancharle como candidato.No es bueno que estén solos, decía la madre mientras le servia el café, con una sonrisa obscena que los incluía a Alicia y a Coco, como en una nube de azúcar. Coco reìa con su risa saltarina, Norberto miraba de lado,torvamente, lo que volvía a convencer a Alicia de que la deseaba, de que la habia deseado durante cuarenta años. Farsantes.Y ella lo miraba a Coco, tratando de darle celos a Norberto.
Alicia no podía admitir que esos dos estuvieran haciendo porquerías. Ella era la verdadera viuda, la ofendida. A ella la habían jodido Tragaba veneno y rabia de solo pensarlo y se desfogaba, ahora sin objeto enojada y perturbada en la camita gemela en la que dormía su hermana, ahogando de nuevo y como siempre los gemidos disimulados entre los ronquidos de la Graciela. No era virgen, pero no se lo habia dicho jamas a nadie, ni siquiera su hermana con la que no tenia secretos. Había dormido con el hijo del tipo que venia a destapar las canaletas del techo, con una media docena de remiseros,(que le habían puesto un sobrenombre indigno, y que se burlaban de ella mientras esperaban viaje instruyendo a los mas nuevos sobre como abordar a la vieja) incluso con uno al que le daba demasiada plata, algo casi cercano a la extorsion, y que tenia como treinta años menos A todos les decia Norberto en el momento del climax. Sin embargo, esto no la hacia feliz, ni por un instante, era una mujer marchita. Como era ingenua, creía que su secreto estaba bien guardado.
El colirio era una prescripcion del oculista de la familia por que los ojos rojos la delataban . Un año después, cada vez que pensaba en Norberto, le agarraban ganas de llorar con hipos y con mocos y los allegados seguían pensando que no se reponía por el duelo de la orfandad. Menos mal que la madre había partido sin enterarse de eso y que le servia de excusa para el dolor que la atravesaba.
Vivir juntas entre hermanas era fácil. Las melli, como las llamaban en el barrio, antes (ya casi no quedaba gente de la de antes) eran carne y uña. Gracielita era la melli casada y ella la melli que vivia con la madre.
Debió sospechar que cuando Gracielita se fue con Norber, ella quedo siendo la melli solterona.
El año que viene que cumplían los setenta -la vida había pasado demasiado rápido y no daba segundas oportunidades. Alicia queria festejarlo y estaba juntando plata.Con dejar el tema de los remiseros por un año podian hasta hacer un viaje a Europa. Tenían un pasar sin sobresaltos, una renta de unos departamentos en Castelar, (tres) que alcanzaban para todo lo que necesitaran, mas la plata de Norberto, que para Alicia, Gracielita no debería aceptar.
Nosotros, dijo Alicia, mientras le ponia el colirio a su hermana, somos una familia de bien, no tenemos secretos. Las mellizas, dijo Gracielita sonriendo, no podemos tener secretos aunque queramos. Estamos conectadas desde el nacimiento, pensando en que si moría la hermana, la casa y los departamentos de Castelar quedarian para ella.
No hay que darle credibilidad a esas cosas.Son asuntos que las criaturas se inventan, de puro necesitadas
Como insiste el poema de Perlongher
Bajo las matas
En los pajonales
Sobre los puentes
En los canales
Hay Cadáveres
En la trilla de un tren que nunca se detiene
En la estela de un barco que naufraga
En una olilla, que se desvanece
En los muelles los apeaderos los trampolines los malecones
Hay Cadáveres
En las vidas de las personas, hay cadáveres: lo que se oculta hasta a la propia sombra. Necesarios para no darnos vuelta con un guante y que se vea nuestra miseria, el olor nauseabundo de nos sale de la tripa, que solo los cirujanos y las enfermeras saben que tenemos pero nos omiten echarnos en cara. Lo que intuyen los psicólogos poniendo caras de nada mientras las personas justifican sus porquerías con argumentos lógicos, lo que relatan introduciendo el piadoso signo de la negación: nunca quise, por ej, abortar a mi hijo.
- ¿Te quedaron gotitas para los ojos, las que te dio el oculista el año pasado?
-Si, Gracielita, pero deben estar contaminadas, porque cuando las apoyas en la pupila, se arruinan
-No importa Ali, la alergia me está matando.
Gracielita y Alicia vivían juntas desde que se les murió la madre, un año atrás. En el barrio era un alivio. Alicia estaba llevando mal la muerte de la madre. Se la veía desmejorada, flaca, como si tuviera algo feo. En el supermercado chino las vecinas veian con agrado que se acompañaran entre ambas.
Alicia siempre había estado en esa, la casa natal, desde que la partera las había traído al mundo, sacándolas con mano experta de un mismo útero, en el 45.Gracielita había hecho su vida.
Gracielita nació segunda y mas chiquita a pesar de ser la mayor de las melli, y antes de los treinta y con noviazgo largo y casto,se casó con vestido blanco cosido con lagrimas de emoción por la madre y bordado con lagrimas de cristal y resentimiento acallado por su hermana. El candidato era un joven que trabajaba en Obras Sanitarias de la Nación, buen partido, con el que convivieron sin discusiones casi 40 años.
El asunto matrimonial duró hasta que Gracielita se tuvo que enterar, por unas fotos indiscretas y a la fuerza, que el muy cumplido Norberto era homosexual y absolutamente fiel a su mejor compañero de trabajo, con quien mantenían un coqueto departamento compartido desde décadas atrás. El album abundaba de fotos en la cama, ambos desnudos, avejentados y felices las ultimas, y jóvenes y felices las primeras, y no le dejo margen para desmentir lo que siempre sospechó; que Norberto no hacía guardias de noche, y que el gusto por los trajes muy planchados y el evitamiento del coginche no tenían su razón de ser en la delicadeza intrínseca de su marido. En las fotos era otro hombre, se lo veía descontracturado, feliz , y despeinado como nunca lo había visto, y eso fue lo único que le dio una punzada de dolor. Una felicidad de la que no habia participado, una felicidad que no tuvo. El album aparecio un dia abajo de la cama de Norberto, como una delaciòn voluntaria, como un aca me planto.
Gracielita y Norberto en la escases de su paupérrima vida sexual, no habían tenido hijos. Nunca lo habían evitado,ella no supo decir que no los quería e hizo todas las consultas de rigor, para cumplir con el mandato social de la maternidad. Recordaba haber fingido angustia cuando el viejo ginecólogo que atendía a su madre le diagnosticó que el problemita partía de su útero inmaduro,(de niña había puntualizado), aunque otro ginecólogo, un primo de Coco, lo desmintió en una consulta posterior, después de una histerosalpingografia que la llenó de dolor y gases.
Los tratamientos finalizaron porque Norberto evadió el hacer el espermatograma que indicado: Era muy delicado, un hombre fino, pensaba Gracielita,demasiado atildado para toquetearse en un laboratorio para llenar un tubito. .Así que dejo de intentar, aunque nunca nadie lo dijo en voz alta era muy difícil tener relaciones con Norberto,porque sufria las migrañas y`por que de noche frecuentemente hacia horas extras. Nunca se le ocurrió a ninguno de los dos que se podia tener sexo a plena luz del dia. La sexualidad se aparto de su vida sin ruido, como quien deja de tener dientes de leche, algo que queda atras.
La melli,Alicia, le insistió en tener un sobrino. Decia que iba a ser una alegría para la madre y para ella, alguien en quien depositar anhelos y esperanzas Un heredero de lo todo.Que se comprara un gato, pensaba Gracielita.
Pero una vez apareció un candidato: un recién nacido de una mujer que vivía en no se que suburbio, Aldo Bonzi o Guernica -todo es igual- que ya había entregado otros guachos, a cambio de una suma de dinero irrisoria y sin lío de papeles. Gracielita había pensando ahí en Dios. No era creyente, pero argumentó la convicción de que si Dios no quería que fuera madre, ella no iba a ir en sentido contrario. Conocía o inventaba que conocía casos donde los chicos adoptados traían la mala semilla en la sangre, o donde las madres adoptantes se habían agarrado una enfermedad mala (vamos, un cáncer) posterior a la adopción. A ella no le iba a pasar eso, si el Buen Señor le quería dar un hijo, la hubiera embarazado. Y si Alicia quería tener un hijo, que lo adoptara ella. La madre y su hermana se habían escandalizado ante la sugerencia. Y ahi se cerró el tema. Alicia hubiera querido agarrarselo para ella, ponerlo en sus tetas para mamar, aunque fuera negrito, y anotarlo como propio. Pero solo por bronca, no por amor. Argumento piedad cristiana pero la madre no transò. Un niño necesita un padre, le dijo con una mirada que le reprochaba la solteria como si fuera un fracaso. Dios sabe porque hace las cosas murmuraron las tres, porque las melli y la madre son un triangulo insoluble, ya se sabe.
Cuando paso lo de Norberto, la madre de las melli se murio. Era una vieja seca y mezquina que hacia decir a sus hijas que ella era su mejor amiga. El padre de las melli habia quedado tan desvirtuado con el tiempo que si no fuera por las benditas fotos que se guardaban en el portafolio de cuero y por la renovaciòn del pago del nicho cada año uno podria decir que no habia existido. La pusieron en el mismo nicho, y ambas lloraron vaya a saber por que. La muerte no revistio demasiado dramatismo. Hubo una noche de toses, flema, nebulizador, medico, internacion, neumonitis y muerte, acelerada, como si en 12 horas se hubiera podido resolver lo que a otras familias les lleva varias semanas
Y eso tapó lo del Norber para el afuera. Eximió de explicaciones, adecentó el asunto.
Gracielita subió en un taxi tres valijas y unas bolsas de consorcio y dejó a Norberto junto a su compañero de toda la vida, sin enojo ni discusiones.Los conocidos pensaron que la mudanza era algo transitorio para acompañar a Alicia en el trance de la pérdida de su querida madre. Estaba bien que las melli se acompañaran.
Cuando le dijo a Norber que se volvía a su casa, Norberto llamo a Coco, que vino a poner la cara y los amantes se enredaron en explicaciones, que ella escuchó por educación, sabiendo que había tolerado la mentira en la complicidad de la ignorancia. Norberto, le prometió mandarle la plata que le daba cuando estaban juntos todos los meses, y ademas ella se habia jubilado en esos meses, sin haber trabajado nunca.
Del tema de Norberto no se hablo sino una sola vez en esa casa. Para Graciela era un tema acabado, y ella misma no sabia cuan aliviada se sentía por no seguir haciendo la vista gorda Pero Alicia, que jamas se la había visto venir, no podía tolerar la estafa: fantaseó durante años enteros con fogosos encuentros sexuales con su cuñado en sus noches solitarias, ahogando gemidos en la camita gemela del dormitorio compartido con su madre.
Estaba ofendida.Y Norberto como muerto. No podía haberle hecho eso . Cuarenta años de pensar que el pobre Norberto se había empantanado, acercándose a Gracielita para llegar por un camino con desvio, despues, definitivamente a sus brazos, a los que estaba destinado, habia masticado internamente la convicción de que ella era la deseada y la hermana solo un camino y que el pobre Norberto se había enredado, dicho algo que se malentendió, y que bueno,de tan tímido que era, una vez dada su palabra, no hubo forma de volver atrás y llegar a sus piernas bien abiertas.Al final este Norberto era un maricón hecho y derecho
Incluso ella se sentía doblemente idiota porque le había tomado cariño a Coco, vamos, ahora su pareja, (inmundos) figurita repetida en fiestas familiares, un hombre encantador y charlatán, (un canalla, un falsario) que los últimos diez años había sido la niña de los ojos de sus padres, un enfermero atento la vejez y alzehimer, un ejemplo a seguir hasta que no pudo mas y los tuvo que poner en un geriátrico,el mejor- Y ni su madre -enamorada eterna de Coco- habia sugerido jamas que los modales femeninos de Coco hablaran de otra cosa que de un hombre detallista y prolijo hasta la nausea.
Coco, el amigo de Norber, que llegaba siempre con algo para el postre comprado en una confitería de las buenas y un champagne, un hombre delicioso que su madre quería engancharle como candidato.No es bueno que estén solos, decía la madre mientras le servia el café, con una sonrisa obscena que los incluía a Alicia y a Coco, como en una nube de azúcar. Coco reìa con su risa saltarina, Norberto miraba de lado,torvamente, lo que volvía a convencer a Alicia de que la deseaba, de que la habia deseado durante cuarenta años. Farsantes.Y ella lo miraba a Coco, tratando de darle celos a Norberto.
Alicia no podía admitir que esos dos estuvieran haciendo porquerías. Ella era la verdadera viuda, la ofendida. A ella la habían jodido Tragaba veneno y rabia de solo pensarlo y se desfogaba, ahora sin objeto enojada y perturbada en la camita gemela en la que dormía su hermana, ahogando de nuevo y como siempre los gemidos disimulados entre los ronquidos de la Graciela. No era virgen, pero no se lo habia dicho jamas a nadie, ni siquiera su hermana con la que no tenia secretos. Había dormido con el hijo del tipo que venia a destapar las canaletas del techo, con una media docena de remiseros,(que le habían puesto un sobrenombre indigno, y que se burlaban de ella mientras esperaban viaje instruyendo a los mas nuevos sobre como abordar a la vieja) incluso con uno al que le daba demasiada plata, algo casi cercano a la extorsion, y que tenia como treinta años menos A todos les decia Norberto en el momento del climax. Sin embargo, esto no la hacia feliz, ni por un instante, era una mujer marchita. Como era ingenua, creía que su secreto estaba bien guardado.
El colirio era una prescripcion del oculista de la familia por que los ojos rojos la delataban . Un año después, cada vez que pensaba en Norberto, le agarraban ganas de llorar con hipos y con mocos y los allegados seguían pensando que no se reponía por el duelo de la orfandad. Menos mal que la madre había partido sin enterarse de eso y que le servia de excusa para el dolor que la atravesaba.
Vivir juntas entre hermanas era fácil. Las melli, como las llamaban en el barrio, antes (ya casi no quedaba gente de la de antes) eran carne y uña. Gracielita era la melli casada y ella la melli que vivia con la madre.
Debió sospechar que cuando Gracielita se fue con Norber, ella quedo siendo la melli solterona.
El año que viene que cumplían los setenta -la vida había pasado demasiado rápido y no daba segundas oportunidades. Alicia queria festejarlo y estaba juntando plata.Con dejar el tema de los remiseros por un año podian hasta hacer un viaje a Europa. Tenían un pasar sin sobresaltos, una renta de unos departamentos en Castelar, (tres) que alcanzaban para todo lo que necesitaran, mas la plata de Norberto, que para Alicia, Gracielita no debería aceptar.
Nosotros, dijo Alicia, mientras le ponia el colirio a su hermana, somos una familia de bien, no tenemos secretos. Las mellizas, dijo Gracielita sonriendo, no podemos tener secretos aunque queramos. Estamos conectadas desde el nacimiento, pensando en que si moría la hermana, la casa y los departamentos de Castelar quedarian para ella.
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