en el vestuario habia un dibujo del lider africano Lumumba, pero muy degradado :una caricatura tipo Landrú de un negro con un huesito en los pelos de la cabeza. Sumaba puntos el olor a humedad y que el lugar quedara en el conurbano.
En los sesenta habia clases de folklore: parece que entonces a la gente le habia agarrado un interes por los rasguidos de guitarra criolla y el zarandeo y todo el mundo cantaba zambas, olvidandose de los apellidos tales como Perez o Massacalzone.
El papel picado era azul-violeta y ya se sentia nostalgia por los carnavales de antes.
Yo leía en el diario El Mundo de la desaparición de Mirta Penjerek y se escuchaban noticias por la radio uruguaya,contadas por Ariel Delgado. Supongo que los militares habian venido a poner orden
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