las pasiones encantadas de volver a ver una vez mas. Tessa y yo.
Café de por medio, Tessa y yo hablabamos de los secretos de las mujeres. Los que no se cuentan a las otras mujeres. Lo no dicho (lo oculto) Uds. saben que las mujeres se cuentan las cosas. Pero no todo.
Y allí nos dolíamos por la falta de transmisión de una serie de saberes que harían la vida de las minas mucho menos sufriente, que seria bueno que se digan. Y nos reiamos mucho, por violar el silencio. Hay secretos tan bien guardados como la existencia de los Magios en Springfield.
Nos llevamos (ella y yo) veinte años de diferencia. Le voy a dar razón al tango: a veces (ayer) veinte años no es nada.
Ay, si se pudiera escribir aquello que no se dice.
Te agradezco Tessa, el cafè, la amistad y sobre todo que me apispes de cosas como esta, que saco de tu blog, que está en tu libro, y que por lo menos pueden decirse y aventar al viento, para ir avivando gilastrunas.
Y allí nos dolíamos por la falta de transmisión de una serie de saberes que harían la vida de las minas mucho menos sufriente, que seria bueno que se digan. Y nos reiamos mucho, por violar el silencio. Hay secretos tan bien guardados como la existencia de los Magios en Springfield.
Nos llevamos (ella y yo) veinte años de diferencia. Le voy a dar razón al tango: a veces (ayer) veinte años no es nada.
Ay, si se pudiera escribir aquello que no se dice.
Te agradezco Tessa, el cafè, la amistad y sobre todo que me apispes de cosas como esta, que saco de tu blog, que está en tu libro, y que por lo menos pueden decirse y aventar al viento, para ir avivando gilastrunas.
La edad de las mujeres
Uno de los enemigos de las mujeres, sobre todo de las más impresionables, son las revistas llamadas “femeninas”. Sí, esas publicaciones aparentemente amigables, aparentemente “mujeriles” son un efectivo veneno contra sus propias lectoras. Esas que hablan de los temas más sosos e irreales de todos los tiempos, como por ejemplo, los efectos del antiage, el cutis de porcelana, el retinol, las arrugas, la menopausia, el espíritu de las cuarentonas, de las cincuentonas, de lo que significa ser vieja, de la sequedad vaginal y todo lo perro que hay escrito, inventado, no te quepa ninguna duda, por alguna corriente de pensamiento que odia a las mujeres y odia al mundo entero y que solamente logra amedrentar, quitar alegría de vivir, es decir, ejercer el machismo de la forma más sutil y eficiente.
Tantas mujeres, tantas minas viven pendientes de su edad, con el miedo en la lengua a parecer viejas, a verse obsoletas, poco deseables… En estas latitudes el miedo a la edad es mucho más corrosivo, acá todo el mundo quiere saber la edad del otro, las mujeres quieren tener el pelo largo, larguísimo porque creen que las rejuvenece. En Argentina, las revistas escriben sobre Flavia Palmiero y entre paréntesis escriben su edad. Se trata de una neurosis muy autóctona, porque en otros lugares a nadie le interesa la edad del otro, es un dato secundario, poco relevante. La gente allá no se junta con los de “su edad”, se juntan personas de todo tipo, mezclados hombres, mujeres, chiquilines, ellos simplemente se juntan.
En realidad aquí la edad solo le importa a las mujeres y a los homosexuales. Un homosexual puede adivinar sin error los años de vida de una mujer. Le mira detenidamente la piel, los movimientos del cuerpo, el lustre y abundancia de su pelo, los dientes, las palabrotas que usa. Las mujeres -no todas- también adivinan.
Pero los hombres no. A los hombres, a los cachorrones, la edad no les significa un dato relevante, no les interesa, no son capaces de imaginarla. Porque ellos solo ven si está buena o no está buena, si les gusta o no les gusta. Los hombres son más simples, en el buen sentido de lo simple, ellos van a lo importante: conectan o no con una mujer, se comunican o no, se sienten atraídos o no por el todo. La perfección del cutis no viene a cuento, nada de lo concreto viene a cuento sino la onda de la mujer, el hecho de que ella se sienta miss universo o nada que ver, que se ría con ganas o no, que tenga algo que a él le gusta. Algo que a él le gusta. Porque sí.
y como bonus track, per que me piacce otra canción de siete venas, que habla de lo que yo y tessa hablamos. De querer mas. Nada menos.
Dejo que tu cuerpo me encamine.
Sólo quiero que suspires, en el aire, los colores
y las frases de
un pasado hecho sombras,
ya sin luces invisibles.
Busco un sol que me encandile.
Y me subo a la comparsa
de la gala, del derroche, del descorche de la noche.
Yo quiero más,
mucho más de lo que me podés dar.
Comentarios
y yo que pensaba que el no ser capaz de adivinar las edades de las mujeres era una falencia mía... joya entonces (¿joya? y bue, soy grande también)...
salu2 a ambas...
...pero sí, seguramente la seducción tiene que ver con otra cosa...que algunas descubren o tienen naturalmente...algo parecido a sentirse verdaderamente a gusto con lo que uno es y hacer resaltar eso que más nos gusta de nosotras...
aunque el tiempo pase.
saludos a las tres: a Tessa, a Jenifer y a Nilda! y a seguir aventando...
Creo que mandaré a paseo a Dolina por un rato (que insulto más raro, lo usaba Asimov en sus libros) ...
ah otra cosa... no se quejen de la edad, es al reverendo pedo.... salu2 a todas....
lo de jenifer lopez era una chanza par JLO, porque se que le gusta la morochaza. Y gracias Iris y tambien Fernanda.
Y claro, la edad no tiene nada que ver. Hay gente de 30 mas apagada que kiosko de pobre y "minas grandes" que destellan como un faro. Dolina, Iris es el ejemplo del tipo inteligente que en terreno de amores es un pelotudo notable, cada dia mas feo haciendose cirugias y con novias trofeo que en vez de mostrar su luz, muestran su parte imbecil.