Se queda oyendo como un ciego frente al mar.
Seis días en una casa cerca del mar, en otoño, casi nadie.
Un ciego sube el médano, es un hombre con las marcas inequivocas de la pobreza, y lleva un pantalon pijama celeste, de los antiguos y el pelo largo atado en colita. Es viejo, y trae un palo.
Cuando aparece de la nada en lo alto del medano , intuyendo o sabiendo de su presencia, le pregunta a Jorge si es hombre o mujer. Soy hombre dice él.
Amigo, ¿para donde está la casilla del guardavida? El ciego propone con el palo una dirección, absolutamente correcta.
Jorge se ofrece a acompañarlo, pero el ciego viejo le contesta que no es necesario, que seguro el guardavidas se va a ocupar, lo va a venir a buscar.
Jorge se queda arriba del medano y ve bajar al ciego con el palo (¿dije que el medano es muy alto?) y efectivamente, a mitad de camino al mar viene el guardavida -que estaba tomando mate- corre, lo abraza y le convida uno, a la manera uruguaya, con el termo bajo el brazo.
Cuando yo llego,él me dice, con eso podes contar una historia. Pero no,no puedo, es una historia demasiado dulce, demasiado buena para que yo le haga justicia.
Un ciego sube el médano, es un hombre con las marcas inequivocas de la pobreza, y lleva un pantalon pijama celeste, de los antiguos y el pelo largo atado en colita. Es viejo, y trae un palo.
Cuando aparece de la nada en lo alto del medano , intuyendo o sabiendo de su presencia, le pregunta a Jorge si es hombre o mujer. Soy hombre dice él.
Amigo, ¿para donde está la casilla del guardavida? El ciego propone con el palo una dirección, absolutamente correcta.
Jorge se ofrece a acompañarlo, pero el ciego viejo le contesta que no es necesario, que seguro el guardavidas se va a ocupar, lo va a venir a buscar.
Jorge se queda arriba del medano y ve bajar al ciego con el palo (¿dije que el medano es muy alto?) y efectivamente, a mitad de camino al mar viene el guardavida -que estaba tomando mate- corre, lo abraza y le convida uno, a la manera uruguaya, con el termo bajo el brazo.
Cuando yo llego,él me dice, con eso podes contar una historia. Pero no,no puedo, es una historia demasiado dulce, demasiado buena para que yo le haga justicia.
Comentarios
Bonita historia, una historia de mar siempre encaja con este sitio.
Buena elección del tema. Excelente elección diría... el apostolado sigue abierto para las próximas eh.
A mí me sorprendió ver 3 o 4 ciegos cuando fui al show de Olavarría. Y una de las cosas que me hicieron pensar es ¿Cómo sentirían ese mar de personas alrededor?
bonito cambio de look del Sirenas
Me gustó también que Jorge tenga asumido que sos una escritora de lo cotidiano
Beso!
En cuanto a Jorge, es un asunto de fe, o en el peor de los casos, actúa como quien elogia el dibujo de un niño, casi sin mirarlo, por afecto al chico, nomas. El no me lee. Tal vez es mejor así.
Saludos