tsunami de odio.
Con este odio podría hacer un guiso
y matar a todas las ratas
que viven bajo los andenes de la Estación Lanús.
Con esta inquietud, sembrar olas
en la playa tranquila de Piriapolís
y generar un tsunami de la Polinesia
donde ricos pederastas europeos
se pasean tirando monedas
a los niños del lugar
Un vortice, una hondonada
un pantano,un pozo de petroleo burbujeante
que se traga cosas,
como una fogata de San Juan
a la que los chiquillos del barrio
de los años cincuenta
le tiraban sillas rotas
Alimento este fuego
con todo lo que tengo
menos con la dignidad.
Mi odio que revolea astillas
con una fuerza que no me conozco
y me siento a ver las hojarazcas de fuego
cansada
pero no vencida
aun.
Comentarios
Y encima quedó bien el aún con su espacio antes del final (gracias a la foto)
¿Paramos las rotativas y lo incluimos? Es genial!
Beso
Saludos,
J.