canto a las sirenas desesperanzadas
el agua marrón que te sostiene se vuelve al sol dorados y mieles ¡que importa que otras tengan turquesas! a vos te tocaron en suerte zafiros y citrinos, -los amarillos del agua - Sirena del río mugriento y sin madréporas y corales del tiempo de Alfonsina Acaso si son tuyos los pescados bigotudos que sacan con lineas caseras en el borde del rio que parece París (en tus sueños) coronada con raíces de las plantas verdes del Paraná que tienen nombres guaranies tan dulces que dan ganas de llorar Desde la costa, mirás y no son guerreros victoriosos los que vuelven sino la gente de las villas del riachuelo la memoria de los migrantes que ya descansan bajo sagrado Personas que viven en chalupas terrestres de Avellaneda que mastican el borde del Riachuelo y allí vuelcan sus mugres esperando- sin saberlo- algo de justicia Todo eso ves, maga mala, en tu atalaya de lanchón hu...